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'Cuatro chavales', el regreso de Carolina Durante más gamberro y rockero

El cuarteto madrileño Carolina Durante publica ‘Cuatro Chavales’, su segundo disco. Un álbum en el que se acercan más a su sonido en directo, pero que mantiene su esencia a nivel lírico

‘Cuatro chavales’, el regreso de Carolina Durante más gamberro y rockero

Carolina Durante | Cedida por la banda

Aunque este año soplará cinco velas, el grupo de música Carolina Durante parece que lleva décadas tocando. Alcanzó el éxito rápidamente gracias a canciones como Cayetano o Perdona (Ahora sí que sí), las cuales han sido tildadas por muchos como himnos generacionales. Una definición de la que el cuarteto prefiere distanciarse. Y muestra de ello es su nuevo disco, Cuatro chavales, en el que la primera canción es toda una declaración de intenciones.

En la letra de Tu nuevo grupo favorito podemos escuchar frases como «solo tienen dos canciones/pero que no son solo canciones/himnos generacionales» o «la paz en el mundo, su próximo paso», como una ironía hacia esa imagen que han querido atribuirles desde la prensa y la industria. Aunque, como dicen a THE OBJECTIVE Mario del Valle y Martín Vallhonrat, guitarra y bajo del grupo respectivamente, ellos se identifican más con tocar y pasarlo bien, que es la idea con la que se fundó el cuarteto.

«Es pretencioso erigirse a uno mismo como portavoz de nada. Tú puedes hablar de ti y de lo que te rodea»

«Es pretencioso erigirse a uno mismo como portavoz de nada. Tú puedes hablar de ti y de lo que te rodea, pero hacer canciones universales me parece presuntuoso. Creo que hay que ser muy bueno para que no quede raro», explica Martín Vallhonrat. A lo que Mario del Valle añade: «De repente nos achacan un deber divino que no es así para nada. El disco viene a recordar que hemos venido a hacer canciones y punto. A divertirnos».

Imagen vía Carolina Durante.
Imagen vía Carolina Durante.

Unas definiciones ante las que se sienten raros ya que consideran que llevan poco tiempo para que sea verdad, aunque el reconocimiento les llegara muy rápido. «Fue bastante súbito», sostiene el guitarrista. «Yo tenía una sensación de que todo se nos iba de las manos. Aun así todo lo que hemos vivido es muy guay, estoy muy feliz y siento que es lo más heavy que me ha pasado nunca».

Acercándose al sonido de sus directos

Y es que Cuatro chavales es únicamente su segundo álbum. Unas canciones que aprovecharon para grabar durante el parón que supuso la pandemia para toda la industria musical. «Llevábamos mucho sin hacer un álbum y, como tuvimos que parar en seco por la covid-19, fue un buen momento quedar en el local y componerlo», explica Martín Vallhonrat.

Un tiempo que les permitió también pulir más los temas y acercarse a ese fuerte que tiene la banda, sus directos. «Quizá en el primer disco no lo reflejábamos bien, pero ahora con más tiempo y más experiencia, hemos conseguido alcanzar el sonido que andábamos buscando. Algo que fue más sencillo porque cuando fuimos a grabar habíamos tocado muchísimo las canciones», cuenta Mario del Valle.

«La intención era hacer un disco que no reflejase el sentimiento de pandemia y desilusión. Queríamos hacer algo más ligero»

Así, en el álbum hay ritmos más potentes, más cercanos al rock y al punk, pero la esencia del grupo sigue intacta. Sobre todo en sus letras. «A nivel lírico, el disco es bastante continuista», sostiene el bajista. «La intención era hacer un disco que no reflejase el sentimiento de pandemia y desilusión. Queríamos hacer algo más ligero, ya que veníamos de canciones más intensas como Joder, no sé o No tan jóvenes. Nuestro rollo siempre ha sido algo más desenfadado».

Imagen vía Carolina Durante.
Imagen vía Carolina Durante.

Letras irónicas y ligeras

Como el tema de Granja escuela, que habla sobre la adicción al juego y a salir de fiesta. Martín Vallhonrat, que fue su compositor, cuenta que su «idea no era hacer una crítica exagerada a estas situaciones, sino hacer algo cómico, algo ligero. Quería mostrar que esta realidad existe». O Famoso en tres calles, en la que hay «mucho pitorreo e ironía. El propósito de esta es cachondearnos de aquellos que piensan que son más que otros solo por pertenecer a unos círculos más elitistas».

También están sus clásicas letras de amor. O más bien de desamor. Como Colores o La planta que muere en la esquina, que representan muy bien cómo entendemos los sentimientos hoy en día. O incluso en Urbanitas, en la que muestran «amor a la ciudad, aun con todos sus defectos».

Lo que está claro es que más allá de hacer himnos generacionales o de ser una revolución musical con cada canción, ellos lo que quieren es pasárselo bien tocando. Y sus fans escuchándolos. Sobre todo en sus directos, con una gira ya anunciada que empieza en marzo y que llegará hasta Latinoamérica. 

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Haciendo honor a Cayetano, una de sus canciones más populares, el cuarteto nos ha hecho una playlist recomendando 10 temas más allá de Morat y Taburete que escuchan sus amigos ‘cayetanos’.

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