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Cientos de personas piden medidas contra los seguros Celside tras un año de denuncias

Las reclamaciones y denuncias a la empresa SFAM se acumulan desde hace más de un año y Facua asegura que no ha recibido respuesta a sus escritos a Consumo

Cientos de personas piden medidas contra los seguros Celside tras un año de denuncias

Una tienda de Hubside, donde ofrecen seguros de Celside. | Hubside

Cientos de personas están pidiendo que se tomen medidas contra la empresa SFAM tras las incontables quejas, reclamaciones e incluso denuncias que ha recibido por las malas prácticas con los usuarios de sus seguros Celside. Desde un change.org hasta las reclamaciones hechas a través de Facua y la OCU, son cada vez más los consumidores que buscan la manera de denunciar a la compañía francesa. 

Las quejas se centran en los seguros que ofrece su marca Celside, cuyos contratos se firman en las tiendas de Hubside, pertenecientes al mismo grupo empresarial, y otras como Xiaomi. Durante un tiempo se ofertaban también en Fnac, pero la relación comercial se rompió poco después de salir a la luz la polémica por la indignación de los clientes, aunque desde Celside aseguran que «el contrato no se renovó porque el grupo no deseaba cumplir las condiciones financieras impuestas por el minorista, con el fin de preservar un servicio de calidad para el cliente».

Hace un año contábamos en THE OBJECTIVE los principales motivos de estas reclamaciones y desde entonces, numerosas personas se han puesto en contacto con este periódico para contar su propia experiencia y denunciar que estas prácticas siguen ocurriendo a pesar de las denuncias. 

«Yo llevo esperando nueve meses a que me devuelvan el reembolso de 150 euros. Celside no atiende el teléfono, tampoco responden a los formularios para reclamar que han puesto desde hace unos meses y FNAC tampoco hace nada salvo decir que hables con Celside y poco más», cuenta una consumidora a este diario. 

Seguros para portátiles

En su caso, contrató el seguro con la compra de un portátil en una tienda de Fnac, convencida por una oferta que incluía 150 euros de reembolso por fidelidad tras un año de permanencia. Desde mayo de 2022, tras darse de baja dentro del plazo requerido, Amalia está reclamando a Celside la devolución de esta cantidad. La empresa ha dejado de contestar a sus llamadas y ya solo recibe respuestas automáticas, según denuncia.  

«He estado durante meses recibiendo cargos de cuatro compañías, SFAM, Celside, Hubside y Buyback, a veces de manera reiterativa. Solo contraté con Celside, y un simple seguro para el móvil, en cambio resulta ahora que me han estado cobrando diversos servicios que yo nunca contraté conscientemente», cuenta a este periódico otro consumidor, que ha llegado a denunciar el caso ante los Mossos d’Esquadra.

Basta buscar la palabra Celside en las redes sociales para darse cuenta de que los de estos usuarios están lejos de ser casos aislados, pues son numerosas las denuncias públicas con las que otros esperan atraer la atención de la compañía. 

La mayoría de las reclamaciones vienen por un motivo común, y es que estos servicios se suelen ofrecer con la compra de un dispositivo móvil, un ordenador u otro tipo de artículos tecnológicos con una cuota muy reducida o incluso gratuita durante los primeros meses a cambio de darse de alta también en los servicios de otras empresas del grupo. El problema llega cuando, al intentar darse de baja dentro del plazo establecido, la empresa hace oídos sordos y sigue cobrando las cuotas, ya con un precio más elevado, mientras ignora las reclamaciones de los usuarios. 

Reclamaciones de clientes

Otras personas denuncian, como en el caso de Amalia, que han incumplido el contrato y no les han devuelto los 150 euros de la oferta y, en otros casos, aseguran que usaron técnicas engañosas para que el consumidor firmara un contrato con cuatro servicios en lugar de solo con el seguro. 

Preguntados por este periódico, desde Celside se limitan a defender que el grupo «siempre ha desarrollado sus actividades con el objetivo principal de satisfacer a sus clientes ofreciéndoles servicios que respondan a sus expectativas» y afirman que se han puesto en marcha «procesos de venta rigurosamente controlados para garantizar que la información facilitada es clara y que las ventas son correctas». 

La empresa asegura que «en caso de insatisfacción de un cliente, Celside Insurance se compromete a encontrar una solución», pero en sus respuestas evita hacer referencia a los cientos de reclamaciones que sus clientes denuncian que siguen sin atender e insiste en que «de un total de ocho millones de contratos gestionados, la tasa de insatisfacción expresada es inferior al 1%».

De un change.org a una denuncia ante Consumo 

Los afectados por esta situación, que califican de «estafa», están tratando de dar visibilidad a sus casos de todas las maneras posibles. Así, más de 300 personas han firmado una petición en change.org para que se tomen medidas contra SFAM. «Hay un sinfín de ciudadanos españoles esperando que esta empresa les abone lo que es suyo y a día de hoy no tienen intención», dice el texto de esta petición. «Pedimos ayuda para que deje de operar en España y, como en Francia, sea condenada a pagar todas y cada una de las indemnizaciones», concluye, haciendo referencia a la multa que se le impuso en 2019 en Francia de diez millones de euros por prácticas fraudulentas en la comercialización de sus seguros. 

Por otra parte, la asociación Facua ha denunciado a Celside ante la Dirección General de Consumo «por poner trabas para darse de baja e incurrir en cláusulas abusivas en algunos de sus seguros para dispositivos electrónicos». También ha presentado denuncias ante las autoridades de protección al consumidor de las comunidades autónomas desde las que los afectados han solicitado ayuda a la asociación. 

Según cuentan a THE OBJECTIVE, Facua no ha recibido respuesta a ninguno de sus escritos y lleva casi un año esperando una respuesta por parte del Ministerio de Consumo. 

Procedimiento para darse de baja

Además de las prácticas anteriormente mencionadas, desde Facua consideran que la necesidad de enviar una carta a Francia para darse de baja durante los 12 primeros meses de contrato es «un obstáculo al ejercicio del derecho del consumidor», así como que el hecho de pedir hacerlo por teléfono a partir de este plazo «genera inseguridad, ya que el consumidor no tiene pruebas de haber realizado la llamada para ese fin».

También denuncia la cláusula por la que el usuario tiene que rescindir algunos contratos con al menos dos meses de antelación, lo que «incumple el artículo 22.2 de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, donde se establece que el consumidor debe comunicar su intención de no prorrogar un contrato con un mes de antelación», explica la organización. 

Por su parte, desde Celside aseguran que se puede rescindir un contrato con el servicio de atención al cliente por teléfono, por correo postal o por internet. 

Preguntados sobre las denuncias recibidas, evitan responder y siguen insistiendo en sus altos niveles de satisfacción, siempre según sus encuestas.

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