El uso de un plaguicida descubre al autor de la muerte de dos milanos reales en Badajoz

Un varón, residente en el municipio pacense de Badajoz, está siendo investigado por la Guardia Civil, después de la muerte de dos aves rapaces, provocadas por la ingesta de plaguicidas. Estos productos habrían sido utilizados por el investigado para el exterminio de plagas de ratas; según ha detallado El Periódico Extremadura.

Este suceso comenzó cuando Acción por el Mundo Salvaje (AMUS), perdió la señal GPS de un ejemplar de milano real, ave rapaz catalogada como «Ejemplar en peligro de extinción». Y es que, así lo documenta el Catálogo de Especies Protegidas de España, y el Catálogo Regional de Extremadura.

El ejemplar que se encontraba en paradero desconocido fue liberado de manera controlada por dicha asociación, con el objetivo de tenerlo localizado con un chip GPS, y comprender su comportamiento y relación con otros seres vivos. Pues bien, su señal dejó de moverse y todas las alarmas saltaron.

Técnicos de AMUS avisaron a los Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), quienes inmediatamente trabajaron conjuntamente con la Junta de Extremadura para iniciar su búsqueda y encontrarlo cuanto antes. Por desgracia, dieron con el cadáver del rapaz en una finca del municipio de Azuaga, en Badajoz.

Junto al ave rapaz, hallaron los restos biológicos de lo que parecía ser una rata. Este hecho provocó que los Agentes Medioambientales sospecharan que, al cazar a la rata, en su ingesta el animal podría haber sido intoxicado por algún tipo de sustancia.

Con esto, iniciaron un procedimiento denominado programa «Antídoto», creado para combatir el uso ilegal de venenos, que pueden poner en peligro a diversas especies, como ha sido el caso del ejemplar de milano real. Unos días después fue encontrado otro ave sin vida de la misma especie, lo que centró las investigaciones en hallar un culpable por el uso ilegal de algún tipo de sustancia tóxica.

El segundo cadáver fue hallado en la misma zona que el primer milano real, dato que ayudó a los investigadores medioambientales y de la junta extremeña a estrechar el cerco para identificar y localizar algún culpable. Ambos cuerpos fueron trasladados con urgencia al Laboratorio de toxicología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Cáceres, con el fin de determinar las causas exactas de las muertes de los animales.

De esta manera, se emitió un comunicado hacia la Benemérita en la que se confirmaba que los animales habían fallecido por la ingesta de sustancias altamente tóxicas pertenecientes a un plaguicida, que había sido utilizado para exterminar ratas. La información se hizo pública y la Guardia Civil admitió que una de esas sustancias letales estaba completamente prohibida.

Ahora solo quedaba identificar a uno u varios culpables, quienes habrían hecho un uso ilegal de estos productos. Tras la inspección de diversas fincas ganaderas, naves y almacenes, localizaron estos productos en un terreno cuyo propietario era un vecino del municipio pacense de Azuaga.

Así, el sujeto habría usado los productos tóxicos para terminar con una plaga de ratas que sufría en su inmueble. Se trataba de los mismos productos encontrados entre los restos biológicos de los milanos reales. Las diligencias instruidas en el caso han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción de Llerena, en Badajoz.