Sánchez pugna por el socialismo europeo en pleno ataque de Podemos a la UE por Rusia
El presidente aboga por luchar contra «el retorno de los extremismos» pero esconde la posición crítica de su socio con la UE y Borrell
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha elegido Nueva York para anunciar su candidatura para guiar la Internacional Socialista. El líder del PSOE aspira a dar el relevo al griego Yorgos Papandreu en el próximo congreso de noviembre, que se celebrará en Madrid. El aspirante a jefe del socialismo lanzó su candidatura un día después de que Podemos, formación con la que cogobierna y de cuyos votos depende en el Congreso, haya atacado a la Unión Europea y Josep Borrell por la escalada atómica en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Según Podemos, la UE no persigue la paz y es responsable de la amenaza nuclear de Putin. Sánchez de momento no se ha pronunciado sobre esas palabras.
La posición de Podemos se ha ido recrudeciéndose a medida que Ucrania ha empezado a ganar terreno a los rusos tras las ofensivas de las últimas semanas. En el último comunicado oficial lanzado por la secretaria internacional de la formación el pasado miércoles y adelantado por THE OBJECTIVE, Podemos culpa a la UE de actuar sin respetar los «intereses de los pueblos de Europa» y de estar bajo el yugo de Estados Unidos. El partido que cogobierna con el aspirante líder del socialismo europeo culpa en este documento a la UE de estar «alimentado la escalada» atómica, de «renunciar a la construcción de Paz» y llevar «a Europa al más absoluto desastre».
«Alimentar la escalada»
El documento de Podemos llega incluso a culpar a la UE de «alimentar la escalada» bélico-nuclear en Ucrania. «Lo venimos diciendo desde el principio: el riesgo de escalada, incluyendo la escalada nuclear, es muy real y aumenta con cada renuncia a la construcción de Paz que hace la UE. Con cada decisión que se toma sin tener en cuenta los intereses de los pueblos de Europa (…) Necesitamos más diplomacia, menos propaganda y más audacia en la defensa de nuestros intereses estratégicos y los intereses de nuestros pueblos, que nada tienen que ver con los de EEUU o las industrias armamentística y energética. Lo contrario es alimentar la escalada y alargar el sufrimiento y la pérdida de vidas humanas. También alargar las consecuencias de una guerra que ya está golpeando duramente a los y las más vulnerable».
El comunicado de Podemos sigue otras posiciones críticas manifestadas con la decisión de la UE de armar a la resistencia de Kiev para defenderse del asalto de Moscú. En marzo, Podemos intentó evitar que España entregara armas al ejército ucraniano. Después se abstuvo en la inclusión de Finlandia y Suecia en la OTAN. Y siempre ha mantenido una posición fría sobre las sanciones de la UE al régimen de Putin.
Sánchez siempre ha decidido seguir contando con sus socios de Gobierno, a pesar de que fuentes gubernamentales admiten que en esos meses recibió las llamadas de atención de la propia Internacional Socialista que ahora aspira a liderar. Eso ocurrió, por ejemplo, con el asunto del envío de las armas. España fue el último país importante de la UE que aprobó esa operación.
Sánchez aprovecha el silencio de la oposición
El sustancial silencio del Partido Popular (de momento solo han intervenido en una comisión parlamentaria) y de Ciudadanos sobre la posición de Podemos con respecto a Vladimir Putin, en un momento de máxima tensión internacional y con la amenaza nuclear sobre la mesa, permite a Sánchez esconder su aliado crítico tanto con Estados Unidos como la UE.
Es más, Sánchez afirmó el mismo día en que Podemos arremetió contra Borrell y la UE que hace falta «redoblar la unidad de Europa». A la vez, reivindicó que el partido del que forma parte es el único antídoto a las «corrientes extremistas a las que ahora los liberales se alían como única opción de supervivencia». Con estas palabras acompañó su anuncio. El «individualismo del orden neoliberal» y «el retorno de los extremismos», agregó.
El Partido Popular, por su parte, de momento se ha limitado a señalar que la posición de Podemos con la Rusia (el partido morado también critica las sanciones a Moscú) está en línea con la del líder húngaro de Viktor Orbán, a quien en teoría el socialismo europeo aspira a luchar.
