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Por qué el #TakeAKnee de los deportistas de EEUU es en realidad una protesta contra el racismo

Por qué el #TakeAKnee de los deportistas de EEUU es en realidad una protesta contra el racismo

Reuters

Arrodillados, para luchar por los derechos de todos los ciudadanos americanos. Así están comenzando cada partido muchos jugadores de la liga norteamericana de fútbol, la NFL. Se trata de una protesta contra las palabras y las políticas de Donald Trump, pero no solo eso. Va mucho más allá. Es una reivindicación de un Estados Unidos sin violencia policial racial, sin segregación racial, sin discriminación, sin racismo.

 

 

El gesto no es de ahora. Comenzó en 2016 cuando el jugador de San Francisco Colin Kaepernick se arrodilló en un partido por la brutalidad de la policía contra ciudadanos negros desarmados —que desembocó en el movimiento #BlackLivesMatter—. Hasta este fin de semana, el movimiento contaba con apenas una decena de adeptos.

Han sido las declaraciones de Trump las que han agitado de nuevo el #TakeAKnee, después de que señalara que los partidos eran aburridos, que los jugadores se estaban reblandeciendo por prohibir los golpes fuertes y que los propietarios de los equipos deberían echar al «hijo de… que no respeta la bandera», en referencia a Kaepernick que —recordemos— se arrodillaba durante el himno para protestar contra la violencia policial. Ahí se desencadenó todo.

 

 

Trump ha pedido el boicot y el despido de los jugadores que se arrodillen. Ellos, cada vez más, se arrodillan para pedir los mismos derechos para todos los ciudadanos de Estados Unidos. La mayoría de los jugadores de la NFL son negros y han cerrado filas en defensa de sus compañeros. Pero incluso el dueño de los Cowboys, Jerry Jones, se ha arrodillado en favor de esta protesta:

 

El jugador español de los Steelers, Alejandro Villanueva ha tenido que pedir perdón por no arrodillarse junto a sus compañeros en el último partido. Ha dicho que se siente avergonzado. Por esta razón, muchas personalidades están pidiendo a los deportistas blancos que también tomen partido, que aprovechen su posición de poder para apoyarlos:

 

 

Las muestras de apoyo a #TakeAKnee no dejan de crecer. Entre los que se encuentran actores de Expediente X o de la serie Anatomía de Grey. Incluso muchos usuarios se han cambiado su nombre de perfil en Twitter.

 

 

 

 

 

Los gestos de apoyo a los jugadores no se han quedado en el mundo del deporte. El cantante Stevie Wonder se arrodilló con la ayuda de su hijo Kwame Morri: «Una por América y otra por el mundo», dijo. «Si yo puedo verlo [la violencia racial], maldita sea, sé que vosotros también podéis», añadió al día siguiente en un concierto en Charlottesville.

 

La NBA contra las políticas de Trump

 

La NFL no es la única de las grandes ligas que se ha rebelado contra Trump y la permisividad de los ataques raciales en EEUU. La joya de la corona del deporte estadounidense, la NBA, también está enfrentándose al presidente estos días. La estrella de los Warriors Stephen Curry dijo en una entrevista el viernes por la noche que no quería ir a la tradicional recepción honorífica que la Casa Blanca organiza cada año para el equipo ganador de la NBA.

Sus razones: «Con suerte, no ir a la Casa Blanca inspire algún cambio sobre lo que toleramos en este país, lo que aceptamos y sobre lo que hacemos la vista gorda. Estamos tratando de utilizar nuestras plataformas y aprovechar nuestras oportunidades para arrojar luz sobre estos temas. No es que crea que si yo no voy a la Casa Blanca milagrosamente todo empezara a ir mejor, pero es mi oportunidad para señalarlo».

 

 

El objetivo de Curry no era Trump exclusivamente, sino las políticas del presidente, su falta de capacidad para «decir o no decir lo que debía en cada momento», en referencia a la violencia de Charlottesville, cuando el mandatario equiparó a los supremacistas blancos que encabezaban las marchas en Virginia —y que provocaron la muerte de tres personas— con los antifascistas que trataban de evitar que los neonazis protestaran.

Sin embargo, el presidente no lo entendió. Y los 140 caracteres de respuesta no tardaron en llegar:

 

Compañeros de Curry como Lebron James han salido en su defensa. Su contrincante en la pista tuvo claro cuál era su lugar en esta discusión y le dijo a Trump que no se podía quitar la invitación a alguien que ya había dicho que no iba a ir. «Ir a la Casa Blanca era un honor antes de que tú llegaras«, terminó en Twitter.

 

 

Además, James envío un vídeo también a través de Twitter en el que explicaba un poco más sus motivos para defender a Curry y a los compañeros de la liga NFL. «Estoy un poco frustrado porque este tío que hemos puesto al mando ha intentado dividirnos una vez más. Obviamente, todos sabemos lo que ocurrió en Charlottesville y la división que eso causó. Ahora, está intentando utilizar el deporte como una forma de dividirnos. Todos sabemos la pasión que hay en el deporte, cuánto amor, cariño y amistad crea. Ahora él está utilizando esa plataforma para dividirnos más y eso no es algo sobre lo que me pueda quedar callado». Touché.

 

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