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¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos no rechacen comer verduras?

Frecuentemente los niños evitan tomar verduras y los padres no saben cómo actuar. Expertos en nutrición e infancia exponen las claves de tal conducta y añaden algunos consejos que pueden ayudarles

¿Qué pueden hacer los padres para que sus hijos no rechacen comer verduras?

Austin Pacheco | Unsplash

Es importante para la salud consumir frutas y verduras. Las familias pueden hablar a los niños de estos alimentos desde una perspectiva óptima y normalizada, para que así sean conocedores de sus beneficios. Nuria García Ramos, dietista-nutricionista de familia, indica que si como padres disfrutamos comiendo verduras y lo hacemos de un modo habitual, el niño se sentirá atraído también por ellas. La profesional confirma que, posiblemente, el niño necesitará tocar, observar y jugar con las verduras antes de sentir ganas por degustarlas. Afirma que cada niño tiene un tiempo de adaptación distinto.

Los niños vinculan postre a algo delicioso. Con esto, los padres pueden incluir postres preparados a base de verduras elaborados con moldes divertidos que llamen su atención. García Ramos soporta que es necesario hacerle partícipe en su alimentación para que se sienta más receptivo a probar la verdura. Y asevera que si los niños se inician en su consumo desde los seis meses de edad (cuando comienza la alimentación complementaria) se acostumbrarán al sabor y será más fácil que sigan comiéndolas por iniciativa propia y a menudo.

Foto: Dan-Cristian Pădureț | Unsplash

Rocío Ruiz, experta en nutrición materno-infantil, asesora de lactancia certificada y con especialidad en BLW (baby led weaning o alimentación autorregulada por el bebé), asegura que es normal y habitual que los niños no quieran comer verduras por el rechazo al sabor amargo de algunas, una aversión que puede durar hasta la adolescencia. En suma, certifica que los niños están predispuestos a los sabores dulces, como es el caso de la leche materna. Añade, además, que por su instinto de supervivencia y el deseo de evitar consumir sustancias que pueden considerar tóxicas, no se animan a probarlas.

Sencillas recomendaciones a las familias para disfrutar comiendo

Ruíz incluye algunos consejos a las familias para promover el correcto hábito en sus hijos:

Ser ejemplo: necesitan ver a sus padres consumirlas.

-Las verduras han de estar a la vista y a su alcance.

Ofrecer variedad y respetar sus gustos. No hay que forzarles a comer aquello que detestan. Pero, sí pueden ofrecerles otra verdura y hacerlo varias veces porque puede que llegue el momento en que les apetezca probar.

Comprar y cocinar juntos.

-Variar las elaboraciones y técnicas culinarias: si, por ejemplo, no le gusta el brócoli hervido, se puede preparar en hamburguesa, gratinado, con bechamel o en forma de muffin.

Imaginación al poder: poner alimentos que les gustan junto con los que rechazan, estos últimos en muy pequeña cantidad.

-En familia, imprimir dibujos de verduras para colorear o leer cuentos de esta temática para pasar un rato divertido. Entre otros: ‘La rebelión de las verduras’, de David Aceituno, con divertidas ilustraciones de Daniel Montero, no solo para niños, para toda la familia, lleven o no, una relación poco placentera con las hortalizas.

Foto: Annie Spratt | Unsplash

La experta afirma que resulta inútil obligar, castigar o enfadarse con el niño. De igual modo, recomienda que los niños no coman distraídos con juguetes o con pantallas. Del mismo modo, constata que es contraproducente usar chantajes o premios, como es el caso de: «si te comes el brócoli luego te daré una galleta».

La doctora Viviana Cecilia Salomone, pediatra con formación en lactancia materna, crianza respetuosa, alimentación saludable y BLW, entiende que esta cuestión, en un alto porcentaje, se asocia con una falta de incorporación de estos alimentos desde el inicio de la alimentación complementaria, algo que, según la médica, debería producirse, tanto en papilla como en trozos blandos. Del mismo modo, considera que puede deberse simplemente al período selectivo de muchos niños. Este último supuesto es normal y pasajero: el niño deja de ingerir alimentos que consumía con regularidad.

La profesional expone que el bebé conocerá los colores, sabores, gustos y aromas y se irá familiarizando.

La pediatra recomienda retirar productos ultraprocesados, ya que aumentan el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, hipertensión, cáncer y obesidad. La doctora Salomone aludeque se trata del «principal causante de malnutrición en los niños», alejándose radicalmente de alimentos reales y saludables como: carnes, frutas, legumbres o verduras.

Foto: Davies Designs Studio | Unsplash

El niño debe entender que no hay alimentos buenos y malos. La experta en infancia relata que, si se le ofrece algo, como un dulce, en el caso de comerse la verdura, asociará que el ‘regalo’ es mejor que el alimento principal. La especialista en alimentación saludable, afianza que los padres y familiares deben lograr que el niño se sienta libre y no existan frente a este motivo presiones ni discusiones.

La pediatra corrobora que los padres deben aportar bases sólidas en alimentación a los niños en las que se incluyan alimentos nutritivos y de calidad. Con esta premisa, la especialista determina que estos hábitos saludables pueden asentarse satisfactoriamente por ellos.

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