Toledo regula los pisos turísticos y no permitirá que superen el 20% en el casco antiguo
La normativa no será aplicable al resto de la ciudad y estas residencias solo podrán ubicarse en el primer piso y en planta baja
La ciudad de Toledo. | Edwin Remsberg (VwPics)
El Ayuntamiento de Toledo ha paralizado la tramitación de nuevos pisos turísticos hasta que entre en vigor la normativa que no tiene carácter retroactivo pero establece que el número de estos alojamientos no podrá superar el 20% de las viviendas del casco histórico y que solo podrán instalarse en planta baja (excepto si hay un comercio) y primera planta.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha presentado en rueda de prensa este documento en el que trabajan desde hace tiempo los técnicos municipales y que este jueves se debatirá en la Comisión de Urbanismo antes de salir a información pública y ser aprobada bajo la fórmula jurídica de modificación puntual (la número 32) del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Tanto la alcaldesa como el gerente del Consorcio de la Ciudad de Toledo, Jesús Corroto, y el gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), Luis Enrique Espinoza, han subrayado que el casco histórico «llega a tiempo» de poner freno al incremento de los pisos turísticos, que en este momento son el 10 % de las viviendas aunque alguno de los once distritos censales en que se divide este barrio sobrepasa el 20% y, por tanto, no podrá tener más alojamientos de este tipo.
La normativa solo afectará al casco histórico (no a los demás barrios de la ciudad) y establece que ninguno de los once distritos del casco puede superar el 20 % de pisos turísticos, y que solo podrán ubicarse en el primer piso y en planta baja (salvo si hay comercio, en cuyo caso únicamente podrán estar en la primera planta).
El apoyo al comercio de proximidad es otro de los pilares de la normativa, que se va a completar con fórmulas fiscales que los beneficien por el servicio que prestan a los vecinos, ha explicado la alcaldesa, quien ha enumerado que la modificación urbanística tiene como objetivos impedir la especulación, fomentar las viviendas de uso residencial, proteger a los vecinos, evitar problemas de convivencia, apoyar al comercio de proximidad y defender un modelo turístico sostenible.
Ha subrayado que el Casco Histórico de Toledo no solo es Patrimonio de la Humanidad desde 1986 sino que es el barrio «que confiere la principal identidad» a Toledo, y ha dicho que la proliferación de pisos turísticos es una amenaza no solo para Toledo sino para todas las ciudades patrimoniales, aunque en el caso de Toledo se «llega a tiempo» para frenarlo.
