España cerró la pandemia con un exceso de mortalidad de 137.300 personas

El exceso de mortalidad durante los tres años de pandemia ha sido un desconcierto para los expertos y para el Gobierno, que no han podido dar una explicación certera a las posibles causas. Durante 2020, 2021 y 2022, a las decenas de muertes diarias por covid (sobre todo durante las semanas más duras de la pandemia), hay que sumar 125 muertes más al día sin que se sepan aún los motivos. Esto es, durante los tres años que ha durado la pandemia del coronavirus, se han producido 137.305 fallecimientos inesperados, una media de 45.768 cada año.

Según se desprende del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) consultado por THE OBJECTIVE, en 2022 se produjo un exceso de mortalidad de 34.773 personas; en 2021 fue de 29.310; y en 2020, el año más duro de la pandemia, la friolera de 73.222 muertes por encima de lo habitual. Se trataría así de los años más mortales de la historia de España desde que hay registros, con excepción de 2015, cuando la cifra de decesos inesperados fue de 38.523 personas.

El exceso de mortalidad es la diferencia entre el número total de muertes estimado para un lugar y un periodo y la cantidad de fallecimientos que habría cabido esperar en ausencia de una crisis, en este caso la pandemia de Covid-19. Para este cálculo se consideran tanto las muertes atribuibles directamente a la enfermedad como por su impacto en el sistema de salud y la sociedad.

De esta forma, el exceso de mortalidad triplicó la media de los años previos a la pandemia. De hecho, en 2019, justo antes de la crisis del coronavirus, no se notificaron muertes inesperadas (-2.862); en 2018, el MoMo, dependiente del Ministerio del Interior, registró 11.349 fallecimientos no esperados; 13.476 fueron los notificados en 2017; y 8.270, en 2016.

Lo que dicen los expertos

Ante esta situación, con la mayor cifra de decesos inesperados concentrados durante la pandemia del coronavius, los expertos consultados por THE OBJECTIVE aseguran que tras este exceso de mortalidad no hay causas únicas. Con más hipótesis que certezas, señalan que el confinamiento pudo crear mucha enfermedad –hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad mental…– y junto con los retrasos en los diagnósticos de patologías potencialmente mortales, el resultado finalmente dio la cara. «Estamos pagando las consecuencias de una situación que se ha cronificado», apuntaba a THE OBJECTIVE Rafael Toledo, catedrático en inmunoparisitología de la Universidad de Valencia, en agosto de 2022 cuado el exceso de mortalidad en julio alcanzó máximos históricos, con un desconcertante número de fallecimientos inesperados de 11.264 óbitos por encima de lo habitual. «La situación que hemos vivido desde 2020 ha sido extraordinaria y pensar que las consecuencias no lo iban a ser es, al menos, ilusorio», consideraba el experto.

En este sentido también se pronunciaba por entonces a este medio la médica y bioeticista Mónica Lalanda, quien señalaba que no hay una sola causa para explicar esas cifras y, por eso, ningún posible motivo en ese abanico «debe ser desdeñado sin estudiarlo a fondo». «¿Y qué otras cosas completamente inusuales han ocurrido durante estos años además del confinamiento y correspondiendo con el aumento severísimo de la mortalidad?», se preguntaba la doctora Lalanda, que respondía: «Pues las obvias: menos contacto social, el uso de mascarillas y las vacunaciones masivas». «España ha estado a la cabeza en las tres. Si bien todas han tenido un efecto positivo sobre el control del covid, es imprescindible tener la valentía de valorar posibles efectos colaterales de estas medidas», argumentaba.

Por su parte, el Gobierno, ni ahora ni durante los tres años de pandemia con el exceso de muertes disparado, ha sabido responder ante lo que estaba sucediendo. Ninguna de las administraciones consultadas por THE OBJECTIVE en varias ocasiones ha sabido dar una respuesta a qué se debe este exceso de mortalidad. Hasta el momento, la única referencia pública a este tema por parte de los representantes políticos tuvo lugar en diciembre de 2021 cuando la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras ser preguntada por este asunto en la comisión de salud del Congreso de los Diputados, dijo que a ella también «le gustaría saber por qué» se están produciendo estas muertes.

Recuperación

Ahora, tres años después del inicio de la pandemia, España se recupera de estos picos de muertes y registra un 42% menos de fallecimientos inesperados que en 2019, justo antes de la pandemia, como adelantamos en THE OBJECTIVE esta misma semana. En los primeros seis meses de 2023, solo febrero registró exceso de mortalidad.

Así se desprende del último informe del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo), del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio del Interior. Las estadísticas reflejan, por primera vez en tres años, seis meses consecutivos con valores negativos (excepto febrero). De esta forma, el año comenzó con un exceso de mortalidad de -329 muertes en enero, +943 en febrero, -454 en marzo, en abril fueron -2.186, mayo -2.707 y en junio -2.490. Así, el primer semestre del año, a falta de consolidarse estos datos, la cifra de decesos inesperados es de -7050, un 42% menos que en prepandemia, cuando en el primer semestre de 2019 se registraron +3018 fallecimientos no esperados.