Los hijos de Jaime Ostos rompen su silencio tras la muerte del torero (quejas incluidas)
Tras la muerte del diestro, tres de sus cuatro hijos han hablado con la prensa, y uno de ellos se ha quejado abiertamente
Gtres
El torero Jaime Ostos falleció este sábado 8 de enero a los 90 años tras sufrir un infarto mientras dormía en Bogotá (Colombia), donde se encontraba de viaje, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
El diestro, que ha sido una de las grandes figuras del mundo del toreo en España, recibió el alta hospitalaria el pasado 10 de mayo de 2020 tras haber estado dos meses ingresado en el hospital a causa de unos fuertes dolores de espalda que le impedían caminar y, posteriormente, el contagio de coronavirus.
Cuatro hijos de tres mujeres diferentes
En cuanto a su vida personal, el torero, cuyo mayor esplendor en las plazas llegó en las décadas de los 60 y 70, se casó dos veces. La primera, en la Basílica de La Macarena, el 21 de octubre de 1960, con la baenense María del Consuelo Alcalá Rubio, con quien tuvo a sus dos primeros hijos, Gabriela (60) y Jaime (57). El diestro y su primera mujer se separaron tras nueve años de matrimonio.
Posteriormente, el torero Jaime Ostos mantuvo una relación sentimental de varios años con la actriz argentina Lita Trujillo, aunque no se casaron. Sí lo hizo con su tercer amor, la neumóloga María de los Ángeles Grajal López (67). Ambos se dieron el sí, quiero por lo civil en San Lorenzo de El Escorial, el 6 de marzo de 1987, y repitieron el enlace por la Iglesia en 2014. La pareja ya tenía un hijo, Jacobo (37).
El diestro tuvo otra hija, Gisela Ostos Díaz, con quien no comenzó del todo bien. Ella fue fruto de un idilio del torero con Aurora Díaz Cano, quien, en 2003, presentó demanda de paternidad para que Jaime Ostos reconociera a su hija Gisela como tal. Ante la negativa de éste a someterse a las pruebas de ADN, Gabriela se ofreció ante el juez para hacerse dichos test. El juez lo admitió y en septiembre de aquel año, el Juzgado resolvió el caso a favor de Aurora Díaz. Así, Gisela, desde aquel instante, llevó el apellido Ostos, recibió una indemnización y comenzó a percibir una manutención. Al final, tras más de una década, padre e hija se reconciliaron, o más bien comenzaron su relación.
Los descendientes del torero hablan tras la muerte de su padre (y Jaime Ostos Jr. se queja de cómo se enteró)
Jacobo Ostos fue el primero en hablar con la prensa. «Felices últimas horas para él, ha estado con su gente, con sus amigos, con mi madre. Ha sido un infarto, cuando se ha despertado», apuntó a Telecinco, recalcando que su padre murió «sin dolor».
Jaime Ostos Jr., quien vive en Carolina del Norte (EE. UU) y está casado con Yolanda García Cereceda, lleva una discreta vida volcada en el mundo ecuestre. Para él, es la primera vez que pierde a uno de sus progenitores y ha sido un duro golpe: «Hace tres días hablé con mi padre porque me mandó unas fotos del viaje en Colombia. Yo hablaba mucho con él y estaba muy pendiente porque estaba muy preocupado por la covid, el poco peso que tenía, estaba muy delicado. Lo que pasa es que era un hombre con tanta fuerza», ha contado a Abc.
«Me enteré de su muerte de una forma poco agradable. Cuando me levanté tenía mensajes de amigos dándome el pésame y yo me preguntaba el pésame de que. Yo vivo en Estados Unidos, con seis horas de diferencia, y, claro, miré y ya vi que habían entrado en un programa de televisión. Yo creo que, en estos casos, primero se avisa a la familia y luego ya se hace todo lo demás. Obviamente, luego llamé a mi hermano Jacobo y ya me confirmó todo», ha añadido, tras recalcar que su padre «era maravilloso y persona muy cariñosa con nosotros».
«Me hubiera gustado poder despedirme de él», ha añadido, aunque lo hará tras su muerte, en Madrid, donde está previsto que el miércoles lleguen los restos mortales del torero, desde Bogotá, donde falleció.
La hija mayor del torero, Gabriela, nacida de su primer matrimonio con Consuelo Alcalá, fue a rezar por su padre a la basílica de la Macarena, en Sevilla, donde se casaron sus padres en 1960: «Estamos todos muy mal, nadie nos esperábamos esto. Estamos cada uno en un sitio, no hemos tenido la oportunidad de estar con él y de verlo. Me enteré de la muerte de mi padre por una prima mía, luego me llamó Jacobo y también María Ángeles. A él no le gustaría que yo estuviera triste. Era un ser maravilloso que vivía para ayudar a los demás», dijo a la prensa. Gisela, de momento, no ha dado declaraciones.
DEP.
