El mayordomo de Diana de Gales desvela sus secretos más íntimos (y nunca contados)

La muerte de Diana de Gales sigue siendo un tema de máxima actualidad pese a haber transcurrido 25 años de aquel fatídico accidente en París. Una persona que la conocía perfectamente era Paul Burrell, quien ejerció como mayordomo personal de la princesa durante 21 años. Un tiempo más que suficiente para vivir experiencias de toda clase y conocer todos los entresijos de la familia real británica.

Ya te contábamos hace algunos días en THE OBJECTIVE que Burrell había advertido acerca de sus intenciones de tener una charla profunda con los hijos de Lady Di. Enfermo de un cáncer de próstata y con una operación quirúrgica pendiente, tenía miedo de que se produjese el peor desenlace posible. No se perdonaría marcharse de esta vida sin mantener una conversación íntima con Guillermo y Harry.

Las confesiones de Burrell a Risto Mejide

Ese encuentro no ha llegado todavía, pero qué mejor aperitivo que escuchar el relato sosegado de una de las personas que pertenecieron al círculo íntimo de Diana de Gales. Lo ha hecho en el confesionario particular del recientemente enamorado Risto Mejide. A continuación, recopilamos alguna de las (imperdibles) perlas que ha soltado en Viajando con Chester.

Paul Burrell tenía apenas 18 años cuando entró a formar parte de la plantilla de trabajadores de la casa real británica. Cuenta que la primera vez que vio a Diana Spencer fue rodeada de nueve perros corgis, sus inseparables y fieles mascotas: «Se quedó conmigo. Durante 11 años, a donde ella iba, iba yo. Tenía un aura a su alrededor y nadie penetraba esa burbuja».

Poco a poco, el mayordomo dejó de ser únicamente eso para convertirse en confidente de Diana de Gales. Burrell recuerda las ocasiones en las que recurría a él para preguntarle dónde estaba su marido, el príncipe Carlos. Él sabía perfectamente que se encontraba junto a su amante, Camilla Parker-Bowles, pero no quería herir a la princesa.

Paul ha desvelado en el programa de Cuatro una dura discusión con Carlos III: «Me dijo: ‘¿Hablaste con la princesa ayer? ¿Qué le has contado?’. Y dije: ‘Que estaba usted fuera’. Me respondió: ‘¿Y por qué le has dicho eso? ¿No puedes mentir? Soy el príncipe de Gales. Un día seré rey de este país y tú harás lo que yo diga. Yo pago tu sueldo y harás exactamente lo que te pido’. Después, cogió un libro y me lo tiró». Sobran más palabras.

«La familia real trataba mal a Diana de Gales»

Sin paños calientes y carente del temor que antaño pudo tener a decir la verdad. Así se ha mostrado Paul Burrell ante Risto Mejide. Por ejemplo, para contar que Diana de Gales no fue bien tratada por su propia familia y señala directamente al actual rey de Inglaterra: «Diana tenía problemas mentales y él pensaba que estaba loca. Nunca nadie le ha dicho que no, excepto Diana. Se atrevió a decir que no a su marido y pagó el precio».

Paul Burrell también desveló algunas intimidades de la princesa, como que fue él quien metió en palacio, en el maletero de su coche, a Hasnat Khan, cirujano con el que Lady Di quería casarse en julio de 1997. Además, el mayordomo niega que se comprometiese con Dodi Al-Fayed antes del accidente mortal, así como que estuviese embarazada en ese amargo momento.

¿Mataron a Diana de Gales?

Acostumbrado a hacer preguntas de lo más incómodas, Risto Mejide disfrutó de lo lindo al tener un invitado que no ponía filtro a sus respuestas. No iba a hacerlo él a sus preguntas. Y así, ambos acabaron hablando de las teorías conspirativas que siempre han envuelto al fallecimiento de Diana de Gales. ¿Qué piensa Burrell?

Huye de hipótesis homicidas, pero ve cabos sueltos: «No creo ni por un minuto que la mataran. Hay cierto misterio alrededor del accidente que no entendemos, y preguntas que no se han respondido. ¿Por qué tardaron una hora en llegar al hospital después del accidente cuando se tarda 10 minutos?».

La rajada contra Harry de Inglaterra

Otro de los bloques de debate de la entrevista del mayordomo de Diana de Gales fue en torno a la figura de su hijo pequeño: «Yo le aplaudí porque quería mantener a salvo a su familia. Al principio dije ‘muy bien por ti, buen chico’, pero eso cambió. Una pareja que quiere privacidad y mantenerla de repente invitan al mundo entero a su casa con Netflix y les dan millones para contar secretos sobre su familia y esta es la historia de nunca acabar».

Pero se dejó lo mejor para el final: «El problema de Harry es que ha cruzado la línea de la lealtad y se ha pasado al lado comercial, al de la celebridad. Ha vendido su alma al diablo y lo ha hecho porque ha querido». Jaque mate.