El PSOE reactiva la 'ley mordaza' en el Congreso para atraer de nuevo a Podemos

El PSOE quiere congraciarse con Podemos, su socio de gobierno, para cerrar las heridas que está dejando abierta la reforma de la ley del solo sí es sí. El primer gesto se ha producido esta misma mañana cuando la Mesa y los portavoces de la Comisión de Interior han acordado una reunión para el próximo martes con el objetivo de intentar aprobar el dictamen de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Este dictamen de la Ponencia ya fue aprobado el 1 de febrero y ahora tendrá que pasar el filtro de la citada Comisión antes de llegar al Pleno del Congreso de los Diputados.

Esta reactivación de la reforma no ha sorprendido a los populares que, según las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, sospechaban que se podría producir algún acercamiento entre ambas formaciones políticas, a pesar de que el PSOE se mostraba reacio a su aprobación. En la reunión del próximo martes se votarán las enmiendas que han quedado vivas y las transaccionales. En Comisión, a los grupos que sustentan el gobierno les es suficiente una mayoría simple para aprobar el informe y así dar vía libre para que vaya al pleno, donde sí necesitarán una mayoría absoluta para la votación final, ya que es una ley orgánica.

PSOE y Podemos se encontrarán enfrente al Grupo Parlamentario Popular, que ha votado que no al dictamen, y ha pedido «que nuestras enmiendas sigan vivas» no solo en comisión, sino también en el pleno. El Gobierno ya ha avisado a sus habituales socios parlamentarios de ERC y EH Bildu de que sería una «irresponsabilidad» dejarla caer, según informa Europa Press.

La reunión del martes será el primer debate público sobre esta proposición de ley desde que el Pleno del Congreso aprobara en septiembre de 2020 la toma en consideración de la iniciativa planteada por el PNV. En los últimos meses se ha estado trabajando en las ponencia, cuyas reuniones se celebran a puerta cerrada. La ponencia aprobó su informe el pasado 1 de febrero y superó este trámite porque ERC votó a favor pese a que los independentistas catalanes, y también EH Bildu, mantienen sus discrepancias con ese texto. Pero en la votación de comisión, ninguno de estos partidos tiene previsto dar su apoyo al dictamen si el PSOE y Unidas Podemos no se mueven.

Solo está cerrado el apoyo del PNV

Por lo pronto, los dos grupos que componen el Gobierno de coalición sólo tienen cerrado el apoyo del PNV y, para que la comisión apruebe un dictamen requieren al menos la abstención de dos grupos minoritarios -ERC, EH Bildu o Junts-, puesto que el PP, Vox, Ciudadanos y el diputado de Navarra Suma y representante del Mixto, Carlos García Adanero, están en contra de la reforma. Desde el PSOE y Unidas Podemos ponen en valor los acuerdos alcanzados hasta ahora y verían «irresponsable» que sus socios habituales prefieran mantener vigente la ley impulsada en su día por el PP, en lugar de apoyar la reforma.

El presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha apelado desde los pasillos del Congreso a todos los partidos del bloque progresista a hacer un «esfuerzo» para evitar el «fracaso colectivo» que, a su juicio supondría renunciar a esa reforma. «Tenemos un 98% de acuerdo, no puede ser que un desacuerdo sobre el 2% impida que impida que salga adelante. No nos podemos permitir esa irresponsabilidad», ha enfatizado.

De su lado, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, tras recordar que la modificación de esta ley es uno de los acuerdos de investidura, también ha llamado a un acuerdo, pero sin ocultar que existen dificultades para cerrarlo.

Dos escollos pendientes

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Los dos puntos más conflictivos siguen siendo la prohibición del uso de pelotas de goma y las ‘devoluciones en caliente’ de migrantes en las fronteras. Respecto al primer asunto, el PSOE y Unidas Podemos insisten en que no forma parte de esta norma y que debe regularse mediante protocolos para que este material deje de utilizarse, como ya ocurre en Cataluña y el País Vasco.

Además, el PSOE y Unidas Podemos ya pactaron al inicio de la tramitación no incluir en la modificación legislativa el tema de las devoluciones en frontera. Lo fiaron a una reforma de la Ley de Extranjería que tampoco se ha materializado, pero se mantienen en su decisión de no meterlo en la reforma de la «mordaza». Y también se mantienen los desacuerdos sobre los artículos 36.6 (desobediencia) y 37.4 (faltas de respeto) por lo que si los socios parlamentarios no viran a la abstención, el texto decaería en la comisión.