Las prostitutas convocan una manifestación contra el Gobierno por el cierre de sus webs

Las prostitutas salen a la calle, paradójicamente, para denunciar que el Gobierno las está empujando a la calle. Las trabajadoras sexuales, aglutinadas en las plataformas Otras y Afemtras, y apoyadas por la Plataforma de Afectados por la Abolición de la Prostitución, se concentran este jueves ante el Ministerio de Consumo contra el cierre de páginas webs, donde «la inmensa mayoría» se anuncian, y que las condena a ejercer en clubes o en la calle.

Será la primera vez que lo hagan en esta legislatura, tras una movilización activa durante el verano de 2022 contra el intento del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos de abolir la prostitución. Esta vez lo harán ante la sede de Consumo, en el madrileño Paseo Del Prado, contra la decisión del gabinete de bloquear a las operadoras de internet, que afectó a 14 dominios en España, incluyendo las cuatro webs más populares de mujeres que ofrecen sexo a cambio de dinero.

Este cierre se ordenó con arreglo a la ley del sólo sí es sí, que prescribe que «se considerará ilícita la publicidad que utilice estereotipos de género que fomenten o normalicen las violencias sexuales contra las mujeres, niños y adolescentes, así como las que supongan promoción de la prostitución». Entonces, las prostitutas desafiaron al Ministerio de Igualdad pasando a anunciarse como escorts. 

Eso permitió que sortearan la norma hasta que Bibiana Medialdea, el pasado mes de julio, anunció la apertura de un expediente sancionador para aquellas webs que no cerrasen. Estos portales fueron requeridos por la Dirección General de Consumo este verano después de que sus técnicos examinaran más de 400 anuncios sobre prostitución y registraran 5.600 datos. El día finalmente llegó el 18 de octubre.

Las prostitutas han intentado ponerse en contacto con Medialdea, a la que han enviado decenas de cartas para pedirle que les deje anunciarse en páginas webs. No han recibido respuesta. Al sentir que «se ignoran las voces de las trabajadoras sexuales» de manera sistemática, estas se harán escuchar en la calle.

«Nos arruinan»

Las prostitutas denuncian que los cierres de estas páginas webs «nos arruinan, nos hacen perder autonomía y nos envían a la clandestinidad». «Ya hemos sufrido las consecuencias de estas medidas, ya que los usuarios se encuentran con desconcertantes mensajes de error y hemos tenido que buscar alternativas contrarreloj y desde la incertidumbre», abundan, y se preguntan: «¿En qué demonios ayuda esto a reducir la actividad delictiva en nuestra actividad?».

El manifiesto que se leerá ante el Ministerio de Consumo, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, comienza justificando la movilización de las trabajadoras sexuales ante la «violencia institucional» que, a su juicio, sufren por parte del Gobierno. Y termina por exigir «el cese del hostigamiento y la criminalización de nuestro trabajo», así como que «dejen de ignorar nuestras demandas y escuchen a los colectivos que dicen supuestamente querer salvar».

También denuncian la paradoja de que el cierre de páginas webs se haya realizado con arreglo a la ley del sólo sí es sí, que venía a «poner el consentimiento en el centro». «¿Cómo es posible que una ley que nace con la vocación de poner en el centro el consentimiento de las mujeres acabe negando la capacidad de consentir de otras?», se preguntan las trabajadoras sexuales, que denuncian que «somos el colectivo más afectado por las mismas leyes que se enuncian como salvación».

Una legislatura ‘caliente’

Será la primera concentración de la legislatura. En esta, el PSOE se ha propuesto aprobar definitivamente la ley de trata que abole la prostitución. Pero no lo tendrá fácil, teniendo en cuenta que tanto PNV como todos los partidos separatistas catalanes son regulacionistas (una cuestión que se explica por tacticismo electoral: tres de cada cuatro catalanes se muestra favorable a regular la prostitución).

Ante esta tesitura, el Partido Popular tendría la llave de la abolición. Aunque la interlocución con los socialistas está muerta, las prostitutas confían en que los populares, con cuyo sector más liberal tienen buena relación, no las condenen a la clandestinidad. Si amagan con intentarlo, volverán a salir a la calle.