Espinosa se despide de Vox haciendo una llamada a evitar la "imposición y arrogancia"
El exlugarteniente de Santiago Abascal prologa el nuevo libro ‘Reflexiones sobre una nueva derecha’
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. | Gustavo Valiente (Europa Press)
Iván Espinosa de los Monteros tiene varias sugerencias o consejos sobre el «rumbo» que debe tomar la nueva derecha, que en España tiene su expresión en Vox. Entre ellos, hacer gala de «prudencia y diálogo, en vez de imposición y arrogancia». Así lo expresa el exportavoz parlamentario del partido que preside Santiago Abascal en el prefacio de Reflexiones sobre una nueva derecha, cuya salida al mercado coincide temporalmente con su salida de la primera línea política.
Este libro aglutina los ensayos de diversos intelectuales de la derecha hispanoamericana, tales como el politólogo argentino Agustín Laje, gurú de Santiago Abascal para la batalla cultural, el exdiputado de Vox Francisco Contreras, la columnista colombiana Vanessa Vallejo o Renato Cristin, profesor de Hermenéutica Filosófica en la Universidad de Trieste. Todos juntos proponen «un plan de acción que haga frente al triunfo que hasta ahora ha logrado la izquierda».
Esto es, reflexionan sobre «cómo debe conformarse una Nueva Derecha, quién debe participar, qué temas debe abordar, cómo cautivar nuevos seguidores y de qué forma tocar temas sensibles que hoy mueven a millones de personas, como lo son el feminismo y el aborto». Y Espinosa de los Monteros tiene una breve aportación.
En este sentido, el que fuera una de las cabezas visibles de Vox insta a los suyos a no «sustituir los hechos por la ideología». «No vamos a perder la convicción de que la complejidad de la realidad exige prudencia y diálogo, en vez de imposición y arrogancia. Y tampoco vamos a dejar de dar la batalla en los grandes temas que nos afectan a todos y en los que somos insustituibles: el invierno demográfico, la defensa de la propiedad privada, la prosperidad y el progreso económico, la defensa de la vida, la igualdad entre seres humanos, la libertad individual y el respeto a las instituciones, a las creencias y a las religiones», reflexiona.
Esta reflexión, en apariencia anodina, es relevante por el momento en que se publica, ya que Espinosa de los Monteros acaba de abandonar la formación de nueva derecha por sus desavenencias con la cúpula. Esta es acusada internamente de actuar de manera impositiva y poco dialogante. De hecho, el interfecto se enteró «de rebote» de que ésta maniobraba para sustituirlo como portavoz en el Congreso por Ignacio de Hoces, pero también para «cargarse» a Rocío Monasterio, su mujer, y colocar en su lugar una gestora en la Comunidad de Madrid.
Fuentes conocedoras de la pugna señalaban a THE OBJECTIVE tras la salida de Iván Espinosa que «Santi [Abascal] ha dejado de ser Santi», ya que «su personalidad se ha diluido en un grupo de personas, los cuatro jinetes del apocalipsis, que son los que mandan». «Ya no puedes hablar directamente con él, sino que te pasan con su secretario, [Ángel López] Maraver, encargado de que nada le llegue», denunciaban. Y añadían: «La organización está destrozada y arruinada».
Una palabra: gracias
«Si tuviéramos que elegir una sola palabra para determinar el rumbo de la nueva derecha esa palabra, sin lugar a duda, es gracias», comienza el prefacio que firma Iván Espinosa de los Monteros. ¿Y gracias por qué? Por el «valiosísimo» legado recibido, que es «objeto de una crítica feroz por parte de la nueva izquierda».
«La cultura de la sospecha trata de derribar todo lo que durante generaciones han levantado nuestros mayores, y a partir de ahí poner en marcha un experimento social y cultural que parte de la demolición de las bases de la convivencia en libertad de nuestros países y de aquello que constituye la cultura occidental», considera el exportavoz de Vox, que insta a su partido —de manera indirecta— a «continuar y mejorar el legado recibido de nuestros mayores», así como «portarlo con orgullo, con la cabeza bien alta»: «Esa será la mejor forma de agradecerles su esfuerzo y contribuir a que los que sigan tengan una buena vida, mejor que la nuestra».
Espinosa de los Monteros se ha despedido, precisamente, dando las gracias a «los que habéis hecho posible» Vox, desde Santiago Abascal «hasta cada el último de los votantes». Aunque ambos dirigentes discutieron en la previa del 23-J, pactaron una salida «cordial» que se produjo después de las elecciones generales, pero esto no ha impedido que se desate una crisis interna aún mayor a la que se produjo tras la marcha de Macarena Olona. Para reagruparse, la dirección nacional de Vox tiene en Reflexiones sobre una nueva derecha algunas sugerencias de dos de sus exdiputados.
