STC se da hasta final de año para subir al 9,9% en Telefónica y pedir un sillón en el consejo

Saudi Telecom (STC) acelerará sus movimientos en Telefónica después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) culmine su desembarco en la operadora de telecomunicaciones. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE, esto supone que la compañía asiática se da como plazo hasta finales de año para activar el canje del 5% que mantiene latente como derivados financieros -y que le daría una participación total del 9,9%- para posteriormente solicitar un sillón en el consejo de administración.

El Estado ya ha declarado hasta un 7% en Telefónica tras adquirir su paquete accionarial por 1.617 millones de euros entre el pasado mes de marzo y primeros de mayo. Un porcentaje que les ha permitido tener desde este miércoles un sillón en el consejo de administración en posesión de Carlos Ocaña, coautor de un libro con Pedro Sánchez y de temática muy similar a la tesis del presidente del Gobierno.

El plan ahora es completar el 10%, aunque no se descarta que la SEPI se tome un respiro hasta antes del verano para esperar que se rebaje el precio de la acción. En cualquier caso, el objetivo sigue siendo tener cerrada la Operación Telefónica antes de que comience el próximo curso para lo que necesita una inversión adicional de 700 millones. Por el momento, se descarta que el Estado tenga un segundo consejero ya que, además de Ocaña, cuenta con el apoyo de Javier de Paz dentro del organismo de supervisión de la compañía española.

Solicitud de STC

STC lleva las últimas semanas monitorizando los movimientos de la SEPI y asume que el recorrido de compras que le queda a la sociedad pública es escaso. Esto implica empezar la tramitación de su canje de derivados cuanto antes y enviar a su solicitud al comité de inversiones extranjeras y del Ministerio de Defensa, un trámite que -según las fuentes consultadas- no se ha producido todavía, ocho meses después de que se anunciara su entrada en la compañía española.

Hace tres semanas, el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, volvió a recordar que su departamento (encargado de vigilar a las operadoras de telecomunicaciones) no tenía constancia de que esta petición se hubiese realizado. En su informe anual de 2023 publicado en marzo, STC reconocía que se daba un plazo de un año para completar definitivamente su desembarco en Telefónica y confirmaba lo adelantado por este diario: que mantenía inalterable su hoja de ruta pese a los movimientos del Gobierno y la SEPI.

Por otro lado, en el folleto remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), STC indica que el último periodo de canje de este 5% en derivados expira en marzo de 2025, lo que implica que debería resolver con algunos meses de antelación la autorización del Consejo de Ministros. Este proceso tarda tres meses sin contar con las paradas del reloj para pedir más información, lo que podría llevar el procedimiento hasta los cuatro meses.

Consejo de Telefónica

En todo caso, incluso si ya se hubiese presentado la petición, se sigue dentro de los plazos para culminar el desembarco antes de final de año. Cuando esta autorización se produzca también se obtendrá el plácet para tener derechos políticos, lo que significa que STC también podrá pedir el sillón que le corresponde en el consejo de administración de Telefónica.

En el sector y dentro de la propia operadora no existen dudas de que la compañía saudí terminará pidiendo su sitio dentro del consejo y más después de ver cómo la SEPI ha situado a su representante con solo un 7% del capital. De hecho, en Telefónica asumen que la entrada del representante de STC será el último cambio que se tenga que abordar en el órgano de representación de la operadora para completar su reorganización.

A partir de ahí se espera que vuelva la tranquilidad a un consejo que ha visto la entrada de tres nuevos miembros en seis meses: Solange Sobral y Alejandro Reynal en diciembre y Carlos Ocaña en mayo. Lo ideal es que el nuevo integrante sea una mujer y que salga un hombre para cumplir con la cuota del 40% de mujeres en los consejos de administración de las cotizadas españolas. De lo contrario, habría que realizar algún ajuste más ya que la entrada de Ocaña y la salida de Carmen García de Andrés desequilibró la cuota femenina.