‘Capi’, el joven que atacó a Rajoy y ahora a un periodista: «Me tomaré la justicia por mi mano»

Un redactor de La Voz de Galicia ha sido acuchillado este viernes por Andrés de Vicente Fuentes, un joven que ya estaba en la lupa de las autoridades por sus múltiples conflictos, entre ellos el puñetazo que le propinó al expresidente Mariano Rajoy. El presunto agresor había sido condenado este jueves por una agresión anterior, y tras ello advirtió en redes sociales de que «se iba a tomar la justicia por su mano». Posteriormente, ha atacado con un arma blanca al citado periodista, según han hecho público sus compañeros del periódico gallego.

De momento se desconocen los detalles de cómo se ha producido el violento ataque, que ha puesto en jaque a toda la redacción del medio, si bien el herido, que está siendo atendido, se encuentra fuera de peligro según las primeras informaciones.

Andrés de Vicente, conocido como ‘Capi‘ por sus amigos, se ha visto involucrado en numerosos conflictos desde el año 2015 cuando, en una visita a Pontevedra del entonces presidente del Gobierno Mariano Rajoy, le propinó un puñetazo en la cara. La voluntad del entonces líder popular y sus vínculos familiares evitaron que entrase en prisión, y la pena a pagar fue de dos años de internamiento y uno más de libertad vigilada.

Sin embargo, desde entonces su conducta no ha variado y los comportamientos violentos se han seguido produciendo. En 2019, de Vicente fue detenido por golpear a un dirigente de Vox, pero logró salir absuelto tras alcanzar un acuerdo extrajudicial con la víctima. Sin embargo, a finales de ese mismo año fue condenado por un juzgado de la ciudad de Lérez por un delito de lesiones, cuando se le aplicó el agravante de reincidencia.

«Me tomaré la justicia por mi mano»

El joven de Vicente emitió este jueves un comunicado en su Instagram asegurando que «se iba a tomar la justicia por su mano» tras conocer la nueva condena: «Perdón a mi familia que es lo que más quiero en el mundo, y a los amigos que siempre estuvieron ahí, pero ya no aguanto más, solo quiero justicia igual que cualquiera al que le han jodido la vida», aseguró señalando que desde el puñetazo a Rajoy «le jodieron la vida». «Me dejasteis como un enfermo ante el mundo cuando lo que hice lo apoyó media España», escribió muy crítico con los periodistas, quienes son «culpables de que pasara etapas queriendo morir».

«Llevar años sin trabajar porque buscan tu nombre en internet y ven esas burradas, que la gente te señale por la calle y les des miedo por lo que publicaron, que te tengan como alguien peligroso», describió asegurando que sufre un trastorno límite de personalidad. Como conclusión, avisó de que «la justicia que quería se la tomaría por su mano» ya que «no podía hacerlo por la vía legal». «Ya no aguanto más».

A su entorno «no le sorprende»

John Doe, que convivió con el gallego en un piso de Pamplona en 2020 después de que sus padres decidiesen echarle de casa, asegura que es «el mayor loco que ha conocido». «Siempre hacía lo mismo al llegar a casa, se quitaba los pantalones y la camiseta, se metía una pizza en el horno y se tumbaba en el sofá a ver La Sexta», apunta esta fuente a THE OBJECTIVE.

También recuerda su poca memoria y, habitualmente, su desorden: «Solía olvidarse de sacar las pizzas a tiempo y de tirar de la cadena. Además, entrar al baño después de él era un suicidio porque no utilizaba la cadena y dejaba el suelo lleno de pis». El ambiente universitario de Pamplona le animó a salir, pero no con jóvenes de su edad sino con personas mayores de 50 años defensoras del anarquismo y la independencia del País Vasco: «Había días que me despertaba y veía gente mayor durmiendo en el sofá y otros que no estaba ni Andrés porque se había despertado en otro pueblo sin acordarse de nada».

Vinculado el BNG y «pro-ETA»

Habitualmente, quienes convivieron con él señalan que solía pasar mucho tiempo en su cama escuchando «vídeos comunistas»: «El surgimiento de Donald Trump le radicalizó. Siempre hablaba de su odio hacia la derecha y todo lo que no era socialismo o comunismo», recuerdan.

Si se veía representado por un partido, ese era el BNG: «Fue apoderado en más de una ocasión y siempre hablaba de una república gallega. También reconocía ser fan de los cientos de crímenes perpetrados por ETA». Con el tiempo se arrepintió del puñetazo que propinó a Mariano Rajoy, pero no por el acto sino porque en España estaba aflorando la «extrema derecha».