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Este es el ranking del precio del agua por ciudades en España, según la OCU

La organización ha llevado a cabo un estudio para analizar las disparidades en los precios en todas las capitales de provincia españolas

Este es el ranking del precio del agua por ciudades en España, según la OCU

Grifo de agua | Pixabay

Existen notables diferencias en los precios del agua del grifo entre las distintas ciudades de España, llegando incluso a triplicarse el precio por un consumo equivalente.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un estudio para analizar las disparidades en los precios. Este estudio se ha centrado en comparar las tarifas y los costos del suministro de agua potable en todas las capitales de provincia españolas, incluyendo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Además, se han considerado otras localidades importantes en términos de población, como Vigo o Gijón.

La investigación ha confirmado las grandes diferencias en los precios del agua del grifo entre las distintas áreas geográficas. Además, se ha evaluado la transparencia de las tarifas aplicadas. La OCU ha destacado la necesidad de establecer un sistema tarifario más comprensible y equitativo.

En este sentido, la organización ha propuesto la implementación de un modelo de tarifas por bloques que fomente el ahorro y garantice un acceso asequible al suministro básico de agua para aquellos consumidores en situación de vulnerabilidad económica.

¿Cuánto cuesta el agua?

El suministro de agua es esencial para todos los hogares, y el precio que se paga por él puede ser motivo de preocupación, dependiendo del lugar de residencia. Cada ciudad tiene la libertad de establecer sus propias tarifas, lo que complica la tarea de compararlas.

Estos son los precios por ciudades en España

Ranking de precios del agua por ciudad
Ranking de precios del agua por ciudad

Tarifas complicadas

Al comparar los precios del agua, la organización enfrentó una gran complejidad al tratar de entender las facturas. Establecer un precio justo para el agua es un desafío: la ley exige cubrir los costos del servicio, pero también busca equilibrar la accesibilidad al agua para todos los residentes, incluso aquellos con ingresos bajos, al tiempo que se desincentiva el desperdicio de este recurso vital.

Las facturas de agua incluyen diversos servicios relacionados con el ciclo del agua, los cuales varían en denominación y peso en la factura según la ciudad:

  • Suministro: que puede desglosarse en «Abastecimiento», «Aducción» y «Distribución», cubriendo los costos de captar, tratar y distribuir el agua potable hasta los hogares.
  • Saneamiento o Alcantarillado: que comprende los costos de recolectar el agua de desagüe.
  • Depuración (a veces incluido dentro de «Saneamiento»): para el tratamiento de aguas residuales.

En promedio, el 54% de la factura corresponde al suministro, el 45% al saneamiento (alcantarillado, depuración) y el 1% al equipo de medición o contador.

Por lo general, cada concepto tiene un costo fijo por disponer del servicio y otro variable según el consumo. Además, se aplica un IVA del 10% (21% para el alquiler del contador), y es común la aplicación de cánones provinciales o autonómicos para sufragar gastos específicos, muchas veces relacionados con el saneamiento.

El sistema de bloques

Este sistema consiste en aplicar un precio más bajo al primer bloque de consumo y tarifas progresivas para bloques adicionales.

Cada localidad decide la cantidad de bloques, los metros cúbicos incluidos en cada uno y los precios correspondientes.

Por ejemplo, en Cáceres se pueden identificar hasta 8 bloques, mientras que otras ciudades optan por tres o cinco bloques, y en casos como Pamplona o San Sebastián se aplican tarifas lineales. Para añadir complejidad, a veces se establecen bloques diferentes para el suministro y para el saneamiento, entre otros aspectos.

El precio más bajo del primer bloque debería reflejar un consumo esencial, que se sitúa típicamente entre 50 y 100 litros por persona al día. Por lo tanto, el primer bloque debería incluir aproximadamente unos 30 metros cúbicos al año. Sin embargo, es crucial considerar el número de personas que residen en el hogar, ya que no es lo mismo una vivienda con dos residentes que una con siete.

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