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Economía

Los medicamentos de Sanidad para dejar de fumar no funcionan: caen un 82% en 2022

Se trata del descenso más drástico de todos los fármacos financiados por el SNS: «Es una consecuencia de la escasa eficacia de los disponibles»

Los medicamentos de Sanidad para dejar de fumar no funcionan: caen un 82% en 2022

«Los deshabituantes que se financiaban parece que no han funcionando como se esperaba y por eso, entendemos, que no se utilizaron lo suficiente hasta su retirada».

Los medicamentos para dejar de fumar que hasta 2022 financiaba el Sistema Nacional de Salud (SNS) no han funcionado. Así se desprende del último informe del Observatorio del Medicamento, donde los deshabituantes del tabaco sufren una destacable caída en 2022 con respecto al año anterior de un 82%. Se trata del descenso más drástico de todos los fármacos financiados por el Ministerio de Sanidad, le sigue de lejos los antidiabéticos orales glitazona y biguanida (-56%).

Esta situación se explica, según fuentes solventes del sector consultadas por THE OBJECTIVE, como consecuencia de la «escasa eficacia de los disponibles en 2021 y 2022». «Los deshabituantes que se financiaban parece que no han funcionando como se esperaba y por eso, entendemos, que no se utilizaron lo suficiente», apuntan. El consumo de estos productos ya sufrió un descenso en 2021 con respecto a 2020. Según el mismo informe, elaborado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), en 2021 la prescripción de estos medicamentos cayó un 44%.

Estas caídas coinciden, en primer lugar, con la retirada de Champix en 2021, un popular fármaco para dejar de fumar cuyo principio activo es Vareniclina. Comercializado por Pfizer desde 2007, no fue hasta enero de 2020 cuando el Sistema Nacional de Salud lo incluyó en su cartera de servicios. Sin embargo, un año y medio después, en julio de 2021, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), lo retiró del mercado debido a la presencia de la impureza N-nitrosovareniclina. Estas sustancias no son directamente cancerígenas en sí mismas, pero la activación metabolómica puede hacer que lo sean.

Desconfianza en los deshabituantes del tabaco

Tras la retirada de Champix en 2021, las personas que querían dejar de fumar solo disponían en el mercado farmacéutico de prescripción de Zyntabac (principio activo Bupropion). Sin embargo, financiado por el SNS desde el 1 de enero de 2020, GSK, el laboratorio que lo comercializaba, lo retiró del mercado en noviembre de 2022 al identificarse también en él presencia de nitrosaminas.

Los expertos consultados aseguran que la caída del 82% de los deshabituantes del tabaco en 2022 no se debe solamente a la retirada de Zyntabac, ya que esta se produjo a final de año. «La retirada de Champix ya produjo una desconfianza en este tipo de productos que dejó a muchas personas con dudas a la hora de comenzar un nuevo tratamiento con otro deshabituante», señalan, e indican que tras la eliminación del medicamento de Pfizer hubo un «vacío» y «desabastecimiento» de Zyntabac que en ese momento no se encontraba en farmacias.

No obstante, aseguran que esta situación podría mejorar este año tras la financiación en febrero de 2023 de Todacitan, del laboratorio polaco Aflofarm. Sin embargo, hay que destacar que este fármaco tiene problemas de suministro desde febrero, cuando comenzó a financiarse. En la actualidad, según se desprende del Centro de Información online de Medicamentos Autorizados (CIMA) de la AEMPS, las unidades son «limitadas».

Todacitam es el único fármaco que ahora se encuentra subvencionado por el SNS. Desde GSK señalan a THE OBJECTIVE que, por el momento, no pueden hablar «de plazos para la normalización del suministro de Zyntabac». Por su parte, desde Pfizer apuntan a este periódico que están trabajando para «reformular» Champix y que su retorno «ocurra en algún momento durante el transcurso de 2024» y remediar «los desabastecimientos lo más rápido posible».

Sin estrategia antitabaco

Esta situación deja en evidencia «que no hay ninguna estrategia antitabaco» por parte del Gobierno, coinciden los expertos, que critican que el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo, que contempla asuntos tan polémicos como prohibir fumar en terrazas o incrementar los precios, lleva un año y medio guardado en un cajón.

Sin embargo, como contamos en THE OBJECTIVE, el Ministerio de Sanidad ultima un decreto mediante el cual pretende resolver las cuestiones menos conflictivas del Plan –como imponer el empaquetado genérico y prohibir saborizantes o aditivos en el tabaco calentado– y así hacer un guiño al lobby antitabaco antes de las elecciones.

No obstante, desde diferentes sociedades médicas y asociaciones señalan que este Real Decreto es una medida «bastante insuficiente» si no se acompaña de la puesta en marcha del Plan Integral de Tabaquismo 2021-2025, «paralizado por Carolina Darias». «No se puede terminar con una pandemia que mata a 60.000 españoles anualmente con la incorporación de una sola medida contundente, sino que debe de ir acompañada de todo un lote de medidas, las cuales solo se pueden introducir mediante una ley», hacen hincapié.

El relanzamiento de Carolina Darias, exministra de Sanidad, como candidata a la alcaldía de Las Palmas, habría sido uno de los principales motivos para mantener en ‘stand by’ esta norma. Y es que las actividades relacionadas con el tabaco aportan más de 350 millones de euros anuales a la economía de las Islas Canarias, al consolidarse como el centro de la fabricación de productos del tabaco en España, con la producción de todos los cigarrillos a nivel nacional. Además, generan más de 5.000 empleos en esta zona.

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