Una cura para el VIH
El VIH, ya sea natural, ya sea creado en un laboratorio secreto, es una enfermedad terrible reflejo en gran medida de la enfermiza sociedad capitalista que nos invade.
El VIH, ya sea natural, ya sea creado en un laboratorio secreto, es una enfermedad terrible reflejo en gran medida de la enfermiza sociedad capitalista que nos invade.
Como todas las enfermedades es odiosa. Pero además, tiene efectos que generan vergüenza. Y mutila, como tenemos delante. Y hoy no debiera existir, pero ahí está.
La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema mayor, que amenaza la salud y el desarrollo global y para el que todavía no hay respuestas. Las armas con las que la humanidad había logrado contener durante décadas a gérmenes letales pierden efectividad mientras hay estimaciones que señalan que los fallecimientos por esta causa se contarán por millones
Cuando nos encontramos rodeados de malas noticias y es complicado encontrar un momento en los medios en el que no se hable de una desgracia, aparece un rayo de luz que consigue hacernos esbozar una enorme sonrisa.
Curanderos, políticos, medios de comunicación, y líderes de diversos sectores de la sociedad africana son responsables indirectos de la propagación del ébola. El Departamento de Estados de EEUU está haciendo un esfuerzo extra de comunicación por conseguir ganarse el crédito de los ciudadanos de los países más afectados, después de que algunas personalidades les acusaran de inventar “la mentira del ébola”. El objetivo, igual que el de la OMS, es lograr concienciar a los africanos de la necesidad de prevención básica, y de que muchos ritos funerarios tribales se encuentran detrás de la propagación del ébola.
Obama, mientras tanto, se dirige a la nación en un discurso para anunciar que los ciudadanos de los países afectados están en las oraciones de los estadounidenses. Pues menos oraciones y más Zmapp, Sr. Presidente.
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective