Amanda y su divino tesoro
«Le echó el ojo y los labios, incapaz de contenerse ante el brillo inmaculado de un coño de revista. La acarició desde atrás en la búsqueda del error»
«Le echó el ojo y los labios, incapaz de contenerse ante el brillo inmaculado de un coño de revista. La acarició desde atrás en la búsqueda del error»
«Él le apretó la mano y ella le devolvió el apretón. Ninguno de los dos tuvieron ganas de soltar»
«Se imagina cómo Saúl se encuentra con su coño y con ligeros toques circulares le activa y prepara la zona para embutirse en ella sin un solo beso»
«De rodillas, abrazado como un nieto que se rinde en el regazo de su abuela, mi pene colgaba flácido. Un azote en las nalgas me llegó desde atrás»
«¿Cómo de velludo será su pecho? ¿Me dejará frotarme como una perra salida contra su pierna si me despierto a mitad de la noche?»
«Suponía que al abrir las piernas a su vez los labios se separaban y todo su interior quedaba expuesto y exuberante; como en ese preciso momento»
Recuerdo cómo se mantuvo inmóvil, con los labios cerrados y los ojos abiertos, contemplando mis idas y venidas, mis intentos por pasar más allá.
Lo veo por todas partes; en el ascensor, en los baños, en la mesa de la cafetería… Me obligaría a gatear por la sala desabrochando cremalleras
«Saúl me azotó con una furia contenida, como un vino gran reserva que se abre y respira tras un largo tiempo de maduración»
«Toneladas de hombres volcaron a la vez su pecho sobre Amanda, que quedaba redimida, aplastada bajo la carne sudorosa de no sabía cuántos ni quiénes»
«Abrí las piernas hacia él me acerqué la manguera de la ducha a la vulva»
«En su ritmo de fiera, sigue engullendo todo aquello que le acerco a los labios. Yo le engullo a él con mi vagina famélica, mi boca glotona y mi culo insaciable»
«La imagen de una Amanda con tres culos tiene extasiado al público que lanza groserías como billetes»
«La noche anterior Saúl avisó con escasos minutos de su presencia. Encontró a última hora un rato para escabullirse y le apeteció buscarla para cenar un poco de Amanda»
«Saúl se retorcía de gusto sin tocarle ni un pelo a ella. Con los ojos abiertos y postura de chulo al sol se mordía el labio bajo y ondeaba la pelvis»
«Se atraganta igual que lo hizo hace doce meses, cuando se empeñó en sorberle enteramente los huevos a Saúl y le pidió que se acuclillara sobre ella para zamparlos como un racimo»
«Los amigos se apartaron, como todos hemos hecho alguna vez ante la tensión de dos que se buscaban y ahora se encuentran»
«Se adivinaba el contorno de sus hombros y el bulto de sus pechos aplastados contra el borde. Algo la mecía hacia delante y hacia atrás; algo que pareciera azotarla fuerte y acompasadamente»
«Al otro de la ciudad, Saúl amanece con una erección monumental, una de esas que no se pueden dejar escapar porque nunca se sabe si volverá a darse»
«Se divisa poco desde aquí; yo quiero asomarme bien cerca a cada rincón de sus vidas; una a una»
«Me he quitado la camiseta; no puede impedírmelo, ha mantenido firme que no me iba a poner un dedo encima, ni siquiera nos dimos un beso cuando entró»
Tenía más prisa que el Conejo Blanco de Alicia y el suyo, que no era albino, bastante más mojado
«Desenrosca el cabezal de la ducha y busca el caño de agua que emerge bruto, de a una, con todo el caudal que la instalación le permite para conducírselo al coño»
«La desesperación de Saúl era directamente proporcional a lo poco acostumbrado que estaba a ligar. O a lo poco que follaba»
Los caprichos de una vida sin peligro de homicidio me han dejado el pecho cuarteado y me traen aquí en busca de respuestas
Están bailando, desnudos y ensartados, pero la música en sus cabezas suena igual. Follar al ritmo de bachata les hace mirarse tranquilos
La vida te da sorpresas; detrás de cada llamada, de cada puerta que se abre, de cada cierre de contrato.«Sooorpresas te da la vida, ¡ay dios!», canturreé al salir
«Cada una de mis caladas guiaban sus pasos en la oscuridad. No había luna, y tan solo el crujir rítmico de sus pasos me hicieron saber que se acercaba»
«Exagerado, desproporcionado, nervioso. Levanté una ceja: jugable, gustoso»
«Su cabeza, como una luna llena, me miraba a lo lejos desde una esquina de la ventana. Me resultó atractivo: pequeño, moreno y sudado»
«No hay nada que me resulte más bello que un cuerpo desnudo; me deleito con y en ese cuerpo con sus gestos, voces y modos de moverse»
«Sacó la lengua y la apretó un poco más sobre mí, entrando entre mis labios y rozando por un segundo un extremo del clítoris»
Aturdidos e incontinentes; así se despiertan los amantes duraderos, longevos y convivientes tras una noche regada de pasiones maduras
«Conectaba pecho y bíceps en oraciones ya leídas en otra ocasión pero hoy , en sí misma, su axila comenzaba un nuevo párrafo. Un nuevo deseo, una nueva historia»
«Quiero que estrangule mi pecho; que me apriete fuerte este par de tetas que se hincha en cada toque de sus dedos en el cielo de mi boca»
«Follaron y follaron, y en cada beso, en cada lamida de pezón, en cada gruñido de la barba de él sobre su cuello, su letanía iba aumentando: ‘Que acabe ya esto’»
«Me corro en su alma y mientras lo hago mi médula errante encuentra su rumbo: el suyo y el mío juntos»
En pleno éxtasis niagaresco, la puerta comienza a deslizarse inesperadamente. Va en la dirección contraria a lo esperado y deseado. Deambula lenta, parsimoniosa. El chorro golpea imparable y fuerte
«Le pongo mis brazos por la cintura y acaricio un rato su pecho. Me entretengo en su ombligo hasta que me gruñe un ‘¡basta!’ sin palabras»
«Cuenta Amanda que, en poco rato, comenzaron a llover orgasmos; así lo dice, elige el verbo sobre una acción literal»
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