La falta de profesores por la parálisis de la DGT amenaza el futuro de miles de autoescuelas

España tiene paralizado el acceso a unos 3.000 puestos de trabajo en el sector de la formación vial. La Dirección General de Tráfico (DGT), responsable de la elaboración del procedimiento de acceso al título de profesor de autoescuela, lleva más de dos años de retraso en la convocatoria de la fase final.

El Curso XXIII para ser profesor de autoescuela fue convocado el 6 de enero de 2020 y dos años después sigue sin resolverse. En noviembre de 2021, la DGT dio a conocer los 379 alumnos aprobados en la primera fase, pero estos aún no han podido matricularse en la tercera y última fase, la presencial. El motivo, desde la DGT achacan el retraso a «la necesidad de que los servicios jurídicos aprueben los pliegos de la convocatoria».

Profesionales y patronal, indignados

La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ya manifestó el pasado mes de mayo su malestar por la inoperancia de la DGT. La CNAE ha insistido ante el organismo que «es necesario terminar con una situación que agrava la actual falta de personal docente» en una actividad «tan importante como la enseñanza en conducción y seguridad vial, que amenaza con volverse crónica».

Además, la patronal considera que «la tardanza perjudica gravemente a los aspirantes al certificado y a las empresas que les podrían ofrecer trabajo». En este momento hay tres cursos en marcha, el XXIII, el XXIV y el XXV, y dos de ellos ya están solapados. Si no se efectúa una nueva convocatoria de la tercera fase del curso XXIII, se producirá una situación caótica en la que los aspirantes de tres años diferentes se encontrarán pendientes de la realización de la última fase.

Sergio Olivera, vicepresidente de CNAE, ha hablado con THE OBJECTIVE y ha manifestado que el colectivo «está enfadado por la demora y preocupado por la escasez de profesores». Según Olivera, «la DGT se ha mostrado optimista con respecto a la publicación de la convocatoria pendiente». Sin embargo, el directivo ve «muy complicado que antes de final de este año los aspirantes a profesores obtengan su titulación». El vicepresidente de la patronal se muestra cauto de cara a la resolución de este conflicto y entiende que «la DGT está poniendo todos los medios para que esto salga adelante».

La Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster), se ha sumado a las protestas y también mostró su indignación el pasado 13 de junio a través de una contundente nota de prensa. En la misma solicitan que se ponga en marcha la fase final de la prueba con la máxima premura posible. Desde la asociación argumentan, en la misma línea de la patronal, que «el retraso está perjudicando a aquellos alumnos que llevan tiempo preparándose y que quieren entrar en el mercado laboral como profesionales de la formación vial, y a su vez supone un enorme perjuicio a las autoescuelas que no encuentran profesionales, ya que hay un déficit en España de profesores de autoescuela».

En su comunicado, Formaster considera además que «el retraso de estas pruebas también está ralentizando las sucesivas convocatorias para la obtención del certificado de aptitud de profesor de formación vial». La dilación de este proceso ya es superior a un año, y dada la carencia de profesionales de la formación en seguridad vial, «se está desaprovechando una extraordinaria oportunidad para proporcionar una salida laboral que contribuya a la mejora de la situación de paro actual», sostienen en la nota de prensa.

«La DGT no es consciente del daño que está haciendo al sector»

THE OBJECTIVE se ha puesto en contacto con Antonio Macedo, presidente de Formaster, para conocer de primera mano cuál es el sentir general del colectivo de la formación vial. Macedo, visiblemente molesto con la situación, asegura que la pasividad de administración «supone contribuir a la ruina total del sector». El experto en seguridad vial expone un ejemplo que representa a la perfección la gravedad que reviste esta problemática: «Si un empresario lleva una autoescuela en la que trabaja un solo profesor y este se jubila, la única opción que le queda es cerrar. Porque no hay profesores de repuesto», afirma a este diario.

Macedo recalca que la DGT «es la única vía para hacerse profesor de autoescuela» y considera «dantesco» que esto suceda en un país con cuatro millones de parados. Además, hace hincapié en los daños colaterales y en las futuras repercusiones que esta negligencia puede ocasionar en el sector: «Esta situación provocará que nadie quiera hacerse profesor de autoescuela. La DGT no es consciente del daño que está haciendo al sector», lamenta.

El presidente de la asociación revela a este medio que Formaster se ha puesto en contacto con la DGT para transmitir su preocupación, y que desde la administración eluden responsabilidades y achacan el retraso a «la necesidad de que los servicios jurídicos aprueben los pliegos de la convocatoria». Con respecto a la presunta irregularidad de esos pliegos, Macedo se queja de que desde Formaster no han tenido acceso a los documentos. «No nos han dado ni siquiera una estimación de cuando se va a solucionar esto», concluye.

Desde THE OBJECTIVE hemos intentado contactar con la DGT para solicitar una explicación y para conocer su posición con respecto a esta controversia, pero no hemos recibido respuesta alguna.

La prueba de acceso

La DGT convoca cada año un curso para la obtención de certificado de aptitud de profesor de formación vial. Este curso de preparación esta compuesto por tres partes: una prueba de selección inicial y dos fases posteriores, la primera a distancia y la segunda presencial. La prueba de selección y la fase a distancia son eliminatorias.

Para la fase presencial, la DGT saca una licitación que determina un adjudicatario que aún no se conoce. Como la última licitación caducó una vez finalizado el Curso XXII, es indispensable que se publique una nueva para poder continuar con el proceso, algo que no se ha producido aún. Por esta razón, se desconoce quién impartirá las clases y cuándo. A día de hoy ni siquiera están aprobados los pliegos para esta parte del proceso. Este procedimiento constituye la única vía para conseguir el certificado de aptitud. Al no resolver esta cuestión, la propia administración está creando un cuello de botella que imposibilita el acceso a esta titulación, y que está perjudicando a miles de aspirantes y al colectivo de la formación vial en su conjunto.

Las autoescuelas necesitan profesores

Se ha calculado por parte del sector que España necesita más de 3.000 profesores de autoescuela y expertos en seguridad vial para seguir dando servicio a todos aquellos ciudadanos que quieren sacarse alguno de los permisos de conducir. En la actualidad, España cuenta con más de 8.000 autoescuelas y centros de formación vial y, anualmente, la DGT realiza más de dos millones de exámenes para obtener alguno de los permisos de conducir a lo que se suman los cursos en empresas de perfeccionamiento además de los de recuperación por puntos. Además, con la nueva Ley de Tráfico se pondrán en marchas los Cursos de Conducción Segura y Eficiente, cuya superación será compensada con dos puntos en el carné.