Indra se prepara para captar el fondo para Defensa del Banco Europeo de Inversiones

La compañía privada participada por el Estado, Indra, se prepara para captar parte de los 200 millones del fondo que anunciará previsiblemente el Banco Europeo de Inversiones (BEI) a finales de este mes para potenciar la industria militar europea. Un plan que se recoge entre los objetivos de la Comisión Europea en plena guerra en Ucrania. Así, y según ha podido saber este periódico, la tecnológica española estaría en muy buena posición y «capturando más fondos de los que le corresponde a España por tamaño de país».

La ingente cantidad que se prepara desde Bruselas será canalizada a través de fondos de capital riesgo y de capital privado que se destinen a inversiones en tecnologías de defensa y seguridad con aplicaciones de doble uso. Según adelantó Financial Times y contrastó este periódico, se espera que el BEI destine 200 millones de euros a dichos fondos, según se le hizo saber el pasado 15 de mayo a los gestores de fondos.

El modelo de negocio de Indra consiste en vender los sistemas de tecnología a los diferentes países. Estos van desde gestionar la comunicación del piloto con la base aérea hasta la navegación -es decir, localizar el avión por medio de radares– pasando por la vigilancia y ubicación a través de radios y GPS. Con los años, la tecnológica española ha ido aumentando de forma significativa su cuota de mercado en Europa. «Gestionamos los sistemas de control de tráfico aéreo de Alemania (Munich fue el último), Polonia, Inglaterra, España, Lituania… en prácticamente todos los países de Europa», apuntan desde la compañía.

Pendiente de la reconstrucción de Ucrania

Indra tiene ahora una gran oportunidad en Ucrania. Cuando acabe la guerra -que esperan que pueda ser pronto- habrá una gran reconstrucción económica y social en el país gobernado por Volodymyr Zelensky. Un escenario observado con mucho interés por multitud de empresas europeas. Entre las partidas destinadas para reparar el país de Europa del este se encuentran todas aquellas relacionadas con la tecnología del tráfico aéreo. Una materia esencial para cualquier territorio.

«Cuando empezó la guerra teníamos unos proyectos que estaban en ejecución y hubo que pararlos. Para nosotros Ucrania es una oportunidad. Aquí habíamos vendido históricamente varios centros de control y radares. Cuando se tienen los sistemas instalados en el país se genera lo que se conoce como aftermarket, que son servicios de mantenimiento y de ayuda a la explotación. Cuando acabe la guerra, Indra va a estar en muy buena posición para poder participar en la reconstrucción de Ucrania en tráfico aéreo«, afirma Ramón Tarrech, director de estrategia de Control de Tráfico Aéreo de Indra, a este medio.

El cielo único europeo

Hace dos semanas, la asociación Sesar (que lo conforma el sector público y privado europeo para la investigación tecnológica del tráfico aéreo) visitó Madrid. Hubo encuentros con las grandes empresas españolas del sector, como la propia Indra o Aena. Allí se trató la tercera fase del programa Sesar, que comenzó en 2008. «El día 26 de junio se aprobarán avances en proyectos de innovación con inteligencia artificial. Durante aquellos días también se estudió cómo involucrar a los reguladores en las certificaciones este tipo de tecnologías del sector», comenta Tarrech.

Por otro lado, la delegación de Sesar visitó las instalaciones industriales de Indra para ver cómo acaban desarrollándose los diferentes planes de la empresa. Desde la empresa aseguran haber recibido «un buen feedback de Bruselas» y califican la visita de «muy satisfactoria».

«Hay un ‘máster plan’ europeo en el sector del control del tráfico aéreo que se va actualizando desde hace 15 años. Hay que poner de acuerdo a los proveedores de servicio -los ‘Enaires’ europeos- para que den las referencias a los tecnólogos (como, por ejemplo, Indra) para ver qué pueden contratar y después hay una fase de despliegue. A largo plazo el debate en Europa es cómo en el sector de la aviación introducimos mejoras respetando el medioambiente en este tipo de tecnologías«, apunta Tarrech.

Por último, existe otro programa paralelo al Cielo Único Europeo, conocido como Clean Navegation (navegación limpia), donde se encuentran gigantes del sector de la aviación, como, por ejemplo, Airbus. Existe un debate abierto sobre qué tipo de combustible verde usar para reducir la contaminación del tráfico aéreo. «La apuesta que está haciendo, sobre todo desde Francia, es el SAF (combustible sostenible para la aviación, según sus siglas en inglés). Es posible que en 2025 vuelen vehículos con motor eléctrico, pero a gran escala es lo que está por ver«, sentencia Tarrech.