El Toyota Yaris Cross se ha convertido en el rey de los SUV pequeños en Europa

Con una motosierra. Al estilo de la película La matanza de Texas, un trabajador de un cortijo sevillano expulsó de forma poco amable a dos trabajadores de Toyota de lo que consideraba sus dominios. La marca japonesa ubicó la presentación del Yaris primigenio en la localidad de Carmona, y así les recibieron en el deseo de hacer unas fotos con un reguero de palmeras en la misma entrada de una finca.

Lo mismo hubieran deseado hacer el resto de marcas con el Toyota Yaris Cross, de manera figurada, porque se les ha vuelto un duro competidor en el mercado. Los orientales han vendido en 2023 la friolera de 11.233.039 en todo el planeta, de los que 1.173.419 han sido en Europa, con un líder indiscutible: el Yaris Cross. Es el modelo de Toyota más matriculado en el viejo continente.

Acierto tras acierto

No hay una clave concreta, pero cuando Toyota es la marca más vendida del mundo, es por una razón muy sencilla: ofrece al público lo que necesita. Precios contenidos, acabados más que correctos, tecnología avanzada, unos servicios posventa sin tacha y una relación calidad/precio difícilmente batible.

Los Toyota, en general, no sobresalen por nada concreto, pero encajan en multitud de necesidades. Siempre aciertan con el producto que el mercado busca, y su tecnología híbrida no tiene igual; y esa si puede ser una de las claves en un momento como este, en el que la combustión declina, y lo eléctrico no acaba de emerger.

Aupado por la popularidad del Yaris de base, un utilitario de enorme aceptación, el Yaris Cross es un coche distinto. Los urbanos pequeños van en claro declive y Toyota decidió reconvertir el modelo, sin abandonar el otro, en un B-SUV. De manera automática se convirtió en un pelotazo, del que ha colocado en toda Europa nada menos que 195.569 ejemplares en 2023. En un mercado sediento de este tipo de segmento, se ha convertido en la liebre del grupo en un tiempo récord.

Puesto en el mercado en 2020, un año complicado para todos, recibe ahora una actualización que mejora lo que ya entró con buen pie. El SUV que vino de oriente mide 4,18 metros de largo, 1,76 de ancho y 1,59 de alto. Su maletero cubica 390 litros, cien más que su hermano, el Yaris de siempre. Mide 24 centímetros más que este, con el que comparte plataforma, la denominada TNGA-B. La distancia entre ejes es la misma, y el exceso reside en los voladizos delantero y trasero.

Si por fuera sus diferencias son obvias, con mayor altura, pasos de rueda, y unas formas muy diferenciadas, en su interior son muy parecidos. A nivel práctico y tangible, lo que ha hecho Toyota es remodelar un coche ya conocido, y dotarlo de unas líneas que casan más con las apetencias de un mercado que está dejando atrás a los urbanos del grupo B.

El Yaris Cross se presenta con una motorización única, un tres en línea de 1.490cc y 95 caballos, que se apoya en un motor eléctrico, basado en una batería de litio; entre los dos, su potencia combinada se va a los 120 CV. Es la versión más reciente, y a diferencia del visto hasta ahora, desarrolla diez caballos más, 130. Es híbrido, pero no recargable, que es una de las configuraciones más populares de la firma. Recibe la etiqueta ECO, y en ciclo WLTP declara un consumo homologado que no pasa de los cinco litros a los cien, y bebe apenas medio litro más (5,4) en la más poderosa.

Una particularidad del modelo es la posibilidad de rodar con tracción a las dos —delantera— o cuatro ruedas, según versiones. En la opción 4×2, los dos propulsores, el térmico y eléctrico básicos, empujarán al vehículo desde delante. Si se selecciona la 4×4, un segundo motor eléctrico aplicará potencia al eje trasero. La nueva versión, la denominada 130H, mejora las prestaciones respecto a la anterior, 120H. Pasa de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos, y la nueva en 10,7 segundos, aunque es algo más lenta en las que poseen la opción de tracción total. La velocidad máxima está limitada a 170 kilómetros por hora.

Lo que sí tiene, o padece, es una notable reducción del volumen en su maletero en las versiones con tracción trasera. El motor del eje posterior se come un pedazo, y reduce el volumen de carga de 397 a 320 litros.

Interior ya conocido

El salpicadero es casi idéntico al del Yaris ‘pequeño’, apenas hay diferencias. En la asignatura en la que los japoneses han dado un pequeño paso adelante es en la pantalla central, algo más grande —en opción— y con un contenido rediseñado. Hay una mejor información, el manejo se advierte más fluido, y la pantalla puede pasar de 9 a 10,5 pulgadas. La otra, la del conductor, también crece hasta las 12,3 pulgadas, en alternativa a la de 7 ya conocida.

El sistema multimedia Toyota Smart Connect resulta más fácil de manejar, e incluye asistente de voz optimizado, al que se le puede invocar pronunciando las palabras mágicas ‘Hey Toyota‘. A partir de ahí todo es negociar una pequeña lista de deseos que el coche ejecutara a voluntad del interlocutor.

Los japoneses han incidido en mejorar el ruido interno. A pesar del esfuerzo, con cristales más gruesos, por dejar una muestra, al ser más alto que el Yaris pequeño, el sonido del motor se dispara en aceleraciones y su sección térmica sube de vueltas. En todo caso, nada de lo que preocuparse, porque entra dentro de unos niveles aceptables.

Muchas opciones

La lista de accesorios y opciones es interminable. Desde llantas de entre 16 y 18 pulgadas, sistema de entrada y arranque manos libres, retrovisores exteriores con plegado eléctrico, climatizador de bizona, cargador inalámbrico para teléfonos o faros LED, protecciones específicas en la parte baja de ambos paragolpes, raíles de techo cromados, molduras interiores acabadas en negro piano, techo con tapicería negra, asientos de piel, etc.

El Toyota Yaris Cross está disponible con los acabados Active Tech, Business Plus, Style y Adventure. Arranca en los 25.950 euros, y el tope de gama se planta en los 29.450 euros. No es barato, pero ofrece mucho, a cambio de un precio equilibrado y razonable… muy Toyota.

Sus competidores son muchos, y los hay en un extenso rango de precios, sobre todo, más baratos. Pelea con KIA Stonic, Hyundai Bayon y Kona, Mazda CX-3, Opel Mokka, Jeep Renegade, Mitsubishi ASX, Nissan Juke, Renault Captur, Seat Arona, Skoda Kamiq, Suzuki Vitara y S-Cross, o hasta su hermano mayor, el Toyota C-HR, que cuesta unos 6.000 euros más. Es un segmento populoso, en el que el Yaris Cross sabrá navegar como solo un Toyota sabe hacer. Y sin motosierras.