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Erika De La Vega: «Nada tiene valor si uno no comparte lo que aprende»

La venezolana llega a España para grabar en el teatro Luchana de Madrid y hacer un taller que propone herramientas para vivir mejor

Erika De La Vega: «Nada tiene valor si uno no comparte lo que aprende»

Erika de la Vega. | Cedida.

Reinventarse es la palabra. Pero no se trata de que la pandemia te haya conducido a aprender a hacer pan en casa. Esto va más allá. Es la idea, el camino que ha recorrido Erika De La Vega tomando conciencia de que hay cosas que es mejor soltarlas para reajustarse y vivir de otra manera. Y todo lo que aprende en esa ruta es lo que comparte desde hace ya más de tres años en su podcast «En defensa propia» y cada vez que tiene la oportunidad de montarse en un escenario.

Son muchas las personas que quieren escuchar a esta Erika distinta, madura, centrada y que tiene tantas ganas de ayudar. Para dar una idea sobre las dimensiones de su comunidad, tan solo el canal de YouTube de ‘En defensa propia’ tiene 418 mil suscriptores, su cuenta de Instagram se acerca a los 3 millones y medio de seguidores y eso sin contar el newsletter que ofrece planes a través de su sitio web.

Para la locutora, animadora y comediante venezolana, en este proceso que comenzó en la consulta a un psicólogo ha sido fundamental encontrarse con Alejandra Llamas, una mexicana-estadounidense, autora de libros súper vendedores como El arte de conocerte, Una vida sin límites y –el más reciente- El libro de oro y que además es creadora del llamado Proceso MMK que apunta al logro del autoconocimiento y la conciencia del ser.

Si se le pregunta a Erika De La Vega por dónde podría comenzar alguien para tener una buena idea de lo que es En defensa propia, no duda en apuntar a los capítulos en los que ha tenido a Alejandra Llamas como invitada. Desde que grabaron por primera vez en enero de 2020 se volvió una «tradición» que el primer programa de cada año sea con ella.

Y ahora, finalmente, esa alianza va un poco más allá: el 3 de noviembre, en el Teatro Luchana de Madrid, Erika y Alejandra grabarán un episodio especial –con público- de En defensa propia y el 5 de noviembre, en el Espacio Montesa, también en Madrid, dictarán un taller al que han bautizado ‘Libérate, En defensa propia: Del miedo al amor’.

-Estás sacando tu podcast a viajar y a montarlo en un escenario…

-Desde que comenzó el podcast empecé a viajar. Tenía una alianza con WeWork y eso me daba la posibilidad de grabar los episodios con público en vivo en diferentes oficinas de WeWork en Latinoamérica e incluso en Madrid lo hicimos una vez. Hice varios viajes, entrevisté a mujeres de diferentes países, pero con la pandemia todo eso paró. Ahora lo retomo y en esta oportunidad con Alejandra, quien es una de mis invitadas regulares al podcast. Todos los años comienzo con una conversación con ella. Para mí Alejandra ha sido clave y sé que también lo es para muchas otras personas en ese camino de cambios.

Con Alejandra he tratado de hacer diferentes formatos, diferentes manera de trabajar juntas y finalmente se dio la visita a Madrid en el marco del lanzamiento de su nuevo libro, a grabar ese episodio de comienzo de año con público en vivo, sabiendo la cantidad de gente que está allá que sigue el podcast. Esto que vamos a grabar en Madrid es el episodio de comienzo de 2023 y lo chévere es que quienes vayan van a poder participar y hacer sus propias preguntas. La idea es hacer de este episodio, que ya es una tradición en En defensa propia, algo diferente con el público en vivo. Eso es el 3 de noviembre. El 5 de noviembre, que es sábado, vamos a aprovechar ella y yo de hacer un taller.

-¿Es la primera vez que dictas un taller?

-Es la primera vez que hacemos un taller juntas. Alejandra es coach desde hace 20 años, tiene 10 libros, ha hecho conferencias, lleva un largo camino adelantado… Ahí yo, que soy la «nueva» en esto, voy a compartir todo el aprendizaje que me ha dado “En defensa propia”: son más de 200 entrevistas las que he hecho, entonces sí ha habido un aprendizaje, cosas nuevas en mi vida, una nueva visión, una nueva manera de relacionarme. Eso es lo que estoy compartiendo en este taller con Alejandra.

Siento que es el momento correcto para empezar a compartir los aprendizajes que me han dado En defensa propia y estos cuatro años de trabajo interno. Este taller con Alejandra ya tenemos ganas de hacerlo también en otros países, de que forme parte de nuestra agenda y aprovechar que ya nos podemos ver y podemos hacer eventos presenciales para seguir aportando en este camino que mucha gente ha decidido tomar, que es verse hacia adentro, conocerse y a partir de allí, hacer cambios para vivir mejor, para vivir una vida más amable.

-Precisemos, ¿cuál es la estructura de la presentación del 3 de noviembre, qué va a encontrar el público que asista? ¿Y qué encontrarán quienes asistan el 5 de noviembre al taller?

-El 3 de noviembre será una noche donde vamos a compartir la grabación del episodio de En defensa propia y la gente va a tener la oportunidad de hacer preguntas, expresar sus inquietudes y sus dudas. Este episodio se verá en enero de 2023 y quienes estemos ahí viviremos ese momento de grabación de una conversación que la vamos a enfocar en hasta dónde uno tiene que empujar para que las cosas pasen y cuándo dejarlas ir y soltarlas y que se den… esa línea fina que hay entre forzar las cosas y no. Ese es el tema central.

El taller será toda una mañana en la que vamos a tener un espacio para trabajar en nosotras mismas. Muchas veces decimos «yo trabajo en mí misma, tengo tiempo para pensar en mí», pero esas ideas y esas conclusiones a las que llegamos uno no las anota, uno no las cuantifica, uno no toma responsabilidad de lo que piensa. Ese tiempo donde te sientas a verte a ti mismo y también a aprender de lo que pasa en la vida de los demás, a aprender herramientas para hacer tu vida más amable, ese espacio de sentarse, de escribir, de verlo y después leerlo, es necesario. Alejandra y yo lo hemos hecho y creemos que es poderoso, creemos en eso y nos ha dado la oportunidad de cambiar cosas de nuestras vidas, así que queremos trabajarlo con la gente, mostrarles herramientas para vivir desde el amor y no desde el miedo. Vivir desde la confianza en uno mismo y no desde el miedo.

Erika De La Vega

-¿Quién es Alejandra Llamas para ti, qué te lleva a organizar todo esto con ella?

-Alejandra tiene todo en el oficio: es coach, es escritora de best sellers, es como una maestra de vida. Es una mujer que ha hecho un trabajo de años y todo ese conocimiento ella lo ha compartido a través de de sus libros, de sus charlas y de otros medios. Yo la siento como la persona que me ha ayudado a identificar ese diálogo que tengo en la cabeza, ese diálogo que muchos tenemos en el que nos decimos «nada me sale bien», «todo el mundo está en mi contra», «nadie me invita»…

Eso de darle la responsabilidad a los demás de lo que te sucede en la vida ella me ha ayudado a voltearlo y a ver que yo soy la responsable de lo que ocurre en mi vida y que puedo cambiarlo. Ella ha sido una maestra para derribar esos velos que uno tiene al frente y que no te dejan ver con claridad lo que está sucediendo, ha sido una guía para entender que todas las respuestas las tienes dentro de ti y saber que también necesitas voluntad para poder verlo dentro de ti y que debes buscarlo para encontrarte. Y además es una maestra súper maternal, súper amable, que no te juzga, que no te señala, no te acusa ni se ríe de ti, sino que más bien es muy comprensiva y compasiva.

Y es un ejemplo. Hoy en día puedo decir que soy su amiga y eso me ha permitido ver cómo ella reacciona a las adversidades de la vida: ella es una practicante de sus enseñanzas. Yo le tengo mucho cariño, mucho respeto. Y sigo aprendiendo de ella.

-¿En qué medida el podcast y este tipo de actividades como las de Madrid son también una terapia para ti?

-Ufff, a diario. Todos los temas que abordo en el podcast tienen que ver con algo que me está pasando con ese tema en específico. Quizás hay un grupo de personas interesadas en saber de otros temas y entonces voy y busco las respuestas para ese grupo de personas, pero básicamente lo hago para recordarme a mí herramientas, ponerme otra vez en mi centro. Es algo que me apasiona tanto porque siento que he cambiado mucho gracias a esto. Y he conseguido cosas en mi vida, no en el sentido material, sino que he podido cambiar, he podido verla distinta, tengo otro punto de vista, actúo diferente, reacciono diferente. No todo el tiempo me sale igual, pero digamos que la mayoría de las veces estoy consciente de cómo hablo, de cómo llevo la vida. Soy una observadora permanente de mi desempeño.

Este tema me apasiona tanto porque me ha funcionado, porque he visto resultados. No puedo ahora hablar de otra cosa. Quiero convencer a la gente de que hay una manera de cambiar la vida y de que simplemente se necesita voluntad. Uno puede salir de este drama de victimismo que uno crea, para hablar desde la responsabilidad. Como a mí me ha funcionado, estoy como enajenada con este tema y siento que puede ayudar a mucha gente.

Aquí se unen varias cosas, yo he comunicado toda mi vida y ahora he decidido comunicar desde este lugar, desde este punto de vista. Mucha gente me pregunta, «¿bueno Erika y el humor y el stand-up?». El humor no se va de mí, pero es que esto me apasiona demasiado y si quiero ser coherente conmigo misma tengo que escucharme y seguir en lo que de verdad me está apasionando en este momento y este es el tema.

-Y además es como si de alguna manera te pagaran para hacer tu propia terapia, eso debe ser único en la historia…

-Jajaja.. pero es que estos eventos presenciales le dan también a la gente la oportunidad de hacer sus propias preguntas. Yo tengo la posibilidad de hacerlas todas y más allá, entonces para democratizar un poco el espíritu de En defensa propia está esto de que la gente pueda hacer sus preguntas.

En defensa propia ha crecido y se ha convertido en una plataforma para visibilizar a mujeres, para hablar sobre empoderamiento, no solo se trata de abordar estas herramientas para conocerte mejor, sino de sentirnos a nosotras más, sentirnos seguras, quitarnos el síndrome del impostor, hablar con mujeres que son CEO de sus propias empresas… La conversación se ha expandido. Y siento que no se acaba, que estoy tocando cada vez más temas que hacen que la mujer que escuche, tome más seguridad en ella y vea su propio valor.

Todos los jueves durante cuatro años he conversado de esto. Y últimamente lo he hecho con mujeres que han decidido cambiar sus vidas, que están empoderadas, que no dudan de su capacidad ni de su valor. Si otra mujer que está escuchando del otro lado está dudando de lo que es capaz de hacer, este hábito de escuchar todos los jueves una historia como esta, transforma a las personas. Estos últimos meses me he dedicado a buscar más esas historias que hablan de empoderamiento. Hay espacio para seguir viéndonos hacia adentro y que no haya excusas.

-Y en el caso de Madrid estás llevando y compartiendo con tu audiencia a alguien a quien consideras tu maestra…

-Claro. Uno antes estaba muy atado a su puesto de trabajo, yo era esa mujer que pensaba: «Me costó mucho llegar a este puesto en la radio, en la televisión, por qué voy a tener que compartir cómo lo hice». Y esa mentalidad me cambió completamente, me parece que nada tiene valor si uno no comparte lo que aprende.

Tomando esto como premisa, si no comparto a Alejandra, si no comparto el conocimiento de otras mujeres en mi propia plataforma, ¿qué sentido tiene todo?

He aprendido también que si una mujer llega, nos está abriendo camino a las que venimos atrás. Si yo llego, le abro camino a la que viene atrás. Si puedo impulsar a otra que va a llegar más lejos que yo, pues entonces la impulso. Esa inseguridad de antes es algo que pude transformar, así que compartir a Alejandra para mí es lo natural, lo que tiene que suceder. Y quiero que más gente la conozca y más gente conozca a las mujeres con quienes me he sentado a conversar. El reto es buscar diferentes maneras y canales de hacerlo, que no sea solo el podcast sino en la comunidad de En defensa propia.

Erika De La Vega

-¿Qué publico esperas encontrar en Madrid? ¿Venezolanas, latinoamericanas en general?

-Me ha escrito mucha gente de Latinoamérica. Obviamente que a la comunidad venezolana espero encontrármela en pleno, porque es mi público primario, si no estuvieran ellas no hay nadie, no tuviera nada sentido. Pero he recibido mensajes de mexicanas, españolas, guatemaltecas que van a ir…

He procurado en el podcast, cuando hablamos de empoderamiento y reinvención, que no sea de una sola nacionalidad. Me he preocupado por demostrar que la reinvención no solamente viene por emigrar, viene por miles de cosas y una es emigrar. Hay otros temas: divorciarse, empezar otra relación, cuando los hijos se van de la casa, cuando dejas de hacer lo que hacías durante muchos años y comienzas algo diferente, la salud… Me he ocupado de expandir la visión y que pueda abarcar a la mayor cantidad de nacionalidades, pero sí, en todas las ciudades a las que voy espero encontrarme a mi grupo de venezolanos, como siempre lo han hecho, como siempre me han apoyado y han estado.

-Tu podcast no se identifica como algo venezolano, los temas que tratas son universales…

-Sí, son de muchas nacionalidades. También para escuchar diferentes experiencias, entender que no solamente somos nosotros y nuestras circunstancias: hay gente de otras nacionalidades que están pasando por experiencias que no son las mismas de los venezolanos. Esto nos hace más comprensivas.

Esto también pasaba con la comedia. Yo le he sacado provecho a cómo incluir a más gente en lo que hago. Estando en Miami con el stand-up me tenía que hacer entender por cubanos, mexicanos, colombianos… Esa fue mi visión en ese momento y también en la comedia me fui por temas universales femeninos, más que por nacionalidades.

-A eso te lleva también estar fuera del país, estar donde estás…

-Y es la circunstancia, es la realidad. Estoy fuera de Venezuela, estoy alrededor de muchas nacionalidades, no puedo ponerle resistencia a lo que está pasando sino abrirme y aprovecharlo. Igual no fue tan fácil… te estoy hablando de 10 años atrás. Son temas que en su momento los hablé, ya los pasé, ya los resolví. Al principio no era nada cómodo hablar de otra realidad diferente a la venezolana, no importa donde yo estuviera, mis problemas estaban en otro lado aunque ya no me estaban tocando como antes. Eso ya fue un proceso psicológico y de derribar resistencias dentro de mí, que ya no están, las procesé, las viví y estoy en otro lugar. Es lo que nos pasa a todos cuando salimos y hacemos vida en otro país.

-Terminas por caer en cuenta de algo muy obvio: los problemas de los venezolanos no son los únicos, no te puedes quedar ahí…

-Esa máxima de que cuando uno emigra cambia sus problemas por otros… Pero los primeros años tú quieres que tus problemas sigan siendo los mismos. Y es imposible. Uno pone ahí mucha resistencia, mucha nostalgia, hasta que te das cuenta de que o cedes y empiezas a cambiar y a vivir la ciudad y el país donde estás, o te revientas.

-Llevar el podcast al público y empezar a hacer talleres, ¿te pone ya en el camino a ser una coach, no?

-Sí, pero me gustaría tener muchas más herramientas. Todavía estoy aprendiendo.

-¿No vas a habilitar la consulta?

-Todavía no he abierto el consultorio… Mi consultorio es En defensa propia, todos los jueves lo abro para hacer una terapia pública y el público hace terapia conmigo. Pero sí, quizás ese sea el camino más natural, lo siento cada vez con menos resistencia… Vamos a ver…

-Nuestros padres no tenían estas herramientas a la mano, pero ahora están ahí un montón de propuestas y de concepciones sobre cómo encarar la vida, etcétera… ¿no se corre el riesgo de ir a lo extremo, a que para tomar una decisión alguien consulte a tres gurús, dos coachs, a un astrólogo, haga una terapia y luego vea dos capítulos de “En defensa propia”? ¿Cómo evitar llegar a eso?

-Yo lo que creo es que todas las herramientas que existen, desde gurús y astrólogos a psicólogos, las utilizas para encontrar las respuestas que están dentro de ti. Cuando llegas a ese lugar en el que dices, «ah, es que esto ya lo sabía pero no tenía la seguridad o no me estaba escuchando o validando», cuando llegas ahí tienes el camino para ir por la autopista tomando tus decisiones. No niego que hay momentos en los que uno necesita ayuda y ahí vuelvo al coach, al psicólogo, a mi terapia, pero ya me siento muy en capacidad de tomar mis propias decisiones. Y al final eso es lo que quieres. No quiero depender todo el tiempo de alguien para tomar decisiones, quiero tener la seguridad y la claridad para poder hacer mi vida.

A quien esté en esta búsqueda le diría que lo que estás es buscándote a ti mismo y cuando te encuentres te digo que confíes y te empoderes de la manera donde puedas hacer tu vida y saber que cuentas con esas herramientas que te ayudaron a verte a ti mismo. Y que cuando te resbales, o cuando se te tranque la tuerca y no sepas cómo aflojarla, sepas que cuentas con esas herramientas y esas personas a tu alrededor. Parte también de andar bien por la vida es saber que cuentas con un grupo de personas que están contigo, personas a las que puedes llamar y pedir ayuda, porque ya te diste cuenta de que pedir ayuda no es debilidad.

-Seguramente has recibido cientos de consejos, ¿cuál ha sido uno de los más valiosos que te hayan dado a lo largo de estos años de trabajo contigo misma?

-Hay uno muy chévere, que me funciona: que no soy mis pensamientos, yo soy la que ve los pensamientos y puedo crearme otra historia. No soy mis pensamientos, me puedo desligar de mis pensamientos. Ese ha sido uno de los consejos más poderosos que he recibido porque me ayuda a salir de esos pensamientos del pasado que traen nostalgia, arrepentimiento, culpa… Y me ayuda también a salir de los pensamientos catastróficos del futuro, que crean ansiedad. Me ayuda a estar en el presente lo más neutral posible o a darme cuenta de que me estoy yendo a otras historias que no son la realidad.

Otro ha sido empezar a hacer cosas diferentes, por más tonto que suene. Hacer cosas por primera vez a estas alturas de la vida ha sido clave para poder hacer estos nuevos canales neurológicos, crear nuevos caminos en mi cerebro y no actuar todo el tiempo igual y con hábitos y actitudes que no me llevan a ningún lado. Hacer un camino nuevo en mi cerebro para actuar y reaccionar diferente ante eventos que se repiten una y otra vez en mi vida. Esto es hacer nuevas cosas por primera vez, hacer cosas diferentes, sentirme incómoda… Son muchos los consejos, pero esos son clave.

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