Sánchez 'regala' a Puente un ministerio estrella pese a dejar las cuentas de Valladolid tiritando

El presidente del Gobierno ha premiado este lunes al exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, con el Ministerio de Transportes y Movilidad en esta nueva legislatura. La decisión de Pedro Sánchez no deja de ser un reconocimiento al hoy diputado socialista, que fue el encargado de responder, en nombre de su formación en el Congreso, al candidato del PP a la presidencia, Alberto Núñez Feijóo, en su debate de investidura.

Puente, que se encargó de regir el consistorio vallisoletano y, entretanto, estuvo en lo más alto de la Ejecutiva Federal del PSOE, abandonó en 2021 sus cargos en Ferraz, dejando también la portavocía. Ahora llega a uno de los ministerios estrella de cualquier Ejecutivo, dado el elevado volumen presupuestario que desde este negociado se maneja, pero lo hace entre sombras de cohecho, que no se han podido demostrar, y habiendo dejado las cuentas de la capital administrativa de Castilla y León tiritando.

Un hecho que constató la Airef, y que el propio interventor municipal confirmó el pasado 4 de octubre, señalando que, entre otras conclusiones, «el Ayuntamiento de Valladolid presenta riesgo de sostenibilidad y recomienda que se eviten incrementos de gastos o reducciones de ingresos con carácter estructural».

El interventor del ayuntamiento castellano añade en su informe, referido al periodo de Óscar Puente, una situación agravada en 2023 por los gastos corrientes de los entes dependientes y del Ayuntamiento, que continúan incrementándose por encima de todos los índices, destacando que las causas de este crecimiento, por lo general, no son imputables a la crisis.

La herencia de Puente

Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, el exedil vallisoletano deja tras de sí una herencia municipal con una previsión de déficit de 37 millones de euros. Una cantidad que no viene marcada por el enfrentamiento político del consistorio, sino que viene avalada en el informe técnico elaborado por el interventor de esta administración, quien sostiene la necesidad de llevar a cabo una auditoría externa a la empresa Auvasa, puesto que el informe lo considera como una de las entidades que más ha destacado respecto al singular incremento de gasto.

De hecho, el 31 de mayo -apunta este negociado-, «aún quedaban pendientes de pago 10,3 millones de euros correspondientes a la adquisición de autobuses para transporte colectivo urbano, por falta de liquidez de Auvasa».

En esa clave, entre otras observaciones y medidas a tener en cuenta, añade que la proyección de déficit de este ayuntamiento para el ejercicio 2023 es de 37,3 millones de euros y que las previsiones presupuestarias que dejó Óscar Puente con su gestión, para hacer frente a los intereses de todos los préstamos que tiene el Ayuntamiento, «eran manifiestamente insuficientes», por el incremento de los tipos de interés. Por ello, «recientemente se ha tenido que suplementar con 2,2 millones de euros la partida correspondiente para atender el pago de los intereses de la deuda (el pago de intereses por la deuda municipal en 2023 es de casi 5,7 millones de euros)».

De este modo, señala el trabajo del interventor, el endeudamiento por habitante es de 754 euros, dato indicado en la Cuenta General del ejercicio 2022 del Ayuntamiento de Valladolid, recientemente aprobada, mientras que la cuenta general del ejercicio 2022 ha presentado un desahorro total neto de -20,7 millones de euros, que se une a los resultados negativos de desahorro de las cuentas generales de los ejercicios 2020 y 2021.

La sombra del cohecho

Además de estas circunstancias económicas, Puente deja también a su ciudad con otro problema empantanado. Se trata de la celebración de los conocidos Premios Goya, un proyecto muy importante para la ciudad, y que ha sido destacado por la Intervención del Ayuntamiento de Valladolid «como ejemplo flagrante de mala gestión, puesto que no contaba con la financiación presupuestaria correspondiente, y sí que contaba con una cláusula de penalización por importe del canon si no se cumplían las condiciones firmadas entre el gobierno municipal anterior con la Academia de Cine».

Y así ha sido -admite el actual ayuntamiento- porque, finalmente, el consistorio se ha visto obligado a tramitar los correspondientes expedientes de modificación presupuestaria, ya que el contrato con la Academia de Cine se firmó sin el soporte de financiación necesaria y con esa cláusula que compromete al Ayuntamiento de Valladolid a indemnizar con casi tres millones de euros «a la Academia en caso de incumplimiento de la Gala».

Pero la mala gestión económica no es la única sombra que persigue a Óscar Puente, quien durante su mandato como alcalde ha quedado señalado por dos casos de supuesto cohecho: el del uso de un vehículo todoterreno de alta gama, valorado en más de 170.000 euros, que pertenecía al Grupo Recoletas, quien ha obtenido varias concesiones del ayuntamiento y, un viaje y estancia en un yate durante al menos dos días en las Islas Baleares. Un yate del que es propietaria la empresa Zaiglobal Services S.L., dedicada a energías renovables, y a quien se le adjudicó un contrato de más de 195.000 euros.

Sobreseídos los casos por falta de indicios aparentes -si bien son susceptibles de abrirse de nuevo-, Puente tendrá que enfrentarse este viernes a su primera huelga: en este caso de Renfe y Adif, cuyos sindicatos exigen el mantenimiento de la integridad tanto de la Red de Infraestructuras Ferroviarias como de Renfe Operadora.

Cuando llamaba secta al independentismo

Frente a esta reivindicación sindical y frente a la posición y las demandas ferroviarias de los independentistas catalanes, al dirigente socialista no le quedará más remedio que apechugar o retractarse de las declaraciones que hizo hace unos años en el transcurso de una entrevista, donde literalmente afirmó: «Uno ve ciertos componentes de comportamientos de secta en una parte del independentismo porque da la sensación de que este hombre es una especie de Charles Manson y les tiene a todos metidos en una habitación», decía . «Da la sensación -remataba entonces- que van a un suicidio colectivo, pero lo malo es que están arrastrando con ellos al pueblo catalán y en parte también al pueblo español, que están relegando los problemas reales del país a todas estas historias que no van a ningún sitio».

Además de las inauguraciones, Óscar Puente tiene ante sí otros retos además de la ejecución de los fondos europeos y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre Pedro Sánchez y los independentistas en materia de transporte y de ayudas europeas, porque no hay que olvidar que las fuerzas secesionistas catalanas han reclamado el 19% de los fondos Next Generation, en lugar del 14% que recibían hasta ahora.

Antes, Puente habrá de resolver la Ley de Movilidad Sostenible, pendiente del trámite parlamentario, una ley sobre la que el sector del transporte tiene puestos todos los ojos.

Del altercado del AVE a llevar el tren

Óscar Puente llegó a la Alcaldía de Valladolid de la mano de Podemos en 2015. Entonces el PS no ganó las elecciones. De hecho, obtuvo el resultado de ocho concejales frente a 12 del Partido Popular, pero Puente hizo prevalecer los pactos con la formación morada. Alejado del principal foco de la política, Sánchez lo escogió, ante la sorpresa del Parlamento nacional, para defender al PSOE y arremeter y dar la réplica a la investidura de Alberto Núñez Feijóo. El hosco tono de su discurso aún resuena, y fue la razón de que un viajero le increpara al día siguiente, y le preguntara por Puigdemont, en el AVE, cuando éste volvía a Madrid. Ahora, y semanas después de aquel altercado que retrasó el trayecto del tren hasta 45 minutos, Óscar Puente será el responsable del funcionamiento de los trenes de España.