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Economía

La banca sube al 2% el tipo de los depósitos de las empresas, el doble que el de las familias

Las entidades suben el interés a los particulares al 0,86% por las imposiciones a plazo, pero centran su estrategia en las cuentas nómina tras el pánico financiero

La banca sube al 2% el tipo de los depósitos de las empresas, el doble que el de las familias

Símbolo del euro. | Europa Press

La banca, poco a poco, está siendo más generosa con los depósitos. Tras las críticas del BCE y la presión del mercado, las entidades abonan ya un 2% a las empresas. Una tasa que es poco más del doble que a los particulares y que el sector desembolsó en febrero, ante del pánico financiero desatado en marzo, a raíz de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y el rescate de Credit Suisse.

Los datos recabados por THE OBJECTIVE reflejan que el tipo que aplican los bancos por los depósitos a plazo de las compañías alcanza, en concreto, un 1,94%. Un porcentaje que llega al 2,10% en el caso de las imposiciones con un vencimiento de entre uno y dos años.

Este interés contrasta con el 1,66% de enero en su conjunto y del 0,66% para periodos medios, según las últimas cifras del Banco de España. Y con el 0,86% de media que están consiguiendo las familias por los depósitos, que para contratos de entre 12 y 24 meses es del 1,29% tras una subida generaliza después de la pausa del arranque del año, en el que hubo un cierto descenso.

Paga más por los depósitos con la nómina tras el pánico financiero

Las grandes bancos no tienen prisa por remunerar por el dinero, debido a que disponen de liquidez suficiente y prefieren que los clientes coloquen sus recursos en fondos de inversión. Sin embargo, a raíz de las turbulencias de marzo las entidades han movido ficha y han elevado de golpe la rentabilidad que ofrecen. Eso sí, para intereses altos, el sector en su mayoría exige la domiciliación de la nómina.

Los primeros que dieron el paso fueron Unicaja y el Sabadell. Posteriormente, Bankinter, Evo, Abanca, ING y Openbank (Santander). Se espera que estos y el resto de principales bancos vayan aumentando de manera progresiva los intereses de los depósitos y las cuentas.

En diferentes momentos, desde hace meses, el BCE ha mostrado sus quejas con el sector al estar retrasando la traslación de su política monetaria el ahorro tradicional. Es más, la presidenta Christine Lagarde ha llegado a reclamar a los clientes a que cambien de banco si el suyo no le ofrece un tipo atractivo.

Que las empresas estén obteniendo un mayor premio por su dinero se debe a una estrategia para evitar una fuga. Las compañías, al trabajar con diferentes entidades a la vez, tienen más fácil mover sus recursos. De ahí que los bancos estén abonando un mayor interés.

Las tasas, pese a la subida, están aún lejos de los niveles a los que cotiza el euríbor tras la abrupta escalada del tipos oficiales. El indicador se encuentra en torno al 3,5%, tras los vaivenes y freno en su remontada debido al pánico bancario de marzo.

Se espera que el BCE continúe con las subidas de los intereses, aunque de una manera más pausada y en función de como evolucione la incertidumbre de los mercados. Por el momento, la inestabilidad parece haber desaparecido, ante cualquier acontecimiento, el pesimismo podría volver a reinar con intensidad.

Lagarde ya ha apuntado a que la lucha contra la inflación es innegociable, anticipando así algunas alzas de los tipos en un futuro próximo. El IPC de la zona euro se ha contenido, aunque está muy alejada de los objetivos marcados por el BCE, de no superar el 3%.

Por contra, los bancos sí han disparado el coste de los créditos como consecuencia del aumento de los intereses y el euríbor. Tanto en operaciones nuevas como en las antiguas que son a tasas variables. Las hipotecas que se firman ahora, por ejemplo, se han encarecido hasta un 3,65% y los préstamos para los autónomos y las pequeñas empresas, hasta el 4,92%.

En el caso de las hipotecas constituidas en el pasado y con referencia al euríbor, las cuotas han avanzado un 40% y ya sobrepasan de media los 1.000 euros mensuales. Los bancos, para ayudar a las familias con menores recursos y mayores dificultades económicas, acordaron distintas medidas con el Gobierno, pero su uso hasta la fecha ha sido muy residual. En parte, por el ahorro embolsado durante la pandemia.

El sector espera que este plan, que incluye moratorias y flexibilidades para el pago, vaya teniendo una utilización superior, ya que prevén que los problemas para los hogares vayan en aumento, ante la persistente inflación y la pérdida de poder adquisitivo.

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