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Televisión

Lourdes Zuriaga: «Veo los Telediarios y se me caen los palos del sombrajo»

Durante once años – su última etapa en TVE – fue directora y presentadora del programa ‘Agrosfera’

Cuando empezó a trabajar en TVE, en la garita de Prado del Rey, donde se tenía que identificar cada día antes de acceder a las instalaciones, un empleado le dijo que con aquella indumentaria parecía que iba al colegio. «Llevaba puesta –recuerda– una falda escocesa y calcetines, y tenía una cara de niña que tiraba de espaldas».

Lourdes Zuriaga es una prueba evidente de que Teruel existe. A pesar de las deficientes comunicaciones con Madrid, a los 18 años esta turolense se presentó en la Facultad de Ciencias de la Información con el convencimiento de que pronto sería capaz de ganarse la vida como periodista, mientras su padre insistía en que hiciera la carrera de Económicas en Valencia. No hubo manera. Después de haber realizado con un grupo de amigos del Instituto un programa de radio en una emisora local, con el título de Hecho por nosotros, Lourdes no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer.

En su trayectoria profesional empezó haciendo hasta recados, continuó dirigiendo y presentando programas, tanto en radio como en televisión, para acabar especializándose en cuestiones relacionadas con el sector agroalimentario. Como recuerda en Fuera de micrófono la que fuera directora y presentadora durante 11 años del programa Agrosfera, emitido por La 2 de TVE los sábados por la mañana, todo es mejorable en la vida, incluidos los servicios que necesita la España rural que tan bien conoce.

Pese a llevar muchos años en Madrid, a Lourdes se le enciende la mirada cuando habla de los problemas de su Teruel natal y de las madres que en algunos casos han dado a luz en la carretera por tener el hospital a más de cien kilómetros de su pueblo. Le preocupa también la marginación en la que se encuentran todavía las mujeres en el mundo rural y critica a los políticos que venden promesas que de antemano saben que no van a cumplir. «Ahora, los políticos, cuando prometen y no cumplen, es porque cambian de opinión. Tenemos bastantes ejemplos de ello. Pero la gente –afirma– tiene memoria y puede hacer que cambien las cosas». El ejemplo más reciente lo tenemos en el fracaso de la formación política Teruel existe en las últimas elecciones generales.

Vicepresidenta de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios (APAE), después de haber sido presidenta de la misma durante ocho años –tope fijado en los estatutos-, Lourdes Zuriaga envidia el respeto que se tiene en Francia a los agricultores y lamenta la imagen distorsionada que todavía se tiene de ellos en nuestro país, donde «el campo sigue estando asociado a la boina».

Lourdes Zuriaga. | Carmen Suárez

PREGUNTA.- ¿Cómo recuerdas tu incorporación a TVE?

PREGUNTA.- Yo entré en TVE cuando estaba en primero de Periodismo, pero antes ya hacía una colaboración en la revista Teleradio. Entonces, resulta que el ayudante de producción de un programa de Santiago Vázquez, El mundo de la televisión, era compañero mío en la facultad. Me estoy refiriendo a Nacho Márquez. Nos conocimos –fíjate las casualidades- pagando la matrícula. Llegó al banco justo cuando acababan de cerrar la puerta, pero pudo pasar porque yo le dije al empleado que venía conmigo. Entonces, Nacho me contó un día que estaban buscando en el programa a alguien que hiciera un poco de chica de los recados y le dije que podían contar conmigo. Iba a por las escaletas y hacía algunas labores de producción.

P.- En aquel espacio se repasaban los contenidos de la programación televisiva.

R.- Efectivamente. Aquel programa pasó luego a llamarse 625 líneas, con José Antonio Plaza. Al principio, como era colaboradora, tenía que pasar cada día por la garita de control. Recuerdo que un día, el guardia que estaba en la garita me dijo: «Pero, vamos a ver, tú como vienes a trabajar así, si parece que vas al colegio». Yo tenía entonces 18 años y llevaba falda escocesa y calcetines. Además, tenía una cara de niña que tiraba de espaldas.

P.- ¿Quién era entonces tu referencia, el ejemplo a seguir?

R.- Yo empecé a hacer radio en Teruel, con 15 años. Un programa juvenil, semanal, que hacía con un grupo de amigos y que se llamó Hecho por nosotros. En la cabecera se decía: «Hecho por nosotros los jóvenes, para vosotros los jóvenes». Pasó el tiempo y, al terminar COU, el director de la emisora –Carlos Fernández Salvador, un tipo estupendo– me propuso hacer las mañanas de la radio en agosto. Hicimos un magacín que se llamó Las mañanas de agosto, en el que hablábamos de mil cosas. Y luego ya me vine a estudiar a Madrid…

P.- ¿Tenías claro lo que querías ser de mayor?

R.- Lo tenía clarísimo. Mi padre quería que estudiara Económicas en Valencia, pero no di mi brazo a torcer.

«A Maruja Callaved la llevaba en coche a su casa y muchos días me invitaba a comer»

P.- Entre tus primeros trabajos en TVE figura también Gente hoy, un magacín que dirigía Maruja Callaved.

R.- Con Maruja me llevaba muy bien. Ella, además, no conducía y, como vivíamos cerca la una de la otra –ella en Núñez de Balboa y yo en Conde Peñalver-, la llevaba en coche a su casa. Y muchos días me invitaba a comer. Como las dos éramos aragonesas, teníamos muchas cosas en común. Fue, para mí, una madrina estupenda. Luego, cuando Maruja dejó el programa, pasé a Crónica 3, con Pedro Macía y Jesús Hermida. Yo fui, sin serlo, la primera chica Hermida. Cuando acabó Crónica 3, me mandaron al informativo matinal que iba dentro del magacín Buenos días,y de ahí al Telediario Fin de Semana, como jefa de Nacional y Economía. Tuve de director a José Antonio Gurriarán, que era un tipo fantástico, y el presentador era Luis Carandell, que era una auténtica maravilla. Carandell era fantástico.

Lourdes Zuriaga. | Carmen Suárez

P.- ¿Cómo se produjo el regreso a la radio, el medio en el que habías trabajado en Teruel, siendo casi una niña?

R.- Estando en los Telediarios, me llegó una oferta de la Cadena Rato, para hacer un programa que se llamó Lourdes a las cinco. A mí la radio siempre me ha gustado mucho, incluso más que la televisión, y me parecía una experiencia interesante. Estuve dos años haciendo ese magacín de tarde, en el que había un poco de todo. La primera entrevista a Juan Luis Guerra, en España, se la hice yo. También le hice la primera entrevista a Alejandro Sanz. Recuerdo que vino con una guitarra y cantó flamenco. Yo me lo pasé muy bien. Tuvimos desde Severo Ochoa al actor que protagonizaba la serie El coche fantástico (David Hasselhoff); fuimos de los primeros que entrevistamos a Penélope Cruz… Pasó todo el mundo por allí.

P.- Tras la venta de la Cadena Rato a la ONCE, te incorporaste al equipo fundador de Onda Cero, en otoño de 1990.

R.- Yo había entrado en Cadena Rato en enero de 1990, donde, además de Lourdes a las cinco, hice luego otro programa que se llamó a A tu salud.  De Onda Cero pasé a Intereconomía, como directora de programas y responsable del magacín Mercado continuo, que iba de diez de la mañana a dos de la tarde. Comía y, de cuatro y media a cinco de la tarde, hacía otro espacio donde se informaba del cierre de la Bolsa. Allí aprendí mucho sobre economía financiera. Esta etapa coincidió con un programa en Telemadrid, A saber. Era un espacio de servicio público para ayudar a la gente a sacar el Graduado Escolar, en el que tenía de compañero a Juanjo de la Iglesia.

P.- ¿Cómo nació Agroesfera, programa en el que fuiste directora y presentadora 11 años?

R.- Surgió a partir de una entrevista a la entonces ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, en un programa sobre el campo que yo hacía en el Centro de TVE en Castilla-La Mancha. Al día siguiente de aquella entrevista, me llamó su director de Comunicación y me dijo que la ministra quería que ese programa se hiciera a nivel nacional. Entonces hice un proyecto y salió adelante. Así nació, en 1997, Agrosfera. Yo lo dirigía, presentaba, hacía los guiones y algunos reportajes… Hacía de todo. Agrosfera sigue emitiéndose y el director ahora es Sergio Gómez, al que yo había fichado de Intereconomía. 

«Teruel es la única capital de provincia que no está comunicada por tren con Madrid»

P.- Has vivido de cerca el fenómeno de Teruel existe. ¿Qué futuro crees que le espera al campo español?

R.- La frase Teruel existe empezó conmigo en la radio. El mayor problema que tiene el mundo rural son los servicios. Teruel es la única capital de provincia que no está comunicada por tren con Madrid. La única. Tampoco tiene autovía con Madrid, y en un sistema radial de carreteras, como el que tenemos en España, eso supone una marginación importante. ¿Cuál es el problema? El número de votos. Al tener pocos votos, no hay una política clara de resolver esas deficiencias. Mi cuñada es de un pueblo de la provincia de Teruel, Alacón, y cuando le pregunté a dónde iban a dar a luz las mujeres de su pueblo me dijo que dependía de la estación del año. Alacón está a 90 kilómetros de Teruel, a 110 de Zaragoza y a 78 de Alcañiz. Estas son las ciudades en las que están los hospitales más cercanos. Entonces, si es primavera u otoño, van a Teruel; si es invierno, a Zaragoza porque pasan las máquinas quitanieves, y, si es verano, se trasladan a Alcañiz, que se llega más rápido. Le digo: «Pues es una excursión». Y me dice: «Sí, ya ha habido algunos niños que han nacido en la carretera».

P.- Sin embargo, en la pasada legislatura había un diputado de Teruel existe, cuyo voto iba a servir para mejorar los servicios de esa provincia.

R.- Pero su voto, al final, no era decisivo. De todas formas, se han conseguido algunas cosas. El problema son los servicios y las infraestructuras. La gente mayor, con problemas de salud, se va a vivir a Teruel, Zaragoza o Alcañiz. No puede quedarse a vivir en un pueblo, porque, si le pasa algo grave, no llega al hospital. En Teruel no hay otorrino. Si un niño tiene un problema de oído, hay que llevarlo a Zaragoza, que está a 180 kilómetros de distancia. Las escuelas son de concentración y con distintas edades… El tema es complicado.

«El campo en España sigue estando asociado a la boina»

P.- Durante ocho años fuiste la presidenta de APAE (Asociación de Periodistas Agroalimentarios) y ahora eres vicepresidenta. ¿Cuál es el problema más acuciante que tiene el sector agrícola y ganadero en España?

R.- Creo que hay varios problemas. Por una parte, la incorporación de jóvenes a la actividad agraria no es fácil, aunque se han puesto en marcha distintas iniciativas desde la Unión Europea. ¿Por qué? Pues, porque los jóvenes prefieren la ciudad, un sitio más abierto… En Francia, por ejemplo, ser agricultor o ganadero merece el respeto de todo el mundo. No hay presidente francés que no vaya al Salón Internacional de la Agricultura. Sin embargo, en España, el campo sigue estando asociado a la boina. Mire usted, para dedicarse ahora a la agricultura hay que saber de economía, de la Unión Europea, además de conocer cómo se tramitan las ayudas. Porque, si no hubiera ayudas para el campo, pagaríamos el pan y la leche muchísimo más caros. Gracias a esas ayudas, se puede producir a unos precios razonables y podemos consumir productos españoles y europeos. Si hubiera un mercado libre, sin ningún tipo de ayuda, no podríamos pagarlos. Cuando se habla de ayudas y subvenciones, yo siempre digo que sería mejor hablar de pagos compensatorios. Pagos compensatorios para que la producción pueda mantenerse. Porque el lenguaje también estructura la mente.

P.- ¿Los medios de comunicación prestamos la suficiente atención a la información agraria?

R.- En los periódicos provinciales el campo sí que tiene una gran importancia. En El Heraldo de Aragón hay dos páginas todos los días. Pero en los periódicos de tirada nacional el director no tiene ni idea de lo que significa el mundo agrario. Y como no sabe lo que es, no le da importancia. Luego, los periodistas tampoco están muy preparados. Nosotros, desde la APAE, damos cursos de formación agraria para periodistas, porque la información agraria no es fácil.

P.- ¿Hay suficientes periodistas interesados en esa especialización?

R.- No. Pero, sin embargo, hay un gran nicho de trabajo. Ahora, que tenemos tanto periodista en paro, en la información agroalimentaria hay muchas salidas. No solo en los medios de comunicación. Hay también jefaturas de prensa en cooperativas y empresas del sector agroalimentario que reclaman profesionales que sepan de la PAC (Política Agraria Común), de cómo hay que tramitar las subvenciones o de cómo funcionan los Consejos de Ministros en Bruselas. Hay que saber de muchas cosas y vivimos en una cultura de poco esfuerzo. Para informar tienes que saber. En los cursos que hacemos todos los alumnos, que no son muchos, salen colocados.

P.- Saliste de RTVE con un ERE que se hizo, creo que en el año 2007 o 2008. ¿Habrías continuado si te lo hubieran propuesto?

R.- Yo hubiera continuado, pero no me dieron ningún tipo de facilidades para continuar. Eran todo piedras en el camino. Me dijeron: si te quedas, a lo mejor te vas al pasillo. Ahora hago mil cosas.

P.- Entre otras, participar en mesas redondas y eventos relacionados con el mundo rural…

R.- Participo, cuando me lo pide la APAE, en algún curso, mesa redonda o conferencia. También soy jurado de algunos premios, y eso también da bastante trabajo. En el último mes llevo ya dos. Uno de ellos con ochenta trabajos presentados.

P.- Cuando empezaste en TVE, ¿existían diferentes condiciones laborales entre hombres y mujeres?

R.- No. El sueldo era bajo, pero porque mi trabajo era pequeño. Además, yo nunca he tenido la sensación de estar marginada por ser mujer. Jamás. Tampoco lo hubiera consentido. Hubo una vez que Maruja Callaved quería que fuera yo la coordinadora del programa Gente hoy, pero al final nombraron a un señor, Enrique Prieto – al que yo le tenía cariño -, porque era padre de cuatro hijos. Me pareció bien. Era lógico. Además, tenía una trayectoria que yo no tenía.

«En el mundo agrario la mujer siempre ha estado muy marginada»

P.- ¿Las mujeres del campo están más expuestas a la discriminación que el resto de mujeres?

R.- Así es. En las tareas del campo las mujeres llevan trabajando toda la vida y no estaban dadas de alta, ni nada por el estilo. Luego, se llegó a una cosa que era la titularidad compartida. Pero las administraciones han puesto tantos problemas en su aplicación que ha sido un fiasco en muchos sitios. La titularidad del campo tiene que ser compartida entre el hombre y la mujer para que luego tengan los mismos derechos en la jubilación, por ejemplo. En el mundo agrario la mujer ha estado muy marginada siempre. Ahora, hay mujeres que han entrado por arriba y han empoderado, pero por abajo las mujeres siempre se han encargado de lo que era la burocracia en el campo. El hombre salía al campo y la mujer era la que iba a la Consejería, tramitaba las ayudas, rellenaba los papeles de la PAC, etc., etc. Y, luego, iba a recoger olivas y atendía la casa; a los hijos y a los padres. Porque no olvidemos que en el medio rural el núcleo familiar es mucho más amplio que en la ciudad. Muchas veces los abuelos acaban viviendo con los hijos y los nietos.

«En TVE tienen a la gente de toda la vida metida debajo de la mesa»

P.- Los políticos suelen frecuentar el campo en vísperas de elecciones y hacen promesas, incluso a sabiendas de que no van a poder cumplirlas. ¿Qué se puede hacer contra esto?

R.- Ahora, los políticos, cuando prometen y no cumplen, es porque cambian de opinión. Tenemos bastantes ejemplos de ello. Cuando se va a la caza o a la pesca del voto, parece que vale todo. Pero la gente tiene memoria. La gente se acuerda y cambian las cosas. A Teruel existe le votó gente de izquierdas y de derechas, pero Tomás Guitarte no respondió a las expectativas creadas y en las últimas elecciones se han estrellado.

P.- ¿Cuál es tu opinión sobre los medios de comunicación y, más concretamente, sobre TVE?

R.- Esta no es la mejor etapa de TVE. En absoluto. Me da mucha pena ver determinadas cosas. Cuando se critica a Carlos Franganillo porque se va a Telecinco, no se dice que Carlos no se va sólo por dinero, sino por otras razones. En TVE hay determinados grupos que tienen a la gente de toda la vida metida debajo de la mesa. Y no dejan trabajar a gente porque tiene más de 50 años. Oiga, mire. Es personal fijo, lleva muchos años en la casa, tiene muchísima experiencia, y yo conozco a gente a la que tienen absolutamente marginada. Gente a la que no la dejan trabajar. Mientras tanto, contratan y contratan a gente de fuera. Además, no entiendo esta moda que se han inventado de que el periodista es el protagonista. Eso es un desastre. Yo veo los Telediarios y se me caen los palos del sombrajo. Para qué nos vamos a engañar.

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