Puesto que es verdad, otros no lo hicieron y nos costó caro, conviene decirlo: fue UPYD quien se querelló contra Bankia por su salida a Bolsa y quien denunció la existencia y el uso de las tarjetas Black… además de presentar otra serie de denuncias por corruptelas, corrupciones, mala gestión o ilegalidades varias cuando concluimos que no quedaba otro remedio que recurrir a la vía legal.
Y a esto hay que darle la vuelta. Si la sociedad no es capaz de hacerlo ahora, que paren este autobús, que un servidor se baja.
En nuestra democracia real se deslizan pedacitos de la imaginación. El pedazo que ocupa la ficción, claro, amputa una porción del cuerpo de la realidad, de manera que hay días que andamos sin aire, otros cojos, algunos días ciegos y, por lo general, sordos.