La Junta Constructora de la Sagrada Familia asegura que “se siguen escrupulosamente” las directrices que dejó Gaudí tanto en dibujos como en modelos, y Esteve Camps, presidente delegado de la Fundación Sagrada Familia, añade que “para cualquier actuación concreta que se escapa de la propia construcción del templo o tiene una característica especial se pide el correspondiente permiso”.
Para evitar la polémica, el Patronato de la Sagrada Familia ha pedido una reunión con el Ayuntamiento de Barcelona, con el fin de explicar en qué fase se encuentra la construcción del famoso templo y cómo se está planificando la última etapa de la obra. Además, ha asegurado que están dispuestos a pagar los impuestos que correspondan cuando se habla de abonar la licencia de obras, pero insisten en que la basílica “no es una obra ordinaria”. Las obras en el interior del recinto se quieren terminar en el año 2026, y los impactos producidos por el turismo en el vecindario se están minimizando con acciones como la venta de tickets on-line.