Asens ve viable impulsar una Ley de Amnistía en el Congreso antes de la investidura de Sánchez

El dirigente de En Comú Podem y miembro del equipo negociador de Sumar con Junts, Jaume Asens, ha opinado que sería factible impulsar en el Congreso una Ley de Amnistía antes de que Pedro Sánchez sea investido, que es una de las condiciones que demanda el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para los encausados del procés como condición para negociar.

En declaraciones a La Sexta, recogidas por Europa Press, Asens ha señalado que ya tienen un precedente reciente que fue la reforma del Código Penal para derogar el delito de sedición, que se hizo en el plazo de un mes. Por tanto, ha ahondado que una normativa sobre amnistía antes de completar los plazos de investidura sería factible si se tramita por el procedimiento de lectura única, según recoge Europa Press.

También ha comentado que respeta la opinión del expresidente socialista Felipe González, que esta mañana ha rechazado que la amnistía tenga encaje en la actual carta magna, pero ha replicado que el Tribunal Constitucional reconoce en «numerosas sentencias» el encaje constitucional de esa figura.

Sumar encarga un dictamen de expertos sobre la amnistía

«Negar la legitimidad democrática de una amnistía es tanto como negar la legitimidad de nuestro régimen político, porque nuestro régimen político nace precisamente de una amnistía que, después, tanto el Supremo como el Constitucional han validado. En todo caso, opiniones hay muchas, pero ya le digo, la que vale es la del Tribunal Constitucional», ha reseñado.

Sobre la amnistía, Asens ha detectado un cambio de postura en el PSOE positivo y que le gustó escuchar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decir que la valoración de si una ley es constitucional o no lo debe decidir el TC, un pronunciamiento que siempre debe ser a posteriori.

De todas formas, el dirigente de En Comú Podem ha insistido en que también diversos catedráticos en derecho ven constitucional la figura de la amnistía y ha desgranado que Sumar ha encargo un dictamen sobre la cuestión a un grupo de expertos juristas, que compartirán con la opinión pública cuando esté elaborado.

Asegura que Sumar va de cara con Puigdemont

Por otro lado, Asens ha señalado que ya eran conocedores de las exigencias que Puigdemont ha comunicado hoy como requisitos previos para negociar una investidura, tanto en la reunión que mantuvo ayer con Díaz como en los contactos que han mantenido a lo largo del verano. De hecho, se ha mostrado convencido de que aprecia disposición y voluntad de negociación en el caso del expresidente catalán.

Respecto al encuentro de Díaz y Puigdemont ayer en Bruselas, ha destacado que era un gesto «importante» y que «parte del principio democrático» de reconocer la legitimidad de Junts como intelocutor. Algo que han hecho con «transparencia» y «de cara» por respeto a la ciudadanía en las conversaciones con el partido de Puigdemont, para lanzar que el PP también está hablando con él «a través de emisarios», en referencia a la reunión que mantendrá el PP con Junts en el marco de los contactos parlamentarios de cara al intento de investidura de Alberto Núñez Feijóo.

«Creo que (la ciudadanía) se merece que les tratemos como personas adultas y que no vayamos de escondidas y de forma clandestina, como igual está haciendo el PP con el partido del señor Puigdemont. A nosotros nos parecía importante normalizar esa relación, que ya venía de lejos«, ha apostillado Asens.

En las negociaciones las exigencias se van modulando

Respecto a cómo aprecia las condiciones difundidas hoy por el expresidente de la Generalitat para negociar su apoyo a la investidura, Asens ha disertado que no se puede exigir a nadie que renuncie a sus principios y objetivos. Sin embargo, acto seguido a precisado que en toda negociación se parte de máximos y luego esos requisitos se van modulando, flexibilizando y acercando posiciones, que dan como resultado un acuerdo que antes parecía «imposible».

Por tanto y «más allá de la retórica», Asens ha desgranado que se ha superado la etapa de la «unilateralidad» que hubo en el conflicto catalán por parte del PP, donde todo era «cárcel» y «palos de porras», y del independentismo que llevaron a un «callejón sin salida». Ahora, ha proclamado, es la etapa del «diálogo» y la «desjudicialización» para superar los acontecimientos que «nunca deberían haber ocurrido».