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La mirilla

'Los Migueles' se convierten en 'los Mikis' tras su fracaso como asesores mediáticos de Sánchez

José Miguel Contreras y Miguel Barroso han perdido gran parte del crédito ganado en la época de Zapatero como presidente

‘Los Migueles’ se convierten en ‘los Mikis’ tras su fracaso como asesores mediáticos de Sánchez

José Miguel Contreras, Pedro Sánchez y Miguel Barroso. | Arancha Tendillo

José Miguel Contreras y Miguel Barroso están siendo cada vez más cuestionados. Los Migueles se han volcado en la campaña del 23-J como los asesores externos de referencia de Pedro Sánchez, firmando buena parte de los movimientos del líder del PSOE en su relación con los medios de comunicación. Sin embargo, la jugada no les ha salido bien: todos los mensajes que han intentado colocar en la opinión pública han tenido poco o nulo impacto en la carrera electoral y su estrategia de máxima visibilidad ha sido contraproducente para las opciones de la coalición de Gobierno.

Como ya ha informado THE OBJECTIVE, Contreras y Barroso están en el punto de mira tras la errática participación de Sánchez en el cara a cara contra Feijoó y muchos les culpan de que el actual presidente no esté remontando en las encuestas. Desde dentro del PSOE y de medios vinculados estrechamente a la izquierda se considera que su excesivo peso en la campaña ha sido un error y que su apuesta por radicalizar el debate y endurecer el tono no ha favorecido a Sánchez ni al partido.

De hecho, estas mismas fuentes indican que en estos círculos ya se les empieza a conocer como los Mikis en vez de los Migueles, un diminutivo en tono despectivo que está directamente relacionado con su fulminante pérdida de prestigio, reputación y crédito durante el último mes de campaña electoral. Un apelativo que con sorna, ironía y sarcasmo intenta bajar los humos a dos asesores que han intentado ponerse por encima del partido y que incluso llegaron a sugerir que por sí solos podían dirigir la remontada de Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez yAlberto Núñez Feijóo se saludan antes del programa 'Cara a Cara: El Debate', en Atresmedia el pasado 10 de julio.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se saludan antes del programa ‘Cara a Cara: El Debate’, en Atresmedia el pasado 10 de julio. | Eduardo Parra / Europa Press

Zapatero y Cebrián

El nombre de los Migueles se asocia a la época de José Luis Rodríguez Zapatero cuando Miguel Barroso era su secretario de Estado de Comunicación y José Miguel Contreras era consejero delegado de la recién nacida La Sexta. El tándem funcionó de manera engrasada durante toda la legislatura en la que el primero elaboraba los mensajes y el segundo los colocaba en los medios de comunicación afines. Se ganaron una reputación entre la izquierda política renovada al mismo tiempo que se granjearon una gran animadversión del grupo Prisa liderado por Juan Luis Cebrián.

Sin embargo, con la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa en 2012 volvieron a la vida privada. Atresmedia compró la Sexta y dejó a Contreras en una labor meramente institucional (luego montaría su propia productora) y Barroso se volcó como ejecutivo del grupo WPP. Un paréntesis que terminó con la vuelta del socialismo al Gobierno en 2018.

A partir del año 2021, los dos se empiezan a involucrar de manera directa con la estrategia mediática de Sánchez. El exsecretario de Estado como director editorial in pectore de Prisa, el principal soporte mediático del presidente; y Contreras como visitante habitual de La Moncloa, ahora con un medio digital bajo el brazo y muchas ideas para apoyar al Gobierno de coalición. Era la vuelta de «brujos visitadores», como les bautizaron en 2006, asesores a total disposición del poder para intentar perpetuarlo a través de los medios de comunicación.

Asalto a Prisa y RTVE

A los Migueles se les atribuye el asalto a Prisa a finales de 2020 (con la salida de Santander y la irrupción de Amber Capital), la toma de control de RTVE (con la renuncia de Pérez Tornero y la llegada de Elena Sánchez) y el acoso a los medios de comunicación que no escriben a su dictado. Una estrategia con la que Sánchez se ha sentido cómodo, pero que comenzó a flaquear tras perder las elecciones de Madrid y de Andalucía.

Las fuentes consultadas indican que tras el batacazo de las municipales de mayo, los Migueles sugirieron a Sánchez convocar unas elecciones exprés y poner en marcha una exposición mediática máxima en todos los soportes posibles. A partir de ahí, el presidente de Gobierno comenzó a conceder entrevistas hasta en los entornos más hostiles. Movilizando todos los medios de izquierda y con la ayuda de Zapatero (por intermediación de Barroso), se fustigó a Feijóo y a todas las encuestas que no eran favorables a sus intenciones.

Después de ser entrevistado por Pablo Motos y Ana Rosa Quintana en los prime time de la televisión (el de la noche y el de la mañana) Contreras y Barroso comenzaron a hablar de remontada, pero todo se truncó tras el fallido cara a cara con Feijoó. Y tras este batacazo comenzó a caer abruptamente su prestigio en entornos monclovitas. Pero todavía les quedaban balas: relamiéndose las heridas idearon una estrategia para etiquetar como mentiroso al líder del PP, a relacionarlo con Marcial Dorado e incluso se les responsabiliza de resucitar (sin éxito) el fantasma del rey Emérito.

Recta final de la campaña

Tras el debate a tres (donde fueron los artífices de que en RTVE se mencionara la ausencia de Feijóo hasta la saciedad), vuelven a hablar de remontada e incluso han llegado a filtrar que los tracking del PSOE le dan un gran crecimiento a Sánchez, sorprendentemente ahora que ya no se pueden publicar encuestas. Sin embargo, dentro de estos propios entornos mediáticos nadie les cree y pocos confían en que Sánchez siga en La Moncloa después de este domingo.

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