España presentará a la UE una reforma del mercado eléctrico para intervenir los precios

El Ministerio de Transición Ecológica ha hecho público hoy las líneas maestras de su plan para reformar el mercado energético. Así, España apostará por el desarrollo de «un mercado a plazo con instrumentos adecuados a las necesidades de cada tecnología» y apostando por contratos por diferencia -los conocidos como CfD- para las diversas tecnologías: renovables, nuclear e hidráulica y ciclo combinado. De esta forma, la gran novedad de la reforma que presenta Ribera es conseguir precios distintos por tecnologías, de manera que a cada una de estas no se le pague el precio del mercado sino su coste medio.

La ministra Ribera busca que los contratos por diferencia sean distintos para cada tecnología. Una apuesta, esta última, que merecerá de la revisión de Europa ya que el reglamento no permite hacer esta discriminación. Para ello es clave la herramienta de los CfD. Los contratos por diferencia tienen un precio fijado. Por lo que la generadora tendrá que pagar -o devolver- la diferencia entre el precio del mercado y el precio que aparece en el contrato firmado.

Desde el Ministerio apuestan de forma firme por su medida. «Es revolucionaria, cambiará algunos dogmas, es viable y confiamos en que tenga recorrido. Además, es flexible para que cada estado ajuste esta propuesta según su mix energético». «La gran novedad de nuestra plan es que pasamos de un esquema ‘Energy Only’ (mercados a corto plazo, como el diario o el intradiario) a uno más flexible, donde se le de más protagonismo a los contratos a plazo de energía y a los mercados de capacidad», sentencian.

La base de este nuevo mercado eléctrico que presentará Ribera busca potenciar los instrumentos a plazo por medio de «contratos a plazo» de energía (renovables, nuclear e hidráulica) y contratos a plazo de capacidad (ciclo combinado). «Proporcionará ingresos estables para productores inframarginales y precios asequibles y poco volátiles a consumidores», comentan desde el Ministerio.

Según fuentes gubernamentales, «el diseño del mercado eléctrico no está preparado para situaciones de alta volatilidad ni para la penetración masiva de las energías renovables y recursos que proporcionen firmeza y flexibilidad al sistema en los próximos años, como el almacenamiento o la gestión de la demanda». Así, argumentan los fallos del diseño actual. «En las energías renovables no se ofrece visibilidad de ingresos a los productores durante la vida útil de la instalación renovable, tampoco se refleja el coste medio real de la generación del mix eléctrico, no ofrece señales claras de inversión, traslada de forma directa la volatilidad de los mercados de materias primas a los consumidores finales». 

Un escenario que según creen empuja a que no se desarrollen de forma espontánea los instrumentos a plazo de energía y capacidad. La causa de que los primeros no se den es por «los costes transaccionales elevados» ya que para firmar contratos a largo plazo son necesarios muchas garantías, mientras que la razón de que no se den estos últimos se debe al «complejo y largo» proceso de aprobación en la normativa de la UE. Estos contratos a largo plazo que quiere impulsar Ribera en el mercado energético europeo serían a través de contratos por diferencias (CfDs). Es decir, subastas a precio fijo cuyas condiciones cambian según la tecnología (renovables, nuclear o hidráulica). Mientas que se aplicarían subastas de capacidad para los ciclos combinados.

El Ministerio sostiene que su propuesta -que no es conjunta con Portugal- reducirá el precio energético en Europa. Sin embargo, fuentes de Transición Ecológica rechazan determinar cuánto caería el precio si se aplicara su propuesta. «La diferencia entre el precio con reforma y el precio sin reforma dependerá del mix energético, cómo evolucione la penetración de las diferentes energías. Es una propuesta con grandes orientaciones. Los detalles dependerán de cada mix energético. Esta propuesta tiene que funcionar y ser aplicable en toda Europa».

El objetivo de Ribera es que su propuesta sirva de orientación en el próximo debate de reforma del mercado energético que tendrá lugar en la Comisión Europea. «Hace mas de 20 años el sistema energético de los diversos países era muy distinto, con unos mix energéticos que funcionaban durante muchas horas. En 1998 teníamos un 90% de tecnologías convencionales y las renovables apenas representaban un 10%. En 2030 tendremos un 74% de energía renovable en nuestro mix. Esto requiere modificación en la fijación de precios. Ofrecemos esta propuesta porque el sistema no está preparado para el futuro«.

A este escenario, dicen, se le suma la guerra en Ucrania y, por ende, la alta volatilidad de los precios, además de la necesaria transición energética. «Urge reformar el mercado». A corto plazo, tenemos el sistema de fijación de precios marginalista donde la última tecnología (el gas) fija el precio de todas. Por otro lado, afirman que «no ven evolución en los mercados de energía a plazo». «Es necesaria más seguridad de suministro, contratos de capacidad sin excesivas restricciones, notificaciones o estudios de cobertura», sentencian.

Para ello, desde el Ministerio confían en que su nuevo modelo de mercado solucione todos estos fallos de mercado. «Ofreceremos estabilidad de precios, ayuda a la inversión, el reparto de los costes, combinar la existencia del mercados a corto plazo con contratos de capacidad y por diferencias. Es algo extraordinario dentro de la UE. Es un sistema donde tendrá menos protagonismo el mercado spot y más esos contratos a medio o largo plazo de las renovables».

Mientras la reforma se discute, la ministra Ribera solicitará la prórroga del mecanismo ibérico «para continuar protegiendo a los consumidores». Se enviará la propuesta hoy mismo a Europa. Los tiempos de momento se desconocen. «Es una propuesta estructural. Su plazo es indeterminado, por ello vamos a solicitar una extensión del mecanismo ibérico hasta finales de 2024».