Las concesiones de última hora por parte de los ministros de Economía y de Trabajo, incluyendo una subida de 104 rupias (1,39 euros) a los trabajadores no cualificado, no ha impedido la acción sindical que ha obligado a cerrar bancos, gasolineras y a interrumpir el transporte público en varios Estados durante toda la jornada del viernes. Menos del 4% de los trabajadores en India tiene algún tipo de protección y los que tienen, es cada vez menor.
Los colegios y universidades en Bangalore también han permanecido cerrados como medida de precaución, según informaciones de medios locales, que han asegurado también que la policía había realizado detenciones en Bengala Occidental, cuya máxima autoridad política, Mamata Banerjee, anunció que iba a perseguir a los manifestantes.