La junta directiva del club de fútbol catalán ha presentado este martes su dimisión en bloque. De esta manera Josep Maria Bartomeu dejará de ser presidente del Barcelona, evitando así convocar la votación de la moción de censura. Así termina un mandato al frente del Barcelona que ha durado 6 años.
En contexto: la dimisión ha llegado después de que la Generalitat no opusiese ninguna traba para llevar a cabo el voto de la moción de censura en su contra. El club nombrará a una junta gestora hasta que haya un nuevo presidente.
El anuncio es, cuanto menos, contradictorio, puesto que el pasado lunes Bartomeu aseguraba que ni «tenía motivos» ni «había pensado» en dimitir.
Bartomeu, directivo con Joan Laporta (2003-2005) y vicepresidente deportivo con Sandro Rosell (2010-2014), accedió al cargo en enero de 2014 como presidente interino tras la marcha de Sandro Rosell. En julio de 2015 fue elegido como presidente para un mandato que vencía a finales de junio.
El pasado 5 de octubre, Jordi Moix, el vicepresidente económico del club, informó en rueda de prensa de que la deuda del club era de 820 millones de euros. En la misma intervención Moix explicó que el Barcelona había llegado a un acuerdo con Goldman Sachs para financiar el Espai Barça y que finalmente el coste de este será de 815 millones de euros más 435 de intereses para el fondo de inversión. Este crédito deberá devolverse durante 25 años a partir del 2025, la fecha en la que estará finalizado el nuevo Camp Nou.
El 26 de agosto el precandidato Jordi Farré presentó un voto de censura contra Bartomeu y su junta directiva. Como impulsores se sumaron los precandidatos Víctor Font y Lluís Fernández Alá, y ocho grupos de opinión del entorno azulgrana bajo la plataforma ‘Més que una Moció’. Consiguieron pasar el corte de las firmas con 19.532 rúbricas. La moción de censura finalmente no se celebrará, ya que Bartomeu y toda su junta directiva han dimitido.
