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Interior cierra la piscina de una cárcel de Sevilla tras malgastar 160.000 litros en plena sequía

Los sindicatos denuncian que se han utilizado 8.000 litros diarios para rellenar la instalación averiada. Prisiones ha decidido cerrarla tres semanas después

Interior cierra la piscina de una cárcel de Sevilla  tras malgastar 160.000 litros en plena sequía

La piscina de la cárcel de Sevilla I clausurada por Instituciones Penitenciarias. | Google

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha decidido clausurar temporalmente la piscina de la prisión de Sevilla I después de que esta instalación acuática perdiese miles de litros de agua durante las casi tres semanas que llevaba abierta a causa de una fractura en su estructura que, según indican fuentes de este departamento a THE OBJECTIVE, se localizó durante la última semana de julio. 

Los sindicatos cifran entre 8.000 y 9.000 los litros de agua que debían rellenarse al día. En otras palabras, según sus cálculos, se habrían utilizado unos 160.000 litros para mantener el nivel óptimo de agua en la piscina penitenciaria. Desde Prisiones, aunque admiten la fuga, no aportan ninguna cifra. Señalan que la empresa externa a la que se encargó la inspección de la instalación no ha aportado ningún dato «porque no se podía cuantificar» e insisten en que ha de tenerse en cuenta también «el índice de evaporación», habida cuenta de las altas temperaturas que se registran en la región. 

La noticia saltó el pasado fin de semana. La asociación profesional penitenciaria Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) denunció el despilfarro que suponía rellenar la piscina a diario teniendo en cuenta la «la escasez de agua» que sufre el país y, en especial, Andalucía. El agua que se ha utilizado proviene de un pantano cercano, que abastece al centro penitenciario. A juicio de esta organización, la apertura de esta instalación «no es necesaria» para los presos, sino «un lujo que en muchas poblaciones no se pueden permitir y más en una época de escasez de lluvias». Por lo que pedían una respuesta por parte de Instituciones Penitenciarias a lo que consideraban «un gasto ineficiente y fuera de lo normal». 

El Ayuntamiento de Sevilla compra agua

La realidad es que el uso de miles de litros de agua para llenar una piscina que se ha confirmado averiada se produce en una situación extremadamente crítica para el país, en la que los embalses han registrado su nivel más bajo en 27 años. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los pantanos se encuentran por debajo del umbral del 40% de su capacidad por la falta de lluvias y la sequía.

Este escenario prolongado ha llevado a las comunidades autónomas más afectadas, Galicia, Cataluña y Andalucía, a imponer restricciones al consumo de agua. Cortes de suministros nocturnos, cierre de duchas en las playas, prohibición de regar, llenar piscinas o lavar coches con algunas de las medidas que han puesto en marcha los gobiernos autonómicos. Por otro lado, consistorios como el de Sevilla negocian ya la compra de agua por si la situación se torna irreversible y no llegan las ansiadas lluvias.

Solucionar el problema

Desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no hacen mención a la seguía. En conversación telefónica con este diario, explican que se ha decidido cerrar la instalación acuática de acuerdo con lo que «ha determinado la empresa a la que se contrató la semana pasada para que viese dónde estaba la fuga». Fuentes de este departamento aclaran que la fuga se percibió prácticamente desde el primer día, tras lo que se llamó a la empresa. «Tras valorarlo, se ha tomado la decisión de cerrarla para poder solucionar el problema, este miércoles nos llegó el presupuesto», explican. Frente a esto, otras fuentes consultadas por este periódico admiten que las fugas de agua en esta piscina vienen repitiéndose desde hace años, no se trata de algo puntual. 

Respecto a la cantidad de agua que se ha empleado, desde Instituciones Penitenciarias no facilitan ningún dato. «No se puede valorar la cantidad de agua perdida porque ni siquiera la empresa que se ha contratado ha podido cuantificarla», sostienen. Ademas, señalan que la piscina también ha perdido agua «por la evaporación, todavía mayor en Andalucía debido a las altas temperaturas». 

Hoy son en torno a unas 20 piscinas las que están operativas en las cárceles españolas. De las cuales, según las fuentes consultadas por este periódico, más de la mitad han abierto este verano. En total, la tienen unos 30 centros penitenciarios, pero en el caso de algunas jamás han llegado a utilizarse o han dejado de hacerlo en los últimos años. Por ejemplo, en la prisión de Álava (País Vasco), precisan fuentes penitenciarias, la piscina no se ha empleado en los 11 años que lleva abierto dicho centro. En las cárceles de Soria y Santa Cruz de Tenerife, por otro lado, se derruyeron y se construyeron en su lugar almacenes y otras áreas de ocio para los reclusos.

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