Tamara Falcó e Íñigo Onieva reaparecen juntos en Barcelona (a pesar de dormir separados)
Los recién casados han estado este fin de semana en la ciudad condal, donde se han dejado ver muy acaramelados
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Barcelona | RRSS
Dicen que cada matrimonio es un mundo, que tiene sus propias reglas. Y en el caso de Tamara Falcó y de Íñigo Onieva parece totalmente así. La marquesa de Griñón y el empresario, de hecho, se han visto inmersos en fuertes rumores de crisis en los últimos meses porque apenas duermen bajo el mismo techo. Así, a ella se la ve pernoctar asiduamente en casa de su madre, Isabel Preysler, sin su marido.
Esta distancia hizo saltar las alarmas, sobre todo porque se producía cuando estaban intentando ser padres y poco después de haber estado en exclusivo retiro para perder peso, unos planes que nada hacían presagiar que algo fuese tan mal como para no dormir en la misma cama.
Sin embargo, ni crisis ni nada, ya que este fin de semana la parejita ha presumido de amor en un viaje a Barcelona.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva presumen de amor en Barcelona
Tras semanas sin confirmar ni desmentir los rumores de crisis y las informaciones que surgieron al respecto —como que habían tenido una tensa discusión en un restaurante—, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han decidido poner fin a las especulaciones a golpe de viaje romántico a Barcelona.
Así, tras pasar la noche del jueves separados (otra vez), el viernes, el matrimonio puso rumbo a Barcelona para disfrutar de un fin de semana muy especial que han compartido a través de sus respectivas cuentas de Instagram, quizá para mandar un mensaje de tranquilidad y normalidad.
Entre lo que han hecho en la ciudad condal, no han podido faltar sus grandes pasiones: la gastronomía y el arte. Al respecto, la pareja ha visitado la exposición Miró-Picasso —que reúne 250 obras de estos dos artistas— antes de conocer uno de los restaurantes de moda de la ciudad, llamado Disfrutar, un tres estrellas Michelín.
Y, como no podía ser de otra forma, también es evidente que se han dado mucho amor, a juzgar por las caras de felicidad de ambos. Así, como hemos dicho al comienzo, cada matrimonio es un mundo, y parece que en el de Tamara Falcó e Íñigo Onieva es absolutamente normal dormir en casas separadas de vez en cuando.
