Pedro Sánchez pone en marcha un «cortafuegos» para proteger a Robles

Hay malestar pero también un respaldo férreo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su ministra de Defensa, Margarita Robles. Muchos admiten en privado que «Margarita se vio contra las cuerdas y la lió» poniendo incluso en riesgo la estrategia de apaciguamiento del Ejecutivo de la que estaba encargado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Pero la consigna oficial, 24 horas después de haber señalado a la Generalitat como co-autora del hackeo a ministros, es que la ministra de Defensa actuó de forma «impecable» y que «está fuerte» en el seno del Gobierno. 

Una consigna que respaldaron públicamente algunos ministros como la de Hacienda, María Jesús Montero, o el de Seguridad Social, José Luis Escrivá, y que suscribió el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la pregunta de si respalda a Robles. «Eso, por supuesto», zanjó el jefe del Ejecutivo. Fuentes de su entorno son meridianamente claras al respecto. «Que nadie se olvide de que Robles votó ‘no’ a Rajoy» en la investidura en la que el PSOE se partió por la mitad, junto con un puñado de fieles sanchistas entre los que también estaba la hoy vicesecretaria general, Adriana Lastra. «Eso Pedro nunca lo ha olvidado ni lo olvidará. Por eso le hizo portavoz parlamentaria tras su victoria en las primarias». 

El núcleo duro del presidente sale al rescate de Robles en un momento en que se había «malinterpretado lo dicho por la ministra» en contra de la Generalitat. «No fue su intención», reculan algunos ministros, «sólo le dio pudor repetirse en la cuarta pregunta». Un cierre de filas en torno a Robles que se produce después de que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, prometiera a Gabriel Rufián, en su reunión en el Congreso, que «ella va por libre» y que su intervención en el Congreso no era la línea del Ejecutivo. 

«Félix se está equivocando»

Esta información, desvelada por THE OBJECTIVE, ha provocado una cierta desaprobación en diversas fuentes de Moncloa. «Félix se está equivocando» porque «Robles es mucho más imprescindible para Sánchez que el propio Bolaños». Conocedores del respaldo del presidente, y tras los aspavientos de algunos ministros que este miércoles asistan atónitos a la intervención de la titular de Defensa en el Hemiciclo, hoy otros salen en su defensa suscribiendo el argumento de que habrá «sorpresas» en la comisión de Secretos Oficiales cuando se vea quién espió y por qué. 

Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la intención del Gobierno es precipitar esta primera sesión de la comisión de secretos oficiales para la semana que viene, que no está habilitada para la celebración de sesiones plenarias. La intención del Ejecutivo es que se celebre cuanto antes. Se habla del jueves y se espera que sirva para acoger la comparecencia de la presidenta del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, afín a Robles y nombrada bajo su mando. «Primero escucharemos lo que tenga que decir el CNI y después decidiremos si hay que tomar más medidas», dicen fuentes del Ejecutivo que no descartan otras medidas. 

Ni ERC confía en la dimisión

Sin embargo, quien tiene la palabra es la otra parte: ERC. Fuentes de la formación sostienen que no se fían de lo que se diga en esa comisión y, si se revela algo importante, «lo primero que haremos será pedir otra vez que se cree una comisión de investigación». Los republicanos son reticentes a las explicaciones que aporte el Ejecutivo pero también son conscientes de que la cabeza de Robles siempre fue una pieza de ‘caza mayor’ y que fue un error pedir su dimisión desde la Generalitat de Cataluña. 

«Cualquiera que conozca el PSOE y a Pedro Sánchez sabe que Margarita Robles no caerá», dicen fuentes parlamentarias, «aunque Sánchez es solo Sánchez. Mira dónde están Óscar López y Antonio Hernando», que son actualmente jefe de gabinete y su adjunto en Moncloa, respectivamente.