Deflactar el IRPF: ¿en qué consiste y cómo puede ayudar en la situación actual?

La escalada de los precios ha sido una constante durante los últimos meses, con una inflación no vista desde hace años. Hay una parte de la población que, por suerte, ven cómo sus sueldos también están aumentando para intentar hacer frente a esas subidas y evitar perder poder adquisitivo. Y es que cobrar mil euros al mes a día de hoy no cubre los mismos gastos que hace un año y, mucho menos, que hace cinco.

No obstante, un incremento del salario puede significar también tener que pagar más IRPF. Esto ocurriría en los casos en los que la subida de sueldo suponga que el contribuyente cambie de tramo, ya que este impuesto tiene carácter progresivo (esto es que grava más cuanta más renta perciba el trabajador, por lo que no es igual para todos).

¿Qué es deflactar el IRPF?

De esta forma, el sueldo subiría nominalmente pero, en la práctica, el poder adquisitivo no lo haría también ya que el pago del impuesto se comería ese aumento. Es aquí donde entra en juego la deflactación.

Esta consiste en que, en vez de bajar los tipos impositivos, se modifican los tramos de renta que hacen saltar de un tramo a otro. Es decir, esto permitiría que, aunque el contribuyente cobre un poco más, siga pagando el mismo porcentaje que tenía aplicado antes.

Esta es la medida que ha anunciado el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, precisamente para evitar que la subida de los salarios no tenga ningún beneficio en la práctica para los trabajadores.

En Galicia, actualmente, existe un primer tramo del IRPF que llega hasta los 12.450 anuales. En él, el porcentaje de IRPF autonómico es del 9,40%. Si el sueldo aumentara a 12.451 euros, por tanto, también habría que pagar más. Concretamente el 11,65 %.

Ahora, con la deflación anunciada por la Xunta, ese umbral aumentará. El tipo impositivo empezará a subir en el momento en que el salario pase a ser en torno a los 12.960 euros. El Ejecutivo autonómico estima que esta medida supondrá un ahorro de unos 46 millones de euros para las rentas inferiores a 35.000 euros en la próxima declaración de la renta.

Mantener la capacidad adquisitiva

Es decir, la deflactación consiste en subir los umbrales de la renta a partir de los que aumenta la cantidad a pagar. De esta forma consigue adaptarlos a la subida de los salarios provocada por la inflación y evita que el pago del IRPF acabe con un aumento del sueldo que solo ayuda a mantener el poder adquisitivo, pero en ningún momento lo mejora.

Por tanto, los trabajadores pueden mantener la misma capacidad adquisitiva de antes de la crisis y, además, pueden seguir pagando el mismo porcentaje de renta que tenían aplicado antes.

En definitiva, no es una bajada de impuestos y tampoco supone que una persona pase a pagar menos IRPF a pesar de cobrar más. Es más, tendrá que pagar un poco más pero, al no cambiar de tramo, lo hará en el mismo porcentaje en el que ya lo hacía antes. Lo que sí ocurre es que abonará menos cantidad de la que le tocaría debido a su aumento de sueldo, que en una situación normal le supondría un cambio de tramo y, por tanto, un tipo impositivo mayor.

«Si no se deflacta, si no se adaptan los tramos, y tu subida salarial por la inflación te hace pagar más tipo de IRPF eso supondría que de pronto te están gravando más, pagas más impuestos cuando en realidad no tienes más capacidad adquisitiva», explica el economista y profesor de Economía Pública en la USC Miguel Vázquez Taín a La Voz de Galicia. El experto indica, además, que «si no se deflectan las tarifas, al final lo que hay es una subida encubierta de impuestos».

Galicia aumentará los umbrales en los tres primeros tramos del IRPF autonómico, hasta los 35.000 euros. Concretamente, los límites salariales que indican el cambio de tipo impositivo, según ha anunciado el presidente de la Xunta, aumentarán un 4,1%. Por tanto, haciendo una estimación, el límite del primer tramo (con un tipo del 9,40%) pasaría a estar pasaría a estar en unos 12.960 euros (aproximadamente 510 euros más que hasta ahora).

El límite del segundo tipo (del 11,65 %) pasaría a los 21.028 euros (unos 828 euros más). Y el tercer tipo (14,9 %) permitiría llegar hasta los 36.643 euros (1.443 euros más). También subirán los mínimos personales y familiares exentos de tributación.