Los españoles ya pagan por las hipotecas nuevas más que los europeos

Los españoles ya pagan más de media que los europeos para conseguir una hipoteca tras el acelerón de los precios llevado a cabo por los bancos nacionales en los últimos meses. Las entidades, que a lo largo del pasado ejercicio elevaron con menor intensidad los tipos de interés que reclamaban por los préstamos para la adquisición de la vivienda que sus competidores de la zona euro, en este 2023 han adoptado una posición más restrictiva para la concesión, hasta superar las tasas del conjunto del Viejo Continente.

Según los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco Central Europeo (BCE), el interés sintético —que agrega los créditos a corto y largo plazo— se situó en nuestro país en el entorno del 3,5% en febrero. Un porcentaje que contrasta, de acuerdo las cifras recogidas por el supervisor en su último informe mensual, con el 3,2% aplicado por las entidades comunitarias.

Eso sí, la banca española aún no es la que tiene el coste de las hipotecas en su nivel más alto de toda la Eurozona, ya que, entre los principales mercados europeos, en Italia y en Francia los intereses exigidos rozan ya el nivel del 4%. En Alemania, en cambio, las hipotecas son mucho más baratas, al estar por debajo del 2,5%.

El cambio en la política comercial de los bancos se está produciendo en un momento en que la actividad se está resintiendo de manera aguda como consecuencia del encarecimiento de la financiación ante la escalada del euríbor y de los tipos oficiales tras la invasión de Ucrania, hace ya más de un año.

Encarecimiento más rápido de las hipotecas

Debido a este incremento del precio oficial del dinero, el crecimiento de las tasas por parte de los bancos de todo el Viejo Continente ha sido generalizada. También en lo que respecta a la financiación que otorgan a las empresas y la relativa a la adquisición de bienes de consumo.

Pero el BCE sostiene que los encarecimientos de las hipotecas están siendo «más rápida que en anteriores ciclos de alzas de los tipos oficiales». Así, en Europa se han casi duplicado desde mayo de 2022, según la evolución de los precios. En España, tras el acelerón de los últimos meses, la tasa es el doble que la reclamada entonces.

La tendencia se ha pronunciado recientemente, a falta de confirmación oficial, debido a que los bancos españoles han elevado este mayo hasta un 6% el interés por las nuevas hipotecas, incluso con las bonificaciones de las que se pueden beneficiar los clientes al contratar una serie de productos adicionales, como la domiciliación de la nómina y seguros, entre otros.

Las entidades de nuestro país, además, están aprovechando este nuevo entorno para intentar mejorar lo máximo posible su rentabilidad, que ha estado muy castigada en la era de tipos negativos. Están siendo de las menos atractivas de Europa para colocar depósitos. El tipo que pagan también también ha ido escalando y acelerándose en los últimos meses por las imposiciones.

En marzo, según los datos del Banco de España, el interés por los depósitos a doce meses se duplicó en marzo en España, hasta el 1,36%, coincidiendo con la crisis financiera desatada en Estados Unidos por la quiebra de Silicon Valley y la posterior caída de Credit Suisse.

Con estas diferencias entre los que piden por las hipotecas y lo que abonan por el ahorro, unido a la subida de los préstamos en cartera —que se están disparando por el alza del euríbor—, los bancos están experimentando un crecimiento de sus márgenes operativos. Unos ingresos que irán a más y que se prevé que hasta mediados de 2024 alcancen un extra de unos 20.000 millones.

Hay que tener en cuenta que por ahora solo se han revisado al alza una parte de las hipotecas variables concedidas en el pasado y se espera que a lo largo de este 2023 se realice en torno a un 70% de las revisiones relacionadas con el euríbor, que cotiza en el 4%. Un umbral que podría sobrepasarse si finalmente el BCE ejecuta sus mensajes de que aún queda recorrido en su política restrictiva contra la inflación, lo que encarecería aún más el coste las hipotecas vinculadas al indicador, que son más de dos tercios del total.