José Luis 'El turronero' hace una excepción y concede su primera entrevista en muchos años

Hace años que José Luis López Fernández, más conocido como ‘El turronero‘, decidió no dar entrevistas a los medios de comunicación, pero este viernes ha hecho una excepción con Carlos Herrera. El periodista y su equipo de COPE se han trasladado hasta Ubrique (Cádiz) para hacer su programa de hoy y poder hablar en persona con el conocido empresario, quien, como ha asegurado en la mencionada radio, siempre está de viernes a domingo en el pueblo que le vio crecer.

«Agradezco mucho haber nacido en Ubrique, y estoy muy agradecido a la gente de aquí. Estoy de lunes a jueves en Madrid, trabajando, pero luego me voy a mi pueblo, a disfrutar de las personas de aquí, a las que estoy tremendamente agradecido», ha asegurado ‘El turronero’ a Herrera, quien es además su amigo.

El motivo principal de la entrevista ha sido por la Fundación López Mariscal, cuyo presidente es el empresario, ubicada en la localidad gaditana, ya que la Navidad es una época muy especial para la organización, pues «sirve para devolver a la sociedad parte de lo que ella me está aportando. Los recursos que recojo de mis negocios los dedico para ayudar a gente necesitada, que de verdad se merece ese apoyo, esa ayuda».

Este agradecimiento ha sido y es la base de todos los pasos que ha dado ‘El turronero’ desde que comenzó en los negocios, a los 17 años de edad tras haber estado estudiando, «sacando matrículas de honor». Unos estudios —que no hubieran sido posibles sin el profesor que le metió en un internado a los 10 años de edad— que dejó al estar dos meses de verano ayudando a sus padres y hermanos con su negocio de venta ambulante de turrón, de feria en feria, de ahí su apodo.

«Cuando me dieron la oportunidad e estudiar con 10 añitos yo la aproveché, hasta el punto de que ese primer año que estuve interno, y hasta los 17 saqué matrícula de honor. Fui muy buen estudiante. De hecho mi padre quería que fuese médico, y yo lo acepté. Me dijo que así les sacaba de la venta ambulante y salvaba a mis padres y a mis hermanos. Y le dije que sí. Después. por circunstancias de la vida, los dos meses de verano que estuve en la calle me di cuenta de que tenía una capacidad especial para empatizar y para ser vendedor y relaciones públicas, y ahí me cambió mi vida. Empecé una línea de negocio o trabajo diferente», ha manifestado en la entrevista.

Y lo cierto es que no le ha ido mal, pues José Luis es hoy una de las mayores fortunas de Andalucía y triunfador en numerosos negocios de diferentes sectores.

‘El turronero’, un vendedor nato

No sabe qué hubiera pasado si hubiera seguido estudiando, pero a día de hoy no se arrepiente de todos los pasos que ha dado, pues está muy orgulloso del camino andado. Un trecho que, en sus palabras, hubiera sido imposible sin todas las personas que le han ayudado, a quienes ‘El turronero’ siempre intenta devolverles parte de ese cariño y aprecio en forma de invitaciones.

La última, que fue muy sonada, fue la macrofiesta que organizó en Sevilla, a la que asistieron 3.700 personas de diferentes extractos sociales. Una lista inmensa que tuvo que acortar: «Un día me levanté y pensé que iba a cumplir 60 años e hice balance de todo lo que había conseguido en la vida, lo que no hubiera sido posible sin todas las personas que me han ayudado por el camino. Así que empecé a hacer una lista y me salieron 6.000 personas, pero tuve que acortarla».

A aquella fiesta, celebrada este pasado verano, acudieron multitud de rostros conocidos: desde políticos a famosos como Joaquín, Bertín Osborne, Fran Rivera y Lourdes Montes, Viki Berrocal, India Martínez, Cayetana Rivera, Alba Díaz, Susanna Griso, Chenoa con su ya exmarido, Paz Padilla y su hija… pero también muchas personas anónimas que han sido importantes en la trayectoria del empresario, quien, no obstante, es conocido en prensa por invitar a muchas personalidades destacadas de la sociedad española a sus eventos.

Por ejemplo, a la boda de su hija asistieron mil invitados, casi tantos como al bautizo en Jerez de sus nietos Paula y Mateo, al que acudiern Rocío Monasterio y su marido Iván Espinosa de los Monteros —quien ahora trabaja con él—, entre otros.

Todos los invitados de ‘El turronero’ son agasajados a lo grande en sus eventos. Una generosidad que también está presente en la acción social que realizan cada año por Navidad en la Fundación desde hace más de 20 años: «Un día se me ocurrió dar a nuestros ancianos un almuerzo en Navidad. Empezamos con 50 o 60 personas, ahora somos 1.000 y porque no cabe más gente. Ese día para mi es el más importante del año, hacemos felices a mucha gente, a personas que se ponen su traje más especial ese día. Es una satisfacción personal sin precedentes», ha dicho en COPE.

De vender turrón a ser un empresario de éxito

José Luis López aprendió el oficio de la venta de sus padres, y en especial de su progenitora: «Fue mi madre la que me enseñó a vender y eso se me fue pegando. El salto que di de vender turrones de feria en feria a ser empresario fue fantástico pero mis padres fueron los pilares que me ha dado la vida para estar donde estoy hoy».

Y lo cierto es que no se puede quejar, ya que sus negocios van «estupendamente bien». Un éxito que, como él mismo ha dicho este viernes, es «independiente de quien gobierne», ya que el empresario tiene que levantarse cada día por levantar su negocio, igual que los artesanos de Ubrique, de los que ‘El turronero’ presume con orgullo: «Ubrique es un pueblo muy emprendedor, hay muchos autónomos y el artesano es un ser especial, pues es diferente a lo que hay en España por su propia profesión. Han logrado algo únic oque no se ha conseguido en el mundo, que es que nos tengan en consideración las grandes marcas, como Prada, Loewe, Chanel o Louis Vuitton para hacer sus productos. Con sus manos, los artesanos logran cosas que no están vistas», ha asegurado el empresario, que está asociado con uno de estos artesanos, aunque la mayor parte de sus negocios están unidos al mundo inmobiliario.

Veremos si después de esta entrevista ‘El turronero’ se anima a acercarse más a los medios, los cuales, dicho sea de paso, siempre recogen sus fiestas y sus andanzas en los negocios desde hace años, ya que su caso es del todo paradigmático.