Polonia quiere permanecer en la Unión Europea (UE), ha garantizado este viernes su primer ministro, Mateusz Morawiecki, un día después de una polémica e histórica decisión de su justicia que, según los expertos, podría provocar el Polexit, la salida del país del bloque.
«El lugar de Polonia está y estará dentro de la familia europea», ha dicho el responsable en Facebook, donde ha añadido que la adhesión al bloque «fue uno de los puntos más importantes de las últimas décadas» tanto para su país como para la Unión Europea.
Por otra parte, Morawiecki ha señalado que «la sentencia del Tribunal Constitucional confirma lo que se desprende literalmente del contenido de la Constitución de la República de Polonia, a saber, que el derecho constitucional es superior a otra fuente de derecho». «Tenemos los mismos derechos que otros países, queremos que se respeten», ha añadido.
Estas declaraciones llegan un día después de que el Tribunal Constitucional polaco decidiera que algunos artículos de los Tratados europeos son incompatibles con la Constitución nacional y afectan la soberanía del país. «Los órganos europeos actúan más allá de sus competencias», declaró Julia Przylebska, la presidenta del Tribunal, antes de enumerar una serie de artículos de los Tratados que, según sus jueces, siguen estando en contradicción con la ley suprema polaca, y denunciar «la injerencia de la Corte de justicia de la Unión Europea en el sistema jurídico polaco».
La decisión del Tribunal Constitucional ahonda en el desencuentro entre el Poder Judicial polaco y el europeo, enfrentados desde que en 2015 el Gobierno polaco emprendió una profunda reforma judicial. Entre otras cuestiones, el mecanismo que permite al presidente nombrar jueces y la formación en 2017 de una Sala Disciplinaria con potestad para sancionar, destituir y trasladar contra su voluntad a jueces de todo el país ha sido objeto de crítica por las instancias europeas al considerar que van contra la independencia del Poder Judicial y el Estado de derecho.
