Telefónica pierde otros 100.000 abonados de televisión en 2023 y se queda en 3,4 millones

La televisión de Telefónica cerró 2023 con 3.426.000 abonados en España, una pérdida de 100.000 accesos en los últimos 12 meses, según el cribado realizado por THE OBJECTIVE en base a los datos publicados este jueves por la operadora de telecomunicaciones en sus resultados anuales. La cifra se disparó por la fuga de clientes en la primera parte del año, aunque se frenó a partir de agosto tras el lanzamiento de Movistar Plus+, la nueva plataforma de contenidos de la compañía.

Los datos indican que en el primer trimestre perdió 49.000 abonados, en el segundo trimestre se dejó otros 60.000, mientras que la remontada comenzó en el tercer trimestre en 1.000 altas y 8.000 entre octubre y diciembre. La operadora confía en que esta tendencia positiva vaya a más durante este 2024 y así logren frenar la dinámica negativa con cifras a la baja desde el año 2019, antes de la pandemia.

El récord de abonados de televisión de Telefónica se registró en junio de 2019 con 4,1 millones y cerró ese año con 4,073 millones, para bajar a los 3,934 en 2020 (un 3,4% menos), a los 3,716 en 2021 (un -5,5%), a los 3,526 en 2022 (-5,1%) y a los 3,426 en 2023 (-2,8%). En cuatro años se ha dejado 647.000 clientes, un 16% menos. La operadora ha explicado que buena parte de estas bajas se han producido por el fin del satélite, aunque ha reconocido que debía reformular su oferta para ser más competitivos frente a Netflix, Prime, Disney+ o HBO Max.

Movistar Plus+

En agosto del año pasado la operadora lanzó Movistar Plus+, una nueva plataforma que abrió algunos de sus contenidos relevantes a los clientes de todos sus competidores. La compañía reestructuró su paquete básico audiovisual a un coste de 11 euros para abonados propios y de 14 euros para otras operadoras. El objetivo era que clientes de Orange, Vodafone, Digi o Avatel tuviesen entre sus plataformas la televisión de Telefónica.

El servicio incluye un estreno de cine al día, las principales citas deportivas, series originales e internacionales, documentales y entretenimiento, además de un partido de La Liga y otro de Champions por jornada. Un movimiento que democratizó su servicio de televisión y que –por el momento– ha logrado detener la sangría de abonados aunque no en los niveles suficientes para comenzar una senda de recuperación sostenida.

Para reforzar su oferta de televisión, Telefónica compró en agosto los derechos de la Champions League por 320 millones anuales durante tres temporadas hasta 2027. En enero de este año también recompró los derechos de La Liga por 290 millones en el nuevo tender que lanzó La Liga para salvar el límite de la CNMC que no permitió que comprasen cinco temporadas de la competición en una sola licitación. Con estos dos movimientos se aseguran tener todo el fútbol hasta el año 2027.

Regulación de Telefónica

El colofón vino a finales del año pasado con la confirmación de un acuerdo con Sky Showtime y Warner para incluir sus contenidos en Movistar+. El pacto también considera que Max pueda estar disponible para sus abonados cuando se lance en el segundo trimestre de este año. Telefónica también tiene acuerdos con Netflix, Disney+ y renovó con Dazn.

Movimientos que han coincidido con el fin de la regulación de la televisión de Telefónica heredada de la compra de Digital+ en 2015. Durante la rueda de prensa de resultados de este jueves, el consejero delegado, Ángel Vilá, recordó que la flexibilización de su oferta de televisión tras el fin de las ataduras regulatorias era un buen ejemplo de la adaptación de la compañía para llevar su oferta a todos los públicos.

Con todo, los expertos coinciden en que el lanzamiento de Movistar Plus+ no debería hacer perder el foco del cliente de más valor de Telefónica. Se ha frenado la caída de abonados, pero no hay datos respecto de los ingresos por clientes de televisión, aunque se intuye que podrían haber bajado al producirse más altas de bajo valor que de paquetes de mayores contenidos como el fútbol u otros deportes.

Abonados convergentes

Precisamente, la estrategia histórica de Telefónica con Movistar+ ha sido utilizar su televisión para atraer clientes convergentes que puedan aumentar el ARPU total. Un cliente de estos paquetes de alto valor suele ser más fiel y tiende a aumentar progresivamente los servicios que contrata.

Los datos aportados por Telefónica indican que sus clientes con más de un producto (fibra, móvil o televisión) apenas se ha movido de los 4,546 millones de abonados en 2023 con un ligero descenso de 6.000 altas. El ARPU convergente ha pasado de 90,4 a 91,2 euros y, lo mejor para la operadora, es que se ha detenido la pérdida de clientes premium que un año antes había sido de 103.000 bajas.

La diferencia es que hasta agosto del año pasado todos los abonados de televisión estaban dentro de uno de los 4,5 millones de paquetes convergentes, pero a partir del lanzamiento de Movistar Plus+ esta trazabilidad se ha perdido y es probable que un buen puñado de los 3,4 millones de abonados no tengan contratados más servicios con Telefónica.