La guerra en Siria, que entra en su undécimo año, ha dejado al menos 388.652 muertos, ha informado este domingo el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Los datos: según la oenegé con sede en el Reino Unido, cerca de 117.388 civiles, entre ellos más de 22.000 niños, han muerto desde el estallido del conflicto en 2011, y precisa que los ataques del régimen sirio y de las milicias aliadas son responsables de la mayoría de las muertes de civiles.
El recuento anterior del OSDH, publicado en diciembre de 2020, ascendía a más de 387.000 personas fallecidas desde el comienzo de la guerra. Según su director, Rami Abdel Rahman, se trata del menor aumento anual de muertes desde el comienzo de los combates.
Los combates disminuyeron en 2020 debido al cese el fuego en el noroeste de Siria y de la pandemia del coronavirus contra la que se concentraron los esfuerzos.
Desencadenada en marzo de 2011 con la represión de manifestaciones prodemocracia, la guerra en Siria, que hoy implica a varios grupos beligerantes y potencias extranjeras, entra el lunes en su undécimo año. El OSDH también documentó al menos 16.000 muertes en cárceles gubernamentales y centros de detención. No obstante, según el OSDH, el balance está subestimado pues no incluye a unas 88.000 personas que habrían muerto como consecuencia de las torturas en las prisiones del régimen.
El gobierno sirio controla actualmente más del 60% del territorio de Siria tras una serie de victorias de sus fuerzas, apoyadas por Rusia, obtenidas desde 2015 contra los yihadistas y los rebeldes.
La guerra también ha obligado a más de la mitad de la población de antes de la guerra a huir, y unas 200.000 personas han desaparecido, según el OSDH.
Hablamos con el Encargado de Negocios de la embajada de Siria en Madrid, el Embajador Samir Al Kassir, cuando se cumplen 10 años de la crisis en el país. Lee la entrevista aquí.