La vida de Pablo Motos: de su difícil divorcio a su conexión con Laura y Cristina, hijas de su mujer

Pablo Motos es uno de los presentadores más conocidos de nuestro país. De lunes a jueves, el valenciano presenta su programa estrella, El hormiguero, con el que ha conseguido espectaculares datos de audiencia. Es por eso que Pablo se ha convertido, al mismo tiempo, en uno de los hombres más alabados y criticados del mundo de la televisión. Y es por eso que su vida privada ha generado cierto interés. A pesar de todo, nunca se ha escondido y con sus invitados se ha confesado sobre su relación con su mujer, Laura Llopis, o las dos hijas de esta. Aunque eso sí, sí que hay otros aspectos que ha querido guardar más en privado como fue su primer matrimonio y, sobre todo, su complicado divorcio.

Pablo Motos comenzó en radio cuando era muy joven aunque no fue hasta 2006 cuando dio sus primeros pasos en televisión. Durante cinco años se convirtió en presentador de un formato en Cuatro que, por aquel entonces, llamaron El hormiguero y que, a partir de septiembre de 2011, pasó a emitirse en Antena 3. El programa que se emite, en tira diaria, en el access del prime time, se ha convertido en una opción entretenida, rápida, ágil y que ha conseguido que miles de espectadores sintonicen el canal de Atresmedia cada noche. Además, por su plató han pasado una infinidad de personajes conocidos, tanto nacional como internacionalmente.

Pablo Motos protagonizó un complicado divorcio

Pablo Motos conoció a Laura Llopis hace más de treinta años. Por aquel entonces, él comenzaba a hacerse un hueco en los medios de comunicación y ella ya tenía dos hijas de una relación anterior. Además, Pablo ya había probado suerte en el amor que desencadenó en un divorcio con la que fuera su pareja. Motos habló de cómo fue su relación y, sobre todo, los complicados momentos que vivió en su divorcio con la visita de Dulceida a su programa. «Cuando me separé, lo primero que sentí, sin rodeos, fue una sensación de liberación. Me quité un peso de encima», confesó el presentador. «También sientes bastante culpabilidad», admitió Motos.

A lo que sus invitadas le preguntaron si había sido él quien había tomado la decisión. «Sí», comentó de forma escueta. «Y también un poco de fracaso», apuntó el hombre. Lo cierto es que, ahora, esa relación ya está totalmente en el olvido. Es por eso que, ahora, mantiene un sólido matrimonio con Laura Llopis, con quien, desde el principio, marcó «unas líneas rojas» que, a día de hoy, siguen respetando. «Está terminantemente prohibido imitar lo que la otra persona ha dicho con voz de idiota. Al menos cuando estamos discutiendo. En el día a día, lo hacemos bastante», contó, en una ocasión, el presentador de El hormiguero.

Su estable matrimonio con su mujer, Laura Llopis, y sus dos hijas, con quienes trabaja

Ambos coincidieron, por primera vez, durante su paso por Onda Cero Valencia. Por aquel entonces, ella estaba como productora, mientras que Pablo hacía las veces de presentador. «Nos conocimos en la radio, en Valencia, yo estaba de presentador y ella en producción.A mí me gustaba, pero ella pasaba. El desprecio más grande se queda en nada comparado con el de ella. Yo me preguntaba ‘¿te vas a morir sin haberla besado?’, y un día me lancé», explicó Motos a Bertín Osborne en una entrevista. La base de su relación también es el respeto y la admiración mutua.

«Mi mujer es mucho mejor que yo en todo, es mejor persona, es más culta. Ella es coordinadora de guiones y tiene dos hijas guapísimas. Una está en atrezzo, que es el trabajo más duro del programa, yo creo, porque los de atrezzo tienen que construir todo lo que ves cada día en El hormiguero, y la otra es guionista. Son dos chicas con muchísimo talento y, sobre todo, son muy buenas personas», explicó Pablo. Su relación es tan fuerte que, hace un tiempo, ambos decidieron comenzar a trabajar juntos en El hormiguero. Laura lo hace como coordinadora de guiones del programa y, además, comparte profesión con sus dos hijas, Laura y Cristina. La primera de ellas trabaja en atrezo mientras que la segunda es guionista.

De esta manera, aunque tienen sus líneas rojas y han querido mantener su división entre su vida profesional y personal, la relación de la familia es totalmente fluida. Así, los cuatro forman parte de una maquinaria perfecta con un engranaje que ha hecho que el programa vaya como la seda, con el trabajo conjunto de los demás trabajadores, claro. Todo esto ha culminado con un gran éxito para el presentador, que es la cara visible, aunque de sus frutos también disfruta toda la familia y que se ha traducido en varias villas en la localidad de Denia o con la compra de un impresionante piso en en una de las zonas más privilegiadas de Madrid.