La Gran Barrera de Coral, que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros frente a las costas del noreste de Australia, ha perdido más de la mitad de sus corales desde 1995 a raíz del calentamiento de las aguas originado por el cambio climático, según un estudio publicado este miércoles.
Por qué es importante: esta zona, declarada Patrimonio de la Humanidad, alberga a 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, y la disminución de los corales se ha producido tanto en aguas superficiales como en las aguas profundas en toda la Gran Barrera.
Los corales con asta de ciervo y los planos, que conforman estructuras importantes para los peces y otras especies que habitan los arrecifes, son los más afectados de acuerdo a este estudio que mide el tamaño de las colonias coralinas de esta zona .
Los citados tipos de coral fueron «los más afectados por las temperaturas récord que desencadenaron el blanqueo masivo en 2016 y 2017», según explica el coautor de este estudio Terry Hughes, experto del Centro de Excelencia para el Estudio de los Arrecifes de Coral (CoralCoE), en un comunicado de la institución.
A los dos blanqueos de corales consecutivos que dañaron principalmente las zonas norte y centro de la Gran Barrera se sumó otro a principios de año que afectó en mayor medida al sector sur de este sistema coralino, que con sus 344.400 kilómetros cuadrados, es el mayor del mundo.
La principal causa de este fenómeno es el aumento de la temperatura del mar, que hace que los corales expulsen a las zooxanthallae, unas algas microscópicas que les proporcionan oxígeno y una porción de los compuestos orgánicos que producen mediante la fotosíntesis.
En total, la Gran Barrera ha sido afectada por cinco blanqueos masivos provocados por el aumento de la temperatura del planeta por el cambio climático entre 1998 y 2017, además de otros dos por el influjo de agua fresca, según el gubernamental Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
«Solíamos pensar que la Gran Barrera de Coral está protegida por su mero tamaño, pero nuestros resultados muestran que incluso el sistema de arrecifes más grande y relativamente bien protegido del mundo está cada vez más expuesto y en declive», lamenta Hughes.