Carmen Thyssen: "El 'Mata Mua' no se vende, es el amor de mi vida"

Tras las últimas desavenencias entre la baronesa Thyssen y el ministerio de Cultura por el alquiler de su colección privada, que desde el 2004 se expone en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, ahora Carmen Cervera afirma que «el Mata Mua no se vende, es el amor de mi vida”.

En contexto: Mata Mua (Érase una vez, 1892) de Paul Gauguin es una de las piezas más remarcarles de la pinacoteca. Tras la reapertura del museo después de la crisis sanitaria del coronavirus, cuatro cuadros no cuelgan en sus salas. Martha Mckeen de Wellfleet (1944), de Edward Hopper; El puente de Charing Cross (1899), de Claude Monet, Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Edgar Degas y Mata Mua de Paul Gauguin, que pertenecen la la colección privada de Thyssen.

Después de la salida de las piezas, en pleno confinamiento con el permiso de exportación previamente solicitado al ministerio de Cultura, ahora la baronesa asegura que no desea vender la obra de Gauguin.  «El Mata Mua es un cuadro que adoro, para mí sería un sacrificio deshacerme de él, y él tampoco se quiere separar de mí, ¡si lo he comprado tres veces!», expresa en la revista ¡Hola!.

A lo largo de la entrevista, Thyssen recalca la importancia que ha volcado en que «mi colección privada esté en España», demostrando esa idea desde «el año 1992 y prestándolos de forma gratuita». La retirada del óleo fuera del país ha generado polémica por si su verdadera intención es la venta, pero Cervera reitera que «en estos momentos no hay ninguno vendido, podrían volver a España si finalmente alcanzamos un acuerdo con el Gobierno».

Una idea que tiene que negociar con Cultura para llegar a un buen acuerdo. «Tengo herederos y tengo que pensar en ellos, seguramente llegaremos a un acuerdo, por eso he dado tiempo hasta el 30 de septiembre». Reconoce que alguno «podría venderse, no digo que no, pero van a ir a exposiciones temporales a museos de Europa», añade y reconoce que tiene «muchos gastos y cuatro casas hipotecadas, tengo problemas económicos, igual necesito vender uno de los cuatro, pero no los cuatro como se ha publicado».

Cuando es preguntada si este nuevo acuerdo debería interpretarse como una presión o vendetta, Cervera asegura que «no, ni mucho menos», necesitaba que tuvieran disponibilidad para poderlos prestar y vender alguno. Señala que la colección Thyssen es muy extensa, con 9 obras de Gauguin, «diría que no existe en el mundo una colección privada como esta».

«Pido un alquiler anual. Lo quiero para mis herederos. No puedo pretender que ellos hagan el mismo sacrificio que yo», añade Carmen Cervera quien dice que «dejar el préstamo gratuito es imposible ya, no se puede. Todos tenemos problemas».

La baronesa Thyssen asegura que le han llegado propuestas del extranjero, pagando un alquiler anual, pero nunca se ha querido ir de España. «Soy así, romántica como buena española», resume.