Bruselas allanará el pacto de Orange-MásMóvil con Digi aunque no garantiza aprobar la fusión

Bruselas ve con buenos ojos el acuerdo no vinculante alcanzado entre Digi y Orange-MásMóvil para quedarse con los activos sobrantes de su fusión. Según ha podido saber THE OBJECTIVE -y a falta de conocer los detalles finales- la Comisión Europea trabajará sobre este pacto aunque no garantiza que dé vía libre a la integración, pues se considera que todavía quedan muchos pasos para dar un fallo definitivo sobre el proceso.

Este miércoles se conoció que Digi había logrado un pacto no vinculante para quedarse con estas infraestructuras, aunque ha trascendido que no es el único. De hecho, podría haberse cerrado un acuerdo con características similares con Avatel, la teleco española especializada en despliegue de fibra rural. En todo caso, al ser acuerdos preliminares están sujetos a modificaciones de Bruselas e incluso -dicen las fuentes consultadas- podrían quedar sin efecto si es que las cambios que pidiese la UE son demasiado restrictivos.

Avatel ha indicado a este periódico que «la compañía no hace comentarios sobre operaciones en curso. Entendemos que en este proceso es la Comisión Europea la que tiene que pronunciarse al respecto. Por parte de Avatel, no tenemos novedades para compartir en este momento«, han indicado.

Posición de Bruselas

Con todo, la idea de Orange y MásMóvil es presentar próximamente la propuesta definitiva a Bruselas y comenzar una nueva negociación, dentro del que se incluirán los pactos alcanzados con los potenciales remedy taker. Cuando se envíe la propuesta definitiva, la Comisión deberá activar nuevamente el reloj a partir de lo cual tendrá 50 días hábiles para dar su veredicto.

De esta manera, los plazos se alargan como ya informó este diario y llevan la resolución final a las primeras semanas de este 2024, algunas más que las previsiones iniciales de las propias operadoras que esperan tener todo cerrado antes de finales de este año. Con este nuevo calendario, es probable que la nueva empresa solo pueda estar en marcha a partir del segundo semestre de 2024.

Después de cuatro meses de intensas negociaciones Orange y MásMóvil han conseguido cerrar un pacto con quienes desde el comienzo han sido favoritos para quedarse con los activos que la Comisión Europea obligará a desprenderse para aprobar la integración. Unas negociaciones que se han profundizado desde julio, cuando Bruselas exigió explícitamente que se negociaran remedies con eventuales interesados llamados remedy taker.

Cuentas de Digi

Digi siempre ha sido el favorito de la Comisión Europea al considerarlo el rival más fuerte y el único que podrá ‘contener’ a la compañía fusionada. Por el contrario, Avatel es el favorito de Orange y MásMóvil (y también de Telefónica y Vodafone) porque consideran que tiene una política de precios más racional y mucho menos agresiva que su competidor, y que no podrá constituirse en un rival directo al tener su mercado en zonas rurales donde la nueva operadora tendrá menos presencia.

La operadora rumana tiene más ingresos, un mayor despliegue de fibra óptica (6,1 millones de hogares pasados) y el tamaño suficiente para competir contra los grandes. Digi facturó 500 millones de euros en 2022 y registró un beneficio operativo ajustado (Ebitda) de 92,3 millones de euros durante los primeros nueve meses del año. En tanto, Avatel facturó el año pasado 265,2 millones de euros, ganó 5,98 millones y tiene tres millones de hogares con fibra.

La opción de la operadora rumana garantiza que exista mayor competitividad en el mercado residencial y que, en definitiva, la joint venture no tenga la tentación de subir precios, la gran preocupación comunitaria. De esta manera, las fuentes consultadas indican que aunque existiese un segundo (o varios pactos) la Comisión se terminará decantando por trabajar sobre el acuerdo con Digi.

Contenido del acuerdo

Respecto al contenido del acuerdo, las cesiones giran en torno al espectro y a las infraestructuras móviles de MásMóvil, heredadas de Yoigo. Unos activos que servirán a Digi para construir desde cero una red móvil acotada y que será el punto de partida de una cobertura nacional. Precisamente, esta cesión va de la mano de un pacto de uso de la red de la futura joint venture en la que los clientes tendrán precios competitivos y la cobertura necesaria para dar el salto a todo el país.

En tercer lugar, las fuentes consultadas indican que podría haberse incluido un pacto de redes fijas, un apartado en el que Digi no tiene problemas. Sin embargo, todo parece indicar que Bruselas exigirá que se incluya un acuerdo para garantizar la competitividad en el sector residencial, una de sus grandes preocupaciones con la formación de la nueva compañía y para lo que sería necesario incluir la fibra óptica.