Encuesta | ¿Cree que Carlos Alcaraz es el favorito para ganar Roland Garros?

El tenis español tiene un nuevo rostro entre los siete mejores tenistas del planeta. Carlos Alcaraz, flamante vencedor del Mutua Madrid Open tras imponerse al alemán Zverev en la final, ha escalado al sexto puesto de la clasificación y ya es el jugador que más torneos ha levantado en esta temporada. En el que es su segundo Master 1.000 en lo que va de 2022, el futuro del murciano parece no conocer límite y ya solo queda ponerle nuevas metas.

El próximo objetivo pasa por el norte de Francia, exactamente por París: hacerse con Roland Garros, la presea más prestigiosa de la tierra batida. Y es que Alcaraz ya no es una promesa de futuro, sino que tras imponerse a dos de los mejores tenistas de la historia, Nadal y Djokovic, en dos días consecutivos y al número 3 del mundo en la final, el murciano es una de las grandes raquetas del circuito y el rival a batir en la próxima edición del torneo francés.

El tenista ya ha anunciado que no estará en Roma (próxima gran competición) para prepararse para el asalto a París. Sin embargo, a pesar de las buenas sensaciones que arrastra, lo cierto es que no será un camino sencillo. La principal diferencia con el último torneo se encuentra en que el número 2 del mundo, el ruso Medvedev, regresa tras una lesión que le ha mantenido apartado de las pistas con el objetivo de escalar hasta la primera plaza del ránking, propiedad del serbio Djokovic, que podrá competir a pesar de no estar vacunado tras la marcha atrás de las autoridades francesas al respecto.

Otro de los escollos en el camino del murciano tiene nombre y apellidos. Rafael Nadal es el rey de la competición. Nadie la ha ganado más veces que él y nadie ha mostrado el nivel que el balear ha desempeñado en las pistas galas en toda su carrera. Con esa sombra de gigante en el camino, el joven de El Palmar es sin duda uno de los principales candidatos para hacerse con la corona y alargar una semana más el momento de gloria que vive y que, quizás, solo sea el comienzo de algo mucho más grande a lo que está acostumbrado el tenis español (que no es poco).

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