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Se divorcia de su esposa por una refugiada ucraniana a los diez días de acogerla en su hogar

Sofiia abandonó Lviv para aterrizar en Reino Unido, donde ahora ha encontrado «el amor a primera vista» en Tony tras 10 días

Se divorcia de su esposa por una refugiada ucraniana a los diez días de acogerla en su hogar

Sellos de la guerra de Ucrania. | Pavlo Palamarchuk (Europa Press)

Las historias de la guerra de Ucrania provocan un gran dolor cada vez que nos asaltan, en especial las de aquellos refugiados que empujados por la invasión de Rusia se han visto obligados a huir de su hogar para evitar la muerte, el hambre y la destrucción que los ejércitos enviados por Vladimir Putin.

Sin embargo, entre las más de 12 millones de refugiados que han llegado a diferentes partes del mundo, existen otras que, como poco, resultan sorprendentes y parecen más típicas de una película de media tarde que de la realidad, pero ya se sabe que esta se ve de vez en cuando superada por la ficción.

Este es el caso en la vida de Sofiia Karkadym, que se vio obligada a abandonar la ciudad ucraniana de Lviv con destino a la localidad de Bradford, una localidad de Reino Unido que se encuentra entre Manchester, Leeds y Sheffield y que si tiene la ocasión de visitar en algún futuro descubrirá que se parece mucho a la ciudad inglesa que en algún momento construyó en su mente como estereotipo perfecto.

Un romance de película (de después de comer)

La historia ha sido contada por el diario El Español, que señala cómo la joven fue a recalar a esta pequeña ciudad, una de tantas entre las miles de personas que han llegado a las islas con origen del este de Europa con el objetivo de huir de la guerra. Sin embargo, el azar condujo a nuestra protagonista a la casa adecuada para que se diera esta historia. Quienes la componían no eran otros que Tony Garnett (29) y su mujer Lorna (28), que desde 2014 compartían un feliz matrimonio que ahora ha tocado a su fin tras ocho años cuando decidieron acoger, el pasado 4 de mayo, a esta persona necesitada.

La historia lo tiene todo para triunfar en los medios de Reino Unido: amor, pasión, engaño, un enredo y un triángulo amoroso que ha despertado el interés de la prensa y que ahora el diario The Sun ha alzado a lo más alto de las conversaciones públicas sin importancia que cada día recorren los chats y los cotilleos de los ciudadanos.

Tony, un guardia de seguridad descendiente de refugiados rusos llegados a Gran Bretaña en los años 60, comenzó a compartir muchos momentos de soledad con Sofiia cuando su esposa Lorna se iba a dormir temprano. Unidos por un idioma común, el eslovaco, que Tony dominaba y que utilizaba en sus conversaciones con su nueva inquilina al asemejarse bastante al ucraniano, creo un vínculo especial con su nueva compañera. En posteriores entrevistas aseguraría que debido a la situación de sus antepasados, tenía una especial sensibilidad para estos casos, lo que provocó un flechazo «instantáneo».

Del «deseo de hacer lo correcto» a la casa de sus padres

«Todo empezó con un simple deseo de hacer lo correcto y darle un techo a alguien que lo necesite, un hombre o una mujer», explicaría a los medios días más tarde. La propia Sofiia aseguraría días más tarde que ese matrimonio se encontraba roto incluso antes de que ella llegara y que teme que se la acuse a ellas y a otras refugiadas de haber viajado a Reino Unido y a otros estados para romper los hogares y obtener la nacionalidad

Lorna contaría a los medios que comenzó a sospechar cuando se sintió apartada, ajena en su propia casa y escuchando a dos personas hablar en un idioma que no conocía (y a saber qué dirían de ella). Sus miedos se hicieron realidad cuando en menos de diez días la chispa saltó entre ambos.

El 14 de mayo, Tony pedía el divorcio a su esposa. Sencillamente, estaba planeando su nueva vida con otra mujer, su actual pareja Sofiia. Su esposa le había hecho elegir entre ella o la refugiada ucraniana, una decisión en la que nuestro protagonista no dudó ni un minuto y haciendo las maletas puso rumbo a casa de sus padres a la espera de poder alquilar un piso.

Por supuesto, esta historia no puede expandirse a todos los casos. Es solo un anécdota entre millones de las que se producen a diario en personas que solo buscan una vida mejor, alejada de las bombas, el hambre, la destrucción y una crisis que se alarga desde hace más de cuatro meses y que no parece que vaya a terminar pronto.

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