Francia vs Croacia: la final del Mundial de Qatar 2022 que desea todo el madridismo

El Mundial de Qatar llega a su fin. Dentro de seis días, los 88.986 espectadores que poblarán el Estadio de Lusail verán levantar la copa de campeón del mundo a uno de estos cuatro hombres: Lionel Messi, Luka Modric, Hugo Lloris o Romain Saiss. Y claro, con 28 de las selecciones ya eliminadas y con España en casa desde los octavos de final cada aficionado establece sus preferencias. Los culés lo tienen claro: «Messi debe alzarse con el título para cerrar definitivamente el debate sobre quien es el mejor jugador de todos los tiempos y desbancar a Maradona» (pocos en la ciudad condal se acuerdan de Dembélé y Koundé, únicos barcelonistas en pie).

Nuestra amplia colonia marroquí, muchos románticos y ‘panenkitas’ y algunos de los sevillistas a los que he consultado apoyan a Marruecos. Son «el débil», el conjunto revelación, y tiene en sus filas a los nervionenses Bono y En-Nesyri. Y digo algunos porque en la albiceleste los de Sampaoli cuentan con tres representantes: Acuña, Montiel y el Papu Gómez. Los del Atlético de Madrid te dicen que «van con Griezmann antes que con Nahuel Molina», los del Real Valladolid que «quieren ver triunfar a su central El Yamiq», pero si preguntas en la vereda madridista la cosa está muy pero que muy dividida: en Francia juegan Tchouaméni y Camavinga pero es que en Croacia maravilla un tal Luka Modric. Solo hay un punto de acuerdo en Castellana: reeditar una final Francia vs Croacia como la de 2018 y que gane el mejor.

3 en Qatar y 10 con Pintus

El Real Madrid contaba con 13 merengues en Qatar el 18 de noviembre. El primero en volverse antes de que empezara la fiesta fue un Karim Benzema que cayó lesionado y acabó desconectando de tanto disgusto en unas merecidas vacaciones en la Isla Reunión. Entre el 1 y el 2 del presente mes, llegaron las primeras sorpresas: Alemania, Bélgica y Uruguay caían eliminadas en la fase de grupos. Eso significa que Rudiger, Courtois, Hazard y Fede Valverde se volvían para casa. Poco después, se produjo la debacle española en octavos. Carvajal y Asensio regresaban a la capital. Y ya en cuartos aconteció el batacazo canarinho: Vinicius Junior, Rodrygo y Militao se despedían del sueño mundialista.

Esto, en clave Real Madrid, supone una ventaja deportiva (que no anímica) para los de Ancelotti. La pretemporada invernal arrancó el 1 de diciembre con los no convocados para el mundial y hace un par de días se incorporó Karim Benzema. A partir de ahora, están comenzando a llegar en goteo el resto de internacionales. Tal y como me confesó el propio Ancelotti: «Los mundialistas tendrán 10 días de descanso desde su eliminación», y después se irán poniendo progresivamente en las manos de Antonio Pintus.

El preparador estrella del Real Madrid ha diseñado un plan de trabajo basado «en los ejercicios de fuerza y de velocidad». El objetivo es «ganar agilidad con progresiones en carrera de un máximo de 4000 metros» y «realizar un trabajo de alta intensidad en el gimnasio para evitar lesiones musculares». Preocupa en este aspecto a los servicios médicos del Madrid «el brusco cambio de temperatura entre el calor qatarí y el frío del invierno en Madrid». 

Los últimos en regresar para seguir el plan diseñado por Pintus serán los citados supervivientes en el emirato: Modric, Tchouameni y Camavinga que, al ir por diferentes partes del cuadro, podrían verse las caras en la finalísima del día 18. Para ello los galos tendrían que doblegar a la combativa Marruecos el miércoles y la Croacia de Modric debería vencer esta noche a los argentinos con Messi a la cabeza. 

Más Modric y menos Messi

Los cuartos de final nos dejaron varias imágenes para el recuerdo. La más inspiradora fue la de Luka Modric consolando a varios jugadores de Brasil tras la tanda de penaltis. Se detuvo en especial con su ‘hijo’ Rodrygo , que falló desde los 11 metros, y al que susurró al oído: «No pasa nada. Todos fallan. Vas a volver más fuerte. ¡Te quiero!». La tierna escena, que acababa con un beso del croata al brasileño, no puede ser más diferente que la que nos dejó Messi en el Argentina vs Holanda.

Lionel, absolutamente desconocido, dedicó una celebración a lo ‘Topo Giggio’ (con las manos en las orejas) en la cara de un Van Gaal con el que tenía cuentas pendientes. Asimismo, rajó de lo lindó sobre el colegiado español Mateu Lahoz (que le perdonó una amarilla) en el post partido y nos dejó boquiabiertos insultando al holandés Weghorst en pleno directo para TYCSports en su versión más maradoniana: «¡Qué miras, bobo!¡Qué miras, bobo! ¡Anda para allá, bobo!». Es importante saber perder, pero incluso lo es más saber ganar. Por más deportistas como Modric y menos como Messi.