Qué es la Cartera de Identidad Digital Europea, aprobada con los 'síes' del PPE y los socialistas
Los expertos consideran que adoptar este nuevo modelo podría conllevar una serie de riesgos en la privacidad
Identificación Digital de la Union Europea | Twitter (X)
El Parlamento Europeo ha dado un paso más en la implementación de una Cartera de Identidad Digital para toda la Unión Europea aprobando su reglamento. Este nuevo marco tiene como objetivo la identificación y autenticación online para proporcionar a la ciudadanía acceso digital transfronterizo a servicios públicos y privados, así como almacenar, compartir y firmar documentos electrónicamente.
La votación celebrada el pasado jueves en Bruselas contó con 335 votos favorables -entre los que se encontraban los del Partido Popular Europeo y los socialdemócratas-, 190 en contra y 31 abstenciones. ECR, el grupo europeo de Vox, votó a favor de la enmienda de rechazo y no apoyó la moción.
Según Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, esta identidad electrónica dará confianza y seguridad a los ciudadanos: «la Comisión propondrá una identidad electrónica europea fiable que todo ciudadano pueda utilizar en cualquier lugar de Europa para cualquier tipo de operación, desde el pago de sus impuestos hasta el alquiler de una bicicleta. Una tecnología que nos permita controlar qué datos se utilizan y cómo».
Y es que la Comisión Europea ha defendido que la billetera digital, que en un principio será de uso estrictamente voluntario -aunque la práctica la convertirá en obligatoria-, ofrecerá a los usuarios un panel de privacidad, otorgándoles control total sobre sus datos: «Hemos establecido que la cartera de identidad digital sea de código abierto, a fin de fomentar la transparencia y la innovación y mejorar la seguridad. También ha dispuesto reglas estrictas para el registro y la supervisión de las empresas involucradas con el propósito de garantizar la rendición de cuentas y la trazabilidad».
¿La privacidad puede verse afectada?
Javier Pascual y María Gracia Rubio de Casas, expertos en derecho digital y regulatorio financiero, expusieron durante un desayuno de prensa celebrado en el despacho de abogados ALEDRA los riesgos que podría conllevar en la libertad y privacidad de los europeos adoptar este nuevo modelo.
En su intervención explicaron que esta cartera, idéntica jurídica y técnicamente para todos los países, ya no permitirá únicamente identificar a una persona, sino que también admitirá la posibilidad de almacenar y compartir toda clase de datos relacionados con el individuo: edad, filiación, historial médico, titulaciones (colegiaciones, permiso de conducir, títulos universitarios), membresías, información financiera, cargos…).
«Aquí hay varias preguntas, una de ellas inmediata: ¿quién decide qué tipo de contenidos van a tener un acceso restringido? Y, en un grado menos evidente, ¿quién puede saber ahora que yo consumo ese contenido, o que compro cualquier cosa por internet?», cuestionando qué se haría con toda esa información.
Además, consideran que, pese a no ser obligatoria, los ciudadanos podrían verse obligados a tenerla para optar a ciertos puestos de trabajo, solicitar plaza en una universidad, ir al médico, pedir un préstamo, alquilar una casa u otras actividades del día a día: «Es muy probable que un banco, por ejemplo, te lo pida para darte de alta en una inversión o para pedir una hipoteca, y que no te dé otra opción. Con ello, se ahorrarían el coste de tener contratada a una persona», adelanta Pascual.
Entre las ventajas, los expertos consideran que se abrirán oportunidades de negocio y varios sectores se verán beneficiados. También creen que será útil para los prestadores de servicios financieros: «Estos tienen unas obligaciones muy exigentes en materia de prevención del blanqueo de capitales y el primer paso para cumplir con esas obligaciones es la identificación de clientes. Por ello, disponer de un medio de identificación irrefutable de los clientes a distancia es una cosa sumamente valiosa».
